viernes, 24 de abril de 2020

EL NOVIO DE MI TÍA

Cuando tenía aproximadamente 12 años, mi tía, hermana de mi papá, comenzó a salir con un chavo de su misma edad, aproximadamente 25 años. Era un chavo muy atractivo, aunque no precisamente guapo. Lo que me llamaba mucho la atención de él, era la gran cantidad de vellos que tenía, parecía un oso, lo llegué a ver en algunas ocasiones que estábamos en la piscina de mi abuela. Generalmente los domingos íbamos a comer, y nos metíamos todos a la alberca. Yo no podía evitar mirarlo, observar su cuerpo corpulento y su abdomen lleno de pelos, su barba negra y su cabello rizado.

Nos llevábamos muy bien con él todos mis primos, y la familia lo quería mucho, por eso cuando llego la fecha de irnos a Acapulco como cada año, él estuvo invitado, ya que al ser novio de mi tía era parte de la familia.

Yo era hijo único, así que siempre había estado muy consentido, me complacían en todo lo que quería, me metían a clases de música, de deporte y muchísimas actividades. Precisamente todo el deporte que hacía me estaba formando muy cuerpo, y yo, estaba obsesionado especialmente con mis nalgas, quería tenerlas grandes y bien formadas, así que todo el tiempo estaba haciendo ejercicios.

Lo que también me ayudaba era mi genética, la verdad tanto mi papá como mi mamá eran muy guapos, y yo había heredado lo ojos verdes de mi mamá, el color de piel de ambos, y un rostro que no por presumir pero desde niño fui muy guapo. En ese tiempo no era muy alto, media 1.65, apenas estaba desarrollándome.

Llego la fecha de irnos a la playa, generalmente yo compartía cuarto con alguno de mis primos, sin embargo en esa ocasión me tocó dormir con Jhony, el novio de mi tía. El se lo había sugerido a mi tía, ya que eramos 5 primos y las habitaciones eran para dos personas por lo que uno quedaba solo. Jhonhy le pidió a mi tía que conmigo, ya que yo era el mayor y con el que él mejor se llevaba.

El primer día, después de cenar, los adultos se quedaron en el bar del hotel tomando, yo me dirigí a la habitación y antes de dormirme entré al baño, al entrar me percate de que estaban los boxers sucios de Jhony tirados en el suelo, no se que me pasó, pero un impulso me hizo levantarlos y olerlos, me fascinó el olor, y sobre todo saber que habían estado rozando su verga, busqué esa parte del boxer, tenían unas pequeñas manchas secas, me los llevé nuevamente a la nariz, estaba tan perdido en eso que me olvidé que tenia la puerta del baño abierta y no escuché que Jhony había llegado a la habitación hasta que escuché su voz entrando al baño, inmediatamente tiré los boxers al suelo pero estaba seguro que me había visto.

No me dijo nada, ni yo dije nada tampoco, me fui a la cama un poco asustado, ¿Qué pasaría si le decía a mis papás? Aun así estaba muy excitado, no era la primera vez que pensaba en él, que me excitaba viendo como se le marcaba el paquete cuando estábamos en la alberca de casa de los abuelos, y ahora en la playa me pasaba lo mismo, se veía que tenia muy buena verga. Varias veces me había masturbado imaginando que me cogía mientras yo me metía el dedo. Nunca había estado con alguien, sin embargo fantaseaba con que me la metieran, y si fuera Jhony, sería lo mejor que me pudiera pasar, aunque sabía que eso era solo una fantasía y que nunca pasaría.

Al día siguiente cuando desperté, él aun estaba dormido, sin embargo pude ver aun con su boxer puesto, que traía la verga parada, no estaba cobijado ya que hacía demasiado calor y al estar boca arriba se veía su enorme verga parada. Me moría de ganas por lanzarmele, chupársela o sentarme en ella, pero simplemente la observé hasta que despertó. Nuevamente se dio cuenta que lo observaba, pero no hizo nada, se puso de pie para dirigirse al baño. Era un hombresote, alto peludo, piernudo, fuerte, y con una verga descomunal. ¡Qué envidia le tenía yo a mi tía!

Ese día después de la playa, llegamos a la habitación para darnos un baño, él había tomado un poco. En cuanto entramos Jhony me propuso algo que me sacó de onda, pero que no dude en aceptar.

-Oye Miguel, hay que bañarnos juntos no, para no estar esperando así mojados, sirve que ahorramos agua.
-Sí, está bien, por mí no hay problema

Y claro que no lo había, bañarme con él era más de lo que podía pedir, estar a su lado, verlo desnudo. Inmediatamente nos dirigimos al baño, y estando ahí se quitó el short mojado y los calzones, quedando completamente desnudo. No lo pude evitar me quedé hipnotizado viéndole la verga, estaba dormida pero aún así era imponente, era una verga gorda y cabezona que sobresalía de aquella enorme mata de pelos que se perdían entre su abdomen y sus piernas. El me respondió con una sonrisa coqueta que me hizo salir de mi hipnosis, pero no me dijo nada. Yo también me desvestí y noté su mirada en mis nalgas. Estaba excitado, pero traté de disimular para que no se me parara la verga.

Nos metimos a la regadera sin decir nada, y comenzamos a bañarnos, él estaba detrás de mí y por momentos, disimuladamente, me pegaba la verga en la espalda, pude sentir que la traía dura, se le había parado y a mí también. Se sentía una tensión enorme entre los dos, hasta que de pronto me preguntó si quería que me tallara la espalda. Puso jabón en sus manos y comenzó a tallar, suavemente hasta que fue bajando a mis nalgas. Su manos eran enormes, con una sola mano abarcaba una de mis nalgas, yo simplemente lancé un suspiro cuando sentí su mano, después, ayudado por el jabón deslizó su dedo hacia mi culo, poniéndolo en la entrada.

-¿Te limpio también aquí?
-Si

Contesté con la respiración entrecortada, y él comenzó a pasar su dedo en mi colita, y de pronto presionó, haciendo que la punta de su dedo se metiera, yo lancé un leve gemido, mi verga estaba que reventaba. Yo me había metido mi dedo en el culo, pero esto era diferente, sentir el calor de su mano, y saber que era él, me estaba volviendo loco.

-¿Te gusta?
-Sí, si me gusta

Con mi respuesta se dio permiso de meter aun mas profundo su dedo grueso, sentí un poco de dolor, pero era delicioso, cada vez metía más profundo su dedo y mi culito cada vez se dilataba más, hasta que su dedo entró y salio sin ningún trabajo. Así estuvo un rato, yo sentía delicioso, estaba a punto de venirme cuando de pronto Jhony sacó su dedo, me tomó de la cadera con una mano y con la otra acomodó su verga en la entrada de mi culo, mi presión se disparo, sabia perfectamente lo que iba a hacer, pero tuve miedo, sin embargo, lo que siempre había soñado estaba a punto de hacerse realidad, así que le correspondí parando mis culo, en señal de aprobación.

El presionó fuerte, pero su verga no entraba, se puso algo de jabón y volvió a apuntar, presionó más y de pronto sentí como de golpe entraba su enorme cabeza y un poco más, abriendo y desgarrándome el culo. Fue un dolor tan fuerte, que me hizo quitarme y retorcerme en el suelo, quería gritar y llorar, era un dolor insoportable. Lo único que hacía era agarrarme mi colita yo mismo para sobarme. El se asustó mucho.

-Perdóname Miguel, tranquilo, tranquilo, ven levántate
-Ay ay ay, me dolió horrible, perdón si quería pero me duele mucho ay ay.

Cerró la regadera y me llevó a la cama, el dolor comenzó a bajar.

-¿Ya te sientes mejor, ya no te duele?
-No ya no

-Perdóname Miguel, no estuvo bien, no le vayas a decir nada de esto a nadie por favor, pero es que pensé que tu querías, yo vi como estabas oliendo mis calzones, y siempre he notado como te me quedas viendo a la verga, si eres gay está bien, pero yo no debí aprovecharme de eso, tu tía es mi novia, lo que pasa es que ya sabes las ideas de tu familia, tu tía no quiere que me la coja hasta que nos casemos y pues la neta me la paso caliente,además ando medio pedo, se que eso no justifica nada, pero por favor no le vayas a decir a nadie.

-No te preocupes Jhony, no le voy a decir a nadie, la verdad sí quería que me la metieras, pero me dolió mucho, esque la tienes muy muy grande y gruesa, pero si quieres te la chupo, para que no te quedes con las ganas.

-¡No! cómo crees, ya mejor esto hay que dejarlo así

Estábamos los dos desnudos sentados en la cama, y antes de que dijera otra cosa se la agarre y se la empecé a jalar, el comenzó a respirar agitadamente, y su verga comenzó a responder. Nunca había hecho una mamada, pero esa verga me hipnotizaba, me hacía querer comérmela. Se puso de pie y yo hincado frente a él, se la comencé a chupar, quería comérmela y él me fue guiando poco a poco, me pedía que me tragara mas y yo haciendo mi mayor esfuerzo me la metía hasta la garganta, aunque sintiera ganas de vomitar y sintiera que me ahogaba.

Aun así no me cabía toda pero hice mi mayor esfuerzo hasta que comencé a sentir que sus chorros de mecos calientes salieron disparados hacia mi interior, me los trague sin dejar una sola gota, eran chorros enormes, ya que tenía unos huevotes que siempre estaban cargados porque mi tía no hacía nada por ayudar.

Nos cambiamos y bajamos a cenar con la familia. El con mi tía como si nada y yo con mis primos, ni siquiera lo volteaba a ver para que nadie sospechara.

Después de la cena me fui a dormir a la habitación y nuevamente los adultos se quedaron en el bar. Jhony siguió tomando y yo me quedé complementamente dormido, boca abajo, no se qué hora sería cuando desperté al sentir a Jhony sobre mi cuerpo, besándome el cuello y pegándome su verga al culo, olía a borracho, y estaba desesperado, completamente caliente. Yo estaba en calzón, pero él estaba completamente desnudo, sentía los vellos de su pecho en mi espalda, y su verga erecta apuntando entre mis nalgas mientras su barba raspaba mi cuello y su lengua se metía a mis orejas.

-Ahora si te voy a coger cabrón, ahora no te me vas a escapar aunque te duela, ¿tenías ganas de probar la verga? Pues ahora si vas a probarla, te voy a dar hasta reventarte cabrón, hasta dejarte preñado putito.

Me asusté verlo así, pero me excité mucho, no pensaba gritar ni detenerlo, aunque tenía mucho miedo porque sabia que me dolería mucho. El dolor que había experimentado la vez anterior había sido muy fuerte y sabía que esta vez sería igual.

Me bajó el calzón salvajemente, casi rompiéndolo, mientras paso uno de sus brazos entre mi pecho, como para que no me escapara a ningún lugar, yo en mi intento de ayudar pare el culito, ofreciendoselo, tenía mido, era verdad, pero me excitaba mucho la situación, mi verga estaba que reventaba. Se escupió la mano y me embarro el culo con su saliva y de golpe metió un dedo que pude soportar sin tanto problema, lo metía y lo sacaba, luego metió dos dedos, esta vez dolió un poco mas, pero yo trataba de aguantar a pesar del dolor, me estuvo dedeando un buen rato, cada vez era mas agradable la sensación y mi culito estaba mas dilatado.

Se volvió a escupir la mano y nuevamente me lleno el culo pero esta vez ya no me metió sus dedos, esta vez apunto su verga y so lo dijo: ¡Ahí te va cabrón! Su cabeza caliente y gorda se abrió paso, nuevamente el dolor, pero aguanté, empujo un poco más haciendo que media verga entrara en mis entrañas. Sentí que me moría, quise quitarme pero estaba preso por su brazo y su cuerpo pesado sobre mí, mordí la almohada para no gritar, el sacó un poco la verga y la volvió a meter.

Con cada metida sentía que moría ya que su verga cada vez se metía más al fondo, hasta que en una embestida lo logró, su verga se clavó completamente en mí, sentí como si me metieran un trozo de leña ardiendo que quemaba mi interior, sentí como llegaba hasta mi estomago apunto de perforar mi intestino, mientras el se perdía de placer, clavándose como si quisiera meter aún más.

Los pelos de su verga pegaban en mis nalgas y yo ahogaba mi dolor gritando en la almohada, las lagrimas salían de mis ojos, mientras Jhonhy metía y sacaba su verga de mi culito virgen, aumentando las embestidas a un ritmo cada vez mas fuerte, hasta que lo consiguió, mi culo estaba completamente roto, abierto para él, su verga gorda lo había logrado, lo había hecho suyo, entraba y salía con facilidad y ahí fue cuando comencé a disfrutar.

Me comenzó a coger muy duro, con embestidas cada vez más fuertes y profundas, gemía de placer mientras su sudor caía en mi cuerpo, yo ya no gritaba ni lloraba, me dolía, pero comencé a disfrutarlo, comencé a gemir y a parar mas el culo, se levantó un poco y me puso de perrito, y me comenzó a coger así. ¡Wow! Qué manera de coger de ese cabrón, lo que se estaba perdiendo mi tía, aunque había momentos que no se la aguantaba y me quitaba, el me volvía a acomodar para volverme a clavar.

Luego me montó sobre él, ahora yo llevaba el ritmo, y esa posición, verlo así de frente, desparramado en la cama, mientras yo me sentaba en su vega clavandomela toda, me hizo volverme loco. Le acaricie el pecho y luego lo comencé a besar, nos estábamos tragando el uno al otro, estando así me giró, quedando en la posición del misionero, yo abajo y el arriba y levantando mis pies me la dejo ir nuevamente toda, clavándome cada vez mas fuerte, sin piedad, mientras nos besábamos.

Yo no lo pude resistir mas y me comencé a venir, mientras todo mi cuerpo se convulsionaba, eso lo excitó muchísimo y comenzó a venirse el también, lo pude sentir porque su verga se contraía mientras sus mecos espesos y calientes me llenaban el interior, me estaba preñando, a mis apenas 12 años mi pequeño culo estaba siendo preñado por primera vez y vaya que manera de preñar de semejante semental. Bajé mi mano y le agarré los huevos, eran unos huevotes que apenas me cabía uno en la palma de mi mano, quería apretarlos para que se vaciara completamente en mí, para que me dejara lleno, y así lo hizo.

Se quedó un rato así sobre mí, con la verga adentró, y me besó nuevamente, me encantaba su sabor a cerveza, estábamos bañados en sudor, y poco a poco nuestra respiración se fue normalizando, cuando me la sacó, sentí que me saldría el cuerpo por el culo y me lancé al baño, sentía que me haría, y efectivamente, Jhony había llegado demasiado profundo, nos dimos un baño juntos, me talló todos el cuerpo, mi culo seguía dilatado. Toda la noche sentí punzadas, sentía aun su verga ahí, dormimos juntos abrazados.

Nunca dije nada, Jhony busco la manera de estar conmigo en un par de ocasiones más, me encantaba que me cogiera, hasta que un día se despidió de mí, diciéndome que dejaría a mi tía, que se tenía que ir y que ya nunca nos volveríamos a ver. Así sucedió, se fue y nunca lo volví a ver.