viernes, 7 de agosto de 2020

EL PROFE DE LITERATURA

Todo esto sucedió cuando estudiaba el tercer semestre de preparatoria. Yo era un alumno muy dedicado a mis estudios, siempre sacaba 10, y no aceptaba un nueve en mis boletas. A mis 17 años, y a pesar de que no me gustaba, hacía deporte, ya que esa materia también la calificaban, lo que me ayudaba además a tener muy buen cuerpo, delgado pero tonificado.

Una de las clases que más me gustaba era la de literatura, ya que el profe era muy agradable, no era guapo, pero tenía una sonrisa muy simpática y era muy buena onda. Además me encantaba leer, y siempre presentaba los mejores ensayos.

El profesor tenía la costumbre de ponernos a leer en clase, al azar nos iba turnando para ir leyendo y mientras lo hacía pasaba por los pasillos. A veces se detenía un poco, y después seguía avanzando. Cuando se paraba junto a mí, me ponía nervioso, no sabia por qué, además lo hacía muy seguido, se paraba a un lado mío y su bulto quedaba a la altura de mi cara, de frente, a solo unos centímetros.

Yo aún no despertaba mi sexualidad, pero estaba seguro, las mujeres no me gustaban, o no me gustaban tanto como los hombres. Me llamaba la atención verles la verga a mis amigos en los mingitorios, y cuando el profe se paraba junto a mí, me hacia preguntarme cómo sería la suya.

En una ocasión cuando el semestre estaba por terminar, el profe nos pidió que saliéramos todos del salón, y que él nos llamaría de uno a uno para darnos la calificación final. Cuando fue mi turno pasé y el profe me dijo:

-No se qué pasó Ricardo, siempre te va muy bien, pero esta ocasión tienes 8

Yo no lo podía creer, un 8 no era una calificación que yo pudiera aceptar, lo cuestioné

-¿Por qué un 8 profe? no entiendo, entregué todo bien
-Tu ensayo final tenía unas inconsistencias de redacción y de análisis, sinceramente no te puedo poner más
-Pero profe, no puedo tener un 8, en todas las materias llevo 10, póngame otro trabajo, lo que sea por favor
-Pues ya no hay nada que hacer, no sería justo para los demás compañeros, además, ya no tengo tiempo de leer otro ensayo, tengo muchos exámenes que calificar de otros grupos, aunque sabes qué, pensándolo bien, me puedes ayudar a revisarlos, así termino más rápido, y tú puedes subir tu calificación
-Si profe claro, yo le ayudo
-Solo que tendrías que ir a mi casa en la tarde, que es cuando me voy a poner a revisarlos, solo no le digas a nadie, porque a nadie más le voy a ayudar, ya la calificación que sacaron con esa se van a quedar
-Si profe no se preocupe

Nos pusimos de acuerdo para la hora a la que iría a su casa, no le dije nada a mis papás, ni a mis amigos.

Llegué y toqué la puerta, ya me estaba esperando, fue muy amable, su sonrisa me hizo entrar en confianza

-Pasale Ricardo
-Gracias
-¿Te ofrezco algo de tomar?
-Agua esta bien, gracias profe
-Mira acá en el comedor estoy revisando los exámenes, pásate

Su casa estaba sola, sabía que era un hombre casado, pero no había nadie, no quise ser indiscreto y preguntarle donde estaba su esposa, pero vi que tenía un hijo, ya que en en la sala había una foto grande en donde estaban los tres.

Me senté un poco tímido, ya que era diferente estar en la escuela que estar a solas en su casa, me pasó un examen con las respuestas correctas y basándome en ese calificara los demás.

Los comencé a revisar y mientras platicábamos, me hacía preguntas de mi familia, de mis amigos, de la escuela, si pensaba seguir estudiando y me contaba cosas de su vida también, de cómo empezó a dar clases en esa prepa y que no era originario de ahí, que eran de otra ciudad y que como su hijo ya había salido de vacaciones, se habían adelantado con su mamá para pasar las vacaciones allá.

Después de un rato me pidió que descansáramos un poco y nos sentamos en el sofá de la sala, prendió la televisión y se sentó a un lado de mí, muy cerca, me puse algo nervioso

-Oye Ricardo, quería platicar de algo importante contigo, el otro día vi que unos compañeros te estaban molestando, escuché que te estaban ofendiendo, refiriéndose a tu sexualidad, y vi que te sentiste mal, porque comenzaste a llorar. Iba a acercarme, pero no lo vi oportuno. ¿Te molestan seguido?
-Pues si, ellos así son, siempre me están diciendo que soy gay, y ofendiéndome, me hacen sentir mal
-¿Y lo has hablado con tus papás?
-¡No! ¿Cómo cree? No quiero que mis papás vayan a pensar que es cierto
-Ricardo, pero ser gay no tiene nada de malo, es algo normal, es parte de la diversidad sexual, no es algo que se elija, si fueras gay no te debería afectar, ni importar lo que los demás piensen

Me sentí extraño, nunca lo había visto de esa manera, muy en mi interior sabía que sí era gay, pero lo reprimía, no quería aceptarlo, lo veía como algo malo, pero escuchar a mi profesor favorito, que tanto admiraba, decirme que no era malo ser así, me dio fuerza, y me hizo sentir bien, además de que me brindaba mucha confianza.

-Sabe algo profesor, la verdad, siendo sincero, yo creo que si soy gay, pero me da miedo serlo, me da miedo que me ofendan, que se rían, que me rechacen
-Mira Ricardo, va a haber muchas personas que lo harán, pero lo mas importante es tu felicidad, y que te aceptes a ti mismo tal como eres, sabes, ya que estamos en confesiones y para que no te sientas mal, te voy a confesar algo, yo me considero bisexual, me casé y tengo un hijo, los amo, amo a mi familia, pero dejé ir al amor de mi vida por miedo, porque era un hombre

La confesión del profe me desconcertó, jamás lo habría pensado, me siguió contando

-Lo conocí cuando estábamos en la prepa, y sabes se parecía mucho a ti, quizá por eso eres mi alumno favorito, porque me recuerdas a él, era así como tú, guapo, con los labios así, tiernitos, lindos

Mientras me decía eso en un tono muy suave, comenzó a acariciar mi cara, y mientras decía lo lindos que eran mis labios, paso un dedo por ellos, mi respiración se aceleró un poco, me sentía nervioso, pero me gustaba lo que decía y lo que hacía. Después acerco lentamente su cara a mi, no sabia que hacer, estaba inmóvil, su boca cada vez estaba más cerca de la mía, cerré mis ojos y me dejé llevar.

Sus labios tocaron los míos, provocando una descarga de energía y adrenalina que recorrió todo mi cuerpo, era la primera vez que besaba a alguien, el profe besó mis labios tiernamente y poco a poco comenzó a abrir la boca, yo no sabia como hacerlo pero lo intentaba, fue un beso algo torpe pero que me sacudió por completo, incluso comencé a excitarme, podía sentir mi pequeña verga despertarse. Puse mis manos sobre ella para disimular.

El profe se retiró y vio que me tapaba, sonrío y me dijo

-No te preocupes Ricardo, es normal que pase eso, mira, yo también como estoy

Y agarrándose el bulto, vi que también la tenia parada, su verga era más grande que la mía, se podía ver aun por encima del pantalón, después me preguntó que si quería tocar, a lo que contesté que sí, y es que a decir verdad, siempre había soñado agarrarle la verga a alguien, y no quería perder esa oportunidad.

Acerqué mi mano y comencé a sobarle la verga por encima del pantalón, la traía dura, se sentía delicioso, mi verga cada vez se ponía mas dura también. Después me preguntó si quería que se la sacara, para que la viera bien, no le contesté, solo moví la cabeza diciendo que sí.

Mientras se desabrochaba el pantalón, mi corazón comenzó a latir mas fuerte, estaba ansioso por versela, pero estaba muy nervioso. Se desabrochó el cinto y el pantalón, bajó su cierre y metió su mano para sacarla, cuando salió, la pude ver en su esplendor, era una verga normal, como de unos 18 cm, no muy gruesa pero no delgada, tenia la circuncisión, por lo que su cabeza estaba completamente expuesta, de la punta salía una gota de precum, que brillaba. Era una verga hermosa, perfecta, recta, me tenía hipnotizado. Estaba admirándola cuando me dijo que la tocara, puse mi mano sobre ella, y pude sentir su calor, fue una sensación que jamás olvidaré, se la comencé a jalar suavemente, se recargó en el respaldo del sillón, llevó sus manos a la nuca para disfrutar y cerró los ojos.

Se verga me hipnotizaba cada vez más, me llamaba, moría de deseo de llevarla a mi boca de probarla, hasta que no lo pude controlar más, y lo hice, no sabia cómo, pero no lo creía difícil, metí su cabeza en mi boca, y se la comencé a chupar, el abrió los ojos sorprendido pero sonriendo de placer, comenzó a gemir, de verdad lo estaba disfrutando.

Los dos ya estábamos muy calientes, cada vez con más confianza y menos nervios, mientras se la seguía chupando me dijo

-Ricardo, ¿Quieres probar algo más rico?
-¿Qué profe?
-Ven, vamos a mi recamara

Me dio la mano y nos pusimos de pie, con la otra mano se detuvo el pantalón para que no se le bajara, llegamos a su recamara y cerró la puerta

-No vamos a hacer nada que tú no quieras, voy a llegar hasta donde tú me dejes, si algo no te gusta solo dime y me detengo, ¿Está bien?
-Si profe, está bien

Después se acercó de frente a mí, y luego de decirme nuevamente lo hermosos que estaba me besó otra vez, esta vez el beso fue mejor, abrí mi boca y le seguí el ritmo, nos besamos  tiernamente, con sus manos comenzó a tocar mis nalgas, a acariciarlas por encima del pantalón y a acariciar mi cuerpo. Su boca húmeda pasó a mi cuello para besarlo, mientras lo hacia, lentamente me fue levantandado la playera hasta quitármela por completo para después, uno a uno irse desabotonando su camisa hasta quitársela también ´él.

Su cuerpo era normal, quizá con algún par de quilos más, pero se veía bien, tenía unos cuantos pelos en el pecho y otra pequeña linea en el abdomen, usaba bigote pero no barba, además de que siempre llevaba lentes, se los quitó y los puso en una mesita. Mi cuerpo por el contrario era delgado y suave, sin vellos, cuando me vio, no puedo ocultar una expresión de satisfacción, como quien tiene un manjar frente a él y está a punto de comérselo. Se acercó a mi, y me volvió a besar, cuando se acercó pude sentir el calor de su piel tocando la mía, fue eléctrico, fue emocionante y muy excitante, lo comencé a besar con más intensidad y el me correspondió, se quería comer mi boca, metía su lengua y me lamia los labios y la cara.

Ya que yo era más bajo que él, podía sentir su verga húmeda pegando en mi abdomen, llenándome de su lubricante, soltaba mucho. Se terminó de quitar el pantalón por completo, aventandolo con sus pies a un lado, se agachó para quitarse los calcetines, quedando completamente desnudo, sabía lo que seguía, sabia lo que estábamos haciendo, sentía miedo, nervios, pero quería probar, quería seguir, quería llegar hasta el final, así que lo deje que siguiera.

Me giró y se puso detrás de mí, paso sus manos por delante y tocó mi pecho, mientras su boca jugaba con mis oídos, me fue bajando el pantalón lentamente y yo le ayudé a quitármelo con los pies, después hizo lo mismo con mi calzón, lentamente lo fue bajando para quedar igual que él, desnudos los dos, se agachó un poco para que su verga pegara en mis nalgas, cuando lo hizo, cuando sentí su verga dura y caliente tocar mis nalgas, un escalofrió invadió mi cuerpo, el comenzó a moverse como si me estuviera cogiendo, pero sin meterla, al tiempo que acariciaba mi abdomen y mis piernas. Desde mis piernas subió hasta poner su mano por debajo de mis huevos y luego me agarró la verga, la apretó y me la comenzó a jalar, sentí delicioso, nunca nadie me había tocado, y era completamente distinto a jalartela tu mismo.

Se puso de rodillas detrás de mí y sin soltarme la verga con la otra mano me empujó de la espalda para que me arqueara, al hacerlo acercó su cara a mi culo, cuando sentí su respiración acercarse el corazón se me iba a salir, pero cuando sentí su boca caliente y húmeda entre mis nalgas y después su lengua deslizarse entre ellas, toqué el cielo. Comenzó a comerse mi culo de una manera deliciosa, como si fuera un helado que lamía y lamía, después se puso de pie y acercó su verga a mi culo lubricado, deslizándola una y otra vez entre mis nalgas, de pronto me pregunto:

-¿Te la meto?
-No se, ¿no duele?
-Si, quizá te duela un poco, lo haré despacio, pero tú dime
-Está bien, pero despacio por favor, me da miedo

Me llevó a su cama, puso una almohada y me pidió que me acostara boca abajo, poniendo la almohada en mi abdomen, eso hacia que mi culo quedará levantado, se puso detrás de mí y volvió a comerse mi culo, escupió y se puso algo de saliva, me pregunto si estaba listo, a lo que le contesté moviendo mi cabeza en señal de sí. Cerré mis ojos y los apreté cuando de pronto comencé a sentir como su verga empezó a abrir mi culito, su fierro caliente se comenzó a enterrar suave poco a poco, no era dolor, pero era una sensación extraña, completamente nueva para mí. El siguió empujando suave, poco a poco.

Yo sentía como mi culo se iba llenando de verga con cada centímetro que el profesor me enterraba, lo hacía muy lentamente, permitiendo que mi culo se la fuera comiendo poco a poco, que a su ritmo se abriera para dar paso a la verga caliente del profe que cada vez llegaba más profundo, hasta que sentí su cuerpo pegado al mio, su abdomen pegando en mis nalgas, y su verga topando en mi interior, fue ahí cuando sentí un poco de dolor y lancé un gemido pero el profe me tranquilizó

-Shhhhhh, tranquilo, ya la tienes toda adentro bebé, respira

Comencé a inhalar aire suavemente, a respirar, a relajarme, mientras el acariciaba mis nalgas y mi espalda. Se comenzó a mover suave, la sacaba un poco y la volvía a meter, la sacaba y la metía, cada vez la sacaba un poco más y cuando entraba la clavaba hasta el fondo, cada que lo hacía yo soltaba un gemido.

El ritmo fue aumentando poco a poco, cada vez mas hasta que el mete y saca fue creciendo a un ritmo constante, su verga gorda dilató mi culo virgen, lo abrió, lo rompió para clavarse hasta adentro, entrando y saliendo a su antojo. Me comenzó a coger delicioso, su fierro caliente quemaba mis entrañas de una manera deliciosa, sentía el calor de su cuerpo, el calor de su verga clavándome, me dolía, pero era un dolor soportable, era un dolor que disfrutaba y el también.

Me giró para quedar boca arriba los dos frente a frente, levantó mis piernas y las llevo a sus hombros y me la volvió a clavar de golpe, lancé un grito cuando sentí su verga en el fondo de mi culo, la posición hacia que entrara más profundo, pero el ahogo mi grito y mi lamento con un beso, puso sus manos entre mis dedos y apretó mis manos, me besaba el cuello, me besaba la boca y los pechos, mientras su verga seguía clavándose, sin piedad, cada vez más fuerte.

Me excité demasiado, no lo pude controlar y me comencé a venir, a chorros, traía mecos acumulados porque no me la jalaba seguido, cuando el profe sintió que me venia, se levantó un poco, quedando de rodillas, y con mis pies aun en sus hombros me empezó a embestir muy fuerte, tan fuerte que me lastimó, me dolía, pero yo seguía viniéndome, lo cual me provocaba una mezcla de dolor con placer, fueron tres o cuatro embestidas profundas, cuando se quedó adentro, con su verga clavada hasta el fondo y lanzó un gemido de placer, puso los ojos en blanco y se comenzó a venir en mí.

Su verga empezó a convulsionar, lanzando chorros de semen en mi interior, sentía como su verga palpitaba dentro de mi, y sentía sus chorros calientes llenarme, se quedó un momento así hasta que se vació por completo, poco a poco fue abriendo los ojos mientras me la sacaba.

Cuando la sacó, la vi mas grande que antes, aun la traía parada y no podía creer que había estado dentro de mí, me dijo dónde estaba el baño por si quería entrar a limpiarme, pasó el primero y después entré yo, tenia muchas ganas de hacer del baño, así que me senté y comencé a sentir como solo salía aire mezclado con sus mecos, eran muchísimos, me había llenado el culo, no dejaban de salir, tomé un poco de papel y me limpié, y los vi ahí en el papel, espesos, los mecos del profe que habían estado en mi culo.

Salí y el estaba acostado en la cama aún desnudo, pero ya con la verga flácida, se había puesto los lentes y me pidió que me acercara, que me acostara a su lado.

-Ricardo, ¿Estas bien?
Si profe, me siento algo raro, pero estoy bien
-¿Te puedo pedir algo?
-Si claro profe lo que sea
-Que no le cuentes a nadie por favor, que esto sea solo un secreto entre tú y yo
-Si profe no se preocupe
-Oye, ¿Y te gustó?
-Sí, fue riquísimo, al principio me dolía un poco y en la ultima posición también, sentía como que me topaba hasta el interior
-Si perdón, es que me calenté mucho, yo también sentía que te estaba pegando hasta el fondo, pero me la aguantaste rico, no la tengo muy grande, pero para ser virgen te la comiste bien, te la metí toda y no te rajaste, de acordarme hasta se me esta parando otra vez
-Pero siento que se me quedó abierto profe, ¿así se me va a quedar ya?
-No, ya no te va a quedar como antes, pero al rato se te cierra, a ver como te quedó

Llevó su mano a mi culo nuevamente y me metió un dedo mientras volvía a exclamar de placer

-Ahhh sí no manches te quedó bien abierto, te di verga bien sabroso, lo traes todavía bien mojadito, lleno de mecos
-Sí, me llenó un montón, ahorita que fui al baño se me salieron
-Ah no manches que rico, a ver espérame, quiero ver algo

Se retiró un poco y levantó mis piernas levantando mi culo, después me pidió que pujara, como si fuera a hacer del baño, al hacerlo, sentí como salieron un poco mas de sus mecos

-Ahhh Ricardo no manches, eso es lo mas delicioso que he visto

y sin preguntarme se acomodó entre mis piernas y de golpe, me metió nuevamente la verga que ya se le había parado

-Ahhhhhhh, profeeee

Grité, no me lo esperaba, me empezó a coger fuerte

-Estás bien Rico bebé, eres el culito más delicioso que hay y me lo estoy chingando yo ahhhhhh

Estaba poseído, cogiéndome fuerte, su verga entraba hasta el fondo, me estaba doliendo un poco mas que antes, solo cerré los ojos, y deje que me embistiera a su antojo, que me cogiera sin piedad, fueron solo unos minutos cuando la sacó y rápido se acercó a mi, me tomó de la cabeza y la llevó a su verga, instantáneamente se la chupé, apenas le había dado unas cuantas chupadas cuando se empezó a venir en mi boca

-Cometelos, comete mi leche bebé

Obedecí, deslice por mi garganta su leche caliente y espesa, salada pero deliciosa, me tragué cada gota hasta que terminó, luego me besó, probando su propia leche. Terminamos exhaustos, sin fuerza

-Ricardo, ya es tarde, si quieres ya irte a tu casa antes de que se haga de noche, no te llevo, para que no te pregunten tus papás que por qué estabas conmigo
-Pero no terminamos de revisar los exámenes
-No te preocupes los termino yo
-¿Pero mi calificación?
-Tienes 10 Ricardo, tienes 10, no te puedo poner más, si no, te ponía un 20

Se acercó y me dio otro beso, nos cambiamos y me acompañó a la puerta, al salir yo era otro, mi perspectiva de la vida había cambiado, iba feliz, iba asustado, aun sentía mi culo palpitante, sabía que lo quería repetir pero no sabia si volvería a pasar, por mí parte, solo era cuestión de una cosa, de que él profe me lo pidiera.














viernes, 24 de julio de 2020

MI TIO RUBEN

Mi tío Rubén siempre fue el típico chacal, feo, pero de buen cuerpo, de joven hacía pesas con cemento en casa de mi abuela, lo recuerdo perfectamente, yo era un niño admirándolo, admirando su fuerza, inclusive deseando que él fuera mi papá. El mío había abandonado a mi mamá y yo ni lo recordaba.

Mi tío era divorciado, su esposa lo dejó para irse con otro y él nunca se volvió a casar. Mi tío tenía un gran defecto, no le gustaba trabajar, desde su divorcio se convirtió en un mantenido, viviendo de lo que mis abuelos le daban. Pero conmigo era muy cariñoso.

Yo comencé a crecer y a despertar mi sexualidad y veía en mi tío ese amor de padre que nunca tuve, cuando me abrazaba sentía su fuerza, sus brazos y olor de hombre, de macho. Poco a poco ese cariño se fue convirtiendo en otra cosa, comencé a fantasear con él, comencé a desearlo. Cuando podía lo espiaba mientras se bañaba, ya que el baño tenía una ventana que daba al jardín. Ponía un bote y me asomaba discretamente para verlo mientras secaba su cuerpo desnudo.

Fue ahí cuando vi una verdadera verga, una verga de toro, de semental, gruesa y cabezona. Se veía hipnotizante junto con sus enormes huevos que le colgaban como si le pesaran, eran enormes, debían estar a reventar de mecos, ya que no tenía pareja y casi no salía, lo llegué a ver masturbándose, jalándose ese enorme animal para satisfacer sus ganas. Mientras lo hacía, imaginaba que me la metía, y que era a mí a quien llenaba de sus mecos y no a su abdomen.

Así crecí, deseándolo, soñando con él, comencé mi vida sexual con algunos amigos y una que otra pareja que tuve, pero siempre estaba él en mi mente. Cuando iba a casa de mi abuela lo veía, lo saludaba y me ponía caliente tan solo de tocar su mano. Ahora él tenía 55 años, yo 18, pero aún se veía muy bien, mantenía su figura, que aunque no como antes, seguía siendo un hombre grande y fuerte.

Para ese entonces yo ya vivía solo, me había salido de mi casa para no tener problemas con mi mamá y poder vivir mi sexualidad plenamente a mi manera, ganaba bien en mi trabajo y podía compararme lo que yo quisiera.

Una noche, soñé que estaba con mi tío, que me decía que me deseaba y que me hacía suyo, fue un sueño muy real, un sueño húmedo, pero que me perturbo por completo, desperté deseándolo aun más, aun lo podía sentir dentro de mí a pesar de ser un sueño, quería que fuera mío, quería que me hiciera suyo, aunque estaba consciente de que era algo imposible.

Ese día más tarde, cuando salí de trabajar, fui al centro a comprar unas cosas que necesitaba, y lo vi sentado en una banca de la plaza, solo, leyendo un periódico, traía un pantalón que le marcaba sus hermosas y perfectas piernas, pero sobre todo, le marcaba el bulto, ese bulto de macho, dormido pero con ganas de despertar y ser atendido.

Me acerqué a saludarlo, sentándome a un lado suyo.

-¿Hola tío cómo está?
-Hola hijo, bien, aquí matando el tiempo. ¿Tú cómo has estado?
-Bien tío, puro trabajar ya ve, tengo que pagar la renta y esas cosas
-Ta bien hijo, que le eches ganas y no seas un huevón como yo, la verdad ya ni me da pena decirlo.
-¿Y por qué no se busca un trabajo tío? Aun está fuerte y puede hacerlo
-Sabes hijo, Yo le perdí el sentido a la vida cuando mi vieja me dejó, ya no tengo motivación, para que quiero casa y cosas si cuando me muera no se le van a quedar a nadie.
-¿Y por qué no se buscó a otra mujer?
-Todas son iguales hijo, a la chingada la viejas, todas son unas traicioneras
-Tío, y en todos estos años, ¿Cómo le ha hecho para quitarse las ganas? No me va a decir que no ha estado con nadie
-Cuando estaba más joven sí, una que otra me las aflojaba, pero ya ahorita no cualquiera, y pues la verdad, aquí en confianza, a mi me gustan los culitos tiernitos, pero ya las que me puedo agarrar están muy correteadas, y las jovencitas, si no tienes dinero no te pelan
-Oiga tío, perdón si mi pregunta es muy indiscreta, pero, ¿nunca se ha cogido a un hombre?

Mi tío se quedó callado, pensándolo, y de pronto me dijo

-No hijo, la verdad no, aunque a estas alturas de mi vida no le haría el feo a un buen culito, pero la verdad a veces los cabrones se cotizan más que las viejas, sin ofender, yo se que tu eres gay, y la verdad yo te quiero mucho y a mi no me importa como tu seas.

Cuando me dijo eso, me sincere con él, no lo pensé y de mi boca salió lo que siempre había callado

-Yo también lo quiero mucho tío, siempre lo he querido, y sabe, todas las viejas que lo rechacen son unas tontas, porque yo daría lo que fuera por tenerlo, se que es mi tío, y que le diga esto esta mal, pero siempre me ha gustado, desde que soy adolescente, y no cómo tío, me gusta como hombre, se que eso es imposible y nunca lo voy a tener como a mi me gustaría pero...

En eso me interrumpió para preguntarme

-¿Y cómo te gustaría hijo, a ver, dime?

Le contesté, total, ya había escupido mi verdad, no quedaba más que terminar de decirlo

-En mi cama tío, con su verga clavada entre mis nalgas

Me quedé helado, lo había dicho, había escupido como veneno eso que desde hacía años me mataba, no había marcha atrás, lo había dicho. Mi tío se quedó callado, viéndome fijamente, yo estaba a punto de llorar, de levantarme e irme corriendo de ahí, cuando comenzó a hablar nuevamente

-Sabes hijo, siempre supe que me espiabas, tú pensabas que no me daba cuenta, pero sí, te veía asomándote por la ventana del baño, y me excitaba jalarmela pensando que me estabas viendo, a pesar de que eras mi sobrino y eras solo un adolescente. Todo el tiempo creí que era solo una curiosidad por tu edad, y pensé que quizá serías gay. No me equivoqué, cuando tu mamá nos contó, para mí no fue una sorpresa, pero jamás pensé que tenias este sentimiento por mí.

Ya me había sincerado con él, no quedaba más que disculparme y retirarme, moría de pena.

-Lo siento tío, jamas debí decirle esto, es verdad, es lo que siento, pero pues, usted es mi tío y siempre sera solo eso
-Y quién dice eso? ¿Quién dice lo que está bien y lo que está mal? Yo ya estoy viejo, pero si tú quieres, si de verdad tienes ganas de que te coja, sí te hago el favor, y de paso me lo hago yo, que la neta no me caería nada mal. Nomas que me vas a tener que decir cómo porque nunca la he metido por el culo, la única vez que se la intente meter a una vieja por ahí, casi la mate, no aguantó ni la primera metida
-Sí tío, no se preocupe yo me encargo

Le dije con un tono seductor, mi ritmo cardíaco estaba aumentando y mi calentura subiendo a mil, el saber que ni las viejas se la aguantaban me prendió muchísimo más. En seguida me preguntó:

-¿Y cuándo se hace o cómo va a estar todo?
-Pues cuando usted pueda, yo vivo solo, después de las 8 puedo cualquier día
-¿Y si vamos de una vez? ¿O tienes algo mejor que hacer?
-No tío, por usted cancelo cualquier compromiso, vamos.

Nos dirigimos al departamento, en el camino casi no hablamos, yo manejaba, y él iba muy serio, solo me dijo que esperaba que eso solo seria entre nosotros dos, que nadie más se enteraría, le dije que no se preocupara, que nadie iba a saberlo.

Llegamos al departamento y le ofrecí una cerveza, nos tomamos dos cada quién mientras me preguntaba todas sus dudas, que si ya había estado con otros hombres, que si no me dolía el culo, que si no se le iba a ensuciar. Le expliqué todo y pasé al baño a asearme, salí y lo invité a mi recamara, yo ya estaba casi desnudo, solo llevaba un jockstrap para mostrar mi culo.

-Qué buen calzón hijo, listo para meter el fierro
-Sí, para eso es. ¿Le gusta?
-Se te ve chingón, no pensé que estuvieras tan nalgón

Yo soy bajo de estatura, 1.69 pero muy acuerpado y de muy buenas nalgas, completamente lampiño. Después mi tío siguió con la conversación, de verdad no sabia como iba el sexo con un hombre, pero supe que estaba excitado porque el pantalón estaba que le reventaba, se le veía un bulto enorme, cobrando vida.

-Hijo, siento que te voy a lastimar, estas muy tiernito para mí, no se ni como tratarte
-Como a una mujer tío, solo que en lugar de  metermela por la vagina, me la va a meter por el culo
-¿Y tú no chupas la verga?
-Claro que sí tío, muero de ganas de hacerlo

Me acerqué a él, puse mis manos sobre su fuerte pecho, y despacio fui bajando una mano hasta tocar su verga, la traía durísima, de lado, parecía que traía una macana de policía ahí escondida. El pasó sus manos por detrás y me comenzó a sobar las nalgas, mientras yo le iba desabrochando el cinto, el pantalón y lentamente le bajé el cierre.

Metí mi mano por su calzón, me recibió una mata de pelos gruesos, y un poco más y pude tocar su fierro, duro y caliente. Me puse de rodillas frente a él, y me detuve un momento, no podía creer que estuviera pasando, mi mayor fantasía desde adolescente estaba por hacerse realidad, hacia mucho que no le veía la verga a mi tío, la recordaba, monstruosa, imponente, pero nunca la había tenido así de cerca.

Pegue mi nariz para olerla y comencé a morder por encima de su trusa, mientras él se bajaba un poco el pantalón, volteé a verlo a la cara pero tenia los ojos cerrados, su respiración se agitaba.

Lentamente le bajé el calzón, primero se asomaron sus pelos largos y negros, y después poco a poco se fue asomando ese enorme animal, cuando salió por completo apuntaba directamente a mi cara, amenazante, era más grande de lo que recordaba, se veía aún mas descomunal, inclusive yo mismo dude si sería capaz de aguantarla. Mi culo y mi estomago se estremecieron. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Comencé a temblar de la calentura.

-¿Qué traes hijo, por que tiemblas? ¿Ya te asustaste? Te dije que era mucha verga pa' ti

No le contesté, me lancé a su verga, a mi verga, porque era mía, solo mía y quería deborarla, saborear cada centímetro.

La traía sucia, olía fuerte, a verga, a sudor, a macho, y sabía penetrante. No me importó, al contrario, eso despertó en mí una fiera. Comencé a chupar y a chupar haciendo que su verga inundara mi boca, trate de meterla a mi garganta, pero no cabía, intentaba con más fuerza pero era imposible. Mi tío se retorcía de placer y trataba de ayudarme a tragar empujando su verga a mi garganta, pero no entraba mas allá.

-Si no te entra en la boca, menos te va a caber en el culo hijo, yo creo que no vas a aguantar

Me puse de pie y saque de mi cajón un lubricante y unos poppers, inhale un poco y mi tío me preguntó qué para que era eso. Le dije que me ponía más caliente y le ofrecí, él confió en mí e inhaló también.

Rápidamente comencé a sentir el efecto, el calor, la aceleración del corazón, mi cuerpo quería verga ya. Tomé el lubricante y le llené la verga a mi tío, y luego me puse suficiente en el culo. Mi tío se terminó de desvestir mientras yo me acomodaba de perrito en el bordo de la cama, pegando mi pecho para quedar lo más empinado posible.

-¿Entonces ya así te la clavo?
-Rompame tío, metamela hasta el fondo sin piedad

Ya no contestó, se acerco a mi culo y así como se lo pedí la acomodó, y de golpe, la dejó caer. Su verga se abrió paso entre mis nalgas abriéndome el culo, rompiéndolo, y provocandome un gran dolor, sin embargo era más mi calentura, su verga había logrado entrar de golpe hasta la mitad, mordí mis dientes para soportar la siguiente embestida, le costó un poco, pero presionó con fuerza, yo sentía como las paredes de mi culo se rompían con cada centímetro de verga que mi tío me clavaba, pero él no desistió hata que su verga se clavo por completo, deslizándose hasta el fondo. Jamás había sentido eso, jamas había tenido una verga de ese tamaño, era como una primera vez, nuevamente me estaban rompiendo el culo, literal, rompiendo el culo.

Grité fuerte, de placer y de dolor, mi tío me la sacó asustado, respire un poco y le dije:

-No la saqué tío, aunque grite no me la saque, cójame sin piedad, no se detenga, aunque le suplique que ya no
-¿Seguro?
-Sí tío cójame a su antojo, vióleme, mi culo es suyo, haga con él lo que quiera

Y así de golpe y hasta el fondo, me clavó su enorme trozo de carne nuevamente, y grité, fue inevitable, pero ahora me la dejó así, adentro

-Así cabron, así la quieres
-Sí tío así

Yo apenas podía hablar, el popper ya tenía poseído a mi tío, y el placer se apodero de él, comenzó a darme unas embestidas fuertes, profundas, mi culo no ponía resistencia su verga se iba hasta adentro provocándome arcadas de dolor, después de un momento comenzó a aumentar la velocidad, no aguantaba, sentía que me rompía por dentro

-Más despacio por favor tioooo, más despacio ahhhhhh!!
-Nel cabrón tú me pediste así, te aguantas, ah no mames que ricooooo ahhhhh

Y seguía clavándome. Me intenté salir un instante, quería descansar pero mi tío era muy fuerte me tomó de la cintura y no me dejó ir a ningún lado, sentí que vomitaba, mis ojos lloraban y sudábamos muchísimo.

En una embestida empujó tan fuerte que me quité, me logré zafar haciendo que su verga se saliera, la vi fijamente y pensé que me iba a matar, pero era mi tío, mi mayor pasión, y era su verga, la verga que siempre soñé. Tomé nuevamente los poppers, inhalé y me acosté boca arriba, levanté mi pies, tomándolos yo mismo con mis manos.

Mi culo se abrió, y mi tío se mordió los labios mientras se trepó a la cama, acomodándose entre mis piernas, cerré mis ojos para sentir, para disfrutar el calor de la piel de su verga quemando las paredes de mi culo, sentí como cada centímetro me penetraba hasta que topo hasta el fondo, solo lancé un leve gemido, era un esfuerzo sobre humano soportar esa verga, pero era demasiado placer para mí, sentía que me volvía loco, quería que me matara, que me rompiera sin piedad. mi tío se tumbó sobre mí y yo por instinto abrí mi boca, y él me correspondió besándome apasionadamente mientras aumentaba el ritmo haciendo que sus embestidas fueran cada vez mas fuertes y profundas. Yo lo abrazaba por la espalda, mis pequeñas manos apenas podían cubrirla, y deslizándome con su sudor bajé mis manos a sus nalgas, quería quedarme así, morir así, lleno de verga, y qué verga, qué vergota.

Mi tío se acercó a mi oído, yo apenas escuchaba, estaba en un viaje, drogado de tanta verga, aturdido por el dolor, y apenas respirando por su peso sobre mi cuerpo, me preguntó:

-¿Te los echo adentro hijo? ya me voy a venir
-Sí tío, deme su lechita, preñeme
-Ahí te van

Y así pasó, se comenzó a venir a chorros, sus enormes huevos se contraían para que de su verga salieran disparados sus mecos, calientes y espesos, sentí como salían, como me llenaban.

-Así quédese tío, no me la saque todavía
-Yo creo que nos vamos a quedar pegados hijo, como los perros
-Ahh sí que rico, tener su verga siempre adentro

Poco a poco se le fue bajando, pero yo no me había venido, seguía caliente, cundo se salió, le pedí que se acostara boca arriba y comencé a limpiársela con mi lengua, probando el sabor de mi culo mezclado con su leche, mientras me la jalaba, se le comenzó a parar de nuevo, yo se la seguía chupando cuando nuevamente sentí que se venia, llenándome la boca de mecos, los cuales me tragué sin pensarlo, mientras yo también me venia a chorros.

Quedé desplomado sobre él, satisfecho, pleno, feliz. Había cumplido la mayor fantasía de mi vida, aún no lo creía, era irreal, pero acababa de pasar, la prueba, sus mecos calientes que aún guardaba en mi interior.

Mi tío se despidió de mí, prometiendo visitarme seguido, le dije que cuando quisiera lo esperaba, literal, con las piernas abiertas.

sábado, 4 de julio de 2020

AL CLIENTE LO QUE PIDA

Haber puesto mi propia tienda de ropa, era algo de lo que me sentía muy orgulloso. No tuve oportunidad de estudiar más allá de la prepa pero siempre soñé con este negocio. A mis 27 años ya tenía mi casa, mi coche y todo lo que necesitaba para vivir cómodamente, siempre me he considerado atractivo ya que me va muy bien en cuestión de ligue, soy alto, piel morena, lampiño y con un cuerpo que me ha costado mis buenos años de ejercicio, me gusta mucho hacer glúteo ya que la mayoría aman que tenga buenas nalgas, sin embargo a pesar de irme tan bien con los hombres, no había podido establecer ninguna relación formal, todas mis energías estaban puestas en mi negocio, con el tiempo había logrado hacerme de muy buenos clientes y no lo pensaba descuidar.

En una ocasión cuando ya estaba saliendo de la tienda, llegó un cliente que muy seguido compraba, me dijo que si no le podía hacer favor de venderle una camisa, ya que al día siguiente viajaría temprano y no alcanzaría a pasar a comprarla, ya mis empleados se habían ido, pero como dueño, sabía que en ocasiones es necesario hacer ciertos sacrificios por los clientes para generar fidelidad, así que acepté, nos pasamos y cerré nuevamente la puerta, ya que si dejaba abierto podían llegar más cientes y no los podría atender.

Era un chavo como de 30 años, muy guapo, como de 1.75, con un cuerpo bastante rico, no de gimnasio, al contrario, tenía algo de panza, que me encantaba, era un cuerpo de lo más normal, sin embargo algo tenía que me atraía demasiado, me llamaba mucho la atención sus vellos en el pecho y su barba cerrada. No demoró mucho en escoger un par de camisas y pasar al probador, al final le gustaron tanto que se decidió por ambas. Lo invité a pasar al área de caja para cobrarle y mientras lo hacia me comenzó a sacar platica:

-Está muy bonita tu tienda, felicidades, y sobre todo tienes ropa muy padre
-Gracias, que bueno que te gusta
-Se ve rara la tienda así sola, estoy acostumbrado a que siempre hay mucha gente
-Si a veces me ha tocado quedarme aquí solo, acomodando o haciendo cuentas
-Orale, y nunca te has traído a tu novia, o alguna chava? me daría mucho morbo hacerlo aquí jeje

De pronto su pregunta me sorprendió, sin embargo, a decir verdad, varias veces me había masturbado en los vestidores, imaginándome que me la metía algún cliente que me hubiera gustado en el transcurso del día, pero todo había quedado en fantasías, nunca lo había llevado a la realidad.

-No, nunca me he traído a ninguna chava, ni me la pienso traer jeje, no me gustan las mujeres
-Ahh ok, bueno, entonces a un chavo
-Jeje no tampoco
-Discúlpame, creo que me estoy tomando mucha confianza contigo
-No te preocupes no pasa nada
-¿Y tienes pareja?
-No, estoy soltero desde hace tiempo
-Sabes, yo siempre me he considerado hetero, pero últimamente tengo muchísima curiosidad de coger con un wey, nomas para saber que se siente meterla en un culito de hombre
-Pues a lo mejor eres bi, deberías intentarlo y no reprimir tus gustos
-¿Sabes cual es el pedo?, que no tengo con quien calarle, me deberías dar chance jeje
-Jeje no tuvieras tanta suerte

Pensé que estaba bromeando, muchas veces mis amigos hacían comentarios así a manera de broma, sin embargo su tono se volvió muy serio

-Neta wey, tengo ganas de probar un culito, y tú me gustas para eso, perdóname ser tan directo y espero no ofenderte, pero se ve que tienes un culito bien rico

La verdad el wey estaba delicioso, y su insinuación me estaba poniendo muy caliente

-Gracias, pero la verdad no se qué decirte
-Dame chance, ándale, al cabo no hay nadie en la tienda, te voy a coger bien rico, vas a ver que hasta vas a querer repetir, las viejas siempre me ruegan por verga, aunque les duela pero siempre quieren más
-¿La tienes muy grande o qué pedo?

En eso se hace para atrás del mostrador, y se comienza a bajar el cierre, la conversación lo tenía muy caliente, y cuando se sacó la verga ya la traía parada, inmediatamente abrí los ojos, de verdad era una muy buena verga, de esas gorditas que tienen mucha carne, esponjosa y con una cabeza pelona, brillosa, que babeaba de la punta, una verga morena a pesar de ser él de piel blanca, llena de venas que la hacían ver fuerte, dispuesta a romper lo que se pusiera en su paso.

Sin dejar de verlo a los ojos, lentamente salí del mostrador para acercarme, cuando estuve frente a él, le comencé a tocar la verga, a jalarsela suavamente mientras nuestras cara estaban a centímetros, sentía su respiración agitada, estaba nervioso.

-¿Entonces quieres probar un culito de hombre?
-Si, ¿me lo vas prestar?

No le contesté nada, me desabroché el pantalón, y lentamente me baje la parte de atrás dejando mi culo al descubierto, tomé sus manos y las puse sobre mis nalgas que inmediatamente apretó, se veía agitado y un poco nervioso, así que decidí ser yo quién llevara las riendas.

Me puse de rodillas frente a él y mirándolo a los ojos desde mi posición, fui acercando mi boca a su verga, poco a poco hasta que mis labios estuvieron a un centímetro de ella, saqué mi lengua y primero comencé a tocársela con la punta para después suavemente abrir mi boca y comenzar a chupar.

Primero la cabeza, lento, saboreando esa deliciosa baba salada que soltaba y que me hacia tocar el cielo de morbo y placer, seguí despacio, permitiendo que él sintiera la suavidad y la humedad de mi boca. Siempre me gustaron los hombres hetero, o que parecen hetero, me hacían sentir que era una hembra lista y disponible para su macho.

El soltaba gemidos de placer mientras se retorcía, y más aún cuando poco a poco comencé a meterme su verga más a fondo, lentamente cada vez mas profundo hasta mi garganta, su verga gorda y carnosa, caliente y palpitante me ahogó, pero yo me la quería comer toda, era la verga más rica que había probado, sentí como se puso cada vez más dura en mi garganta y desesperado comenzó a moverse de adentro hacia afuera, tomándome del cabello para que no escapara a ningún lado, sentí que me estaba ahogando, los ojos me lloraban al no poder respirar, con mis manos sobre sus piernas me empujé hacia atrás pero no lo lograba, el seguía violandome sin piedad la garganta, su verga resbalaba por mi garganta una y otra vez, solo detuvo porque estuvo a punto de venirse.

Sacó su verga de mi boca completamente ensalivada, se veía loco de placer

-Ya te quiero coger wey
-¿Aquí?
-Si aquí, arrímate al mostrador

Estábamos a unos pasos, me acerqué y recargué mis manos, los dos de pie, él se puso detrás de mí, yo paré mi culo lo mas que pude y él acomodo su verga resbalosa por mi saliva, la colocó entre mis nalgas y dio un fuerte empujón metiéndome media verga de golpe, lancé un leve gemido de dolor ya que de vedad tenía la verga gruesa, y así, sin más, dio otro golpe dejandomela ir hasta el fondo, hasta pegar en mi intestino, podía sentir como las paredes de mi ano se rompían, desgarrándose  para comerse tremenda verga, el dolor me calentó haciéndome levantar más mi cola, para que entrara toda, por completo hasta que sus pelos pegaran en mis nalgas, no quedó ni un centímetro afuera, yo comencé a bramar como perra de placer, de saber que era una verga de macho, la que me estaba matando, la que tenía mis intestinos inundados de verga.

-¿Te dolió puto?
-Si no mames, que vergota tienes
-Es tuya puto, es toda tuya

Cogía muy fuerte sin piedad, me tomaba de la cintura para que no escapara a ningún lado, me besaba el cuello, sentía su lengua húmeda en mis orejas, me tomó del cabello y comenzó a embestirme más fuerte, no pude evitar gritar con cada metida, sentía que me perforaba algo en el interior, era todo un semental vergón. Mientras me cogía terminé de quitarme el pantalón para poder abrir más los pies y mi culo se abriera más, traía mi verga paradisima de lo excitado que estaba.

Después de un rato de estar cogiendo así, se salió y aproveché para voltearme y quedar de frente a él, intenté besarlo pero se resistió un poco, me acerqué nuevamente y esta vez cedió, nos besamos apasionadamente, metía su lengua en mi boca y yo me moría de placer con el sabor de su saliva, lentamente lo fui tumbando sobre una pequeña mesa en donde había playeras dobladas, hasta que que quedó acostado boca arriba, con la verga apuntando al cielo, se veía monstruosa ente enorme, mojada, llena de mí, le quité el pantalón y los calzones, que ya traía hasta abajo para que pudiera abrir los pies.

De golpe me senté en su verga quedando completamente ensartado, me dolió, pero ese dolor yo lo dominaba, me gustaba, me exitaba, el exclamó de placer, sus ojos se quedaron en blanco y yo como un jinete montando su caballo, comencé a cabalgar, metiendo y sacando su verga hasta el fondo cada vez que me sentaba, quería más de su verga, quería arrancarsela con él culo, succionarla hasta lo profundo de mí y que se quedara ahí, exprimirla hasta que soltara toda la leche que sus enormes huevos de macho guardaban y que me llenara se él.

Comencé a cabalgar más rápido poseído por el placer de estarme cogiendo a un cliente en mi propia tienda, con cada cabalgada dejaba caer todo el peso de mi cuerpo sobre su verga que se enterraba por completo en mí.

-Espera wey, espera, no manes, me voy a venir, ya no aguanto wey
-Vente, vente, llenarme el culto de leche cabron, echamelos adentro, preñame como a una perra
-Ah wey no mames, me estas cogiendo tú a mí, que pinché culote tan rico y tan tragon, ve como te la tragas puto, se te va toda sin pedo, ahhhh ya me vengo.

Comenzó a expulsar su leche en mí, se retorcía de placer, su leche se me salía con cada nuevo sentón, comenzó a escurrirseme, pero yo seguía cabalgando

-Ya wey, ya quítate, no mames yaaaa

Pero no hice caso y seguí montando su verga, hasta que comencé a venirme yo también a chorros, que salían disparados hasta su cara, él solo cerraba los ojos.

Cuando terminé, me desplome sobre su pecho, y nos quedamos un momento así, sin hablar, recuperandonos.

Cuando habló nuevamente me dijo.

-We traigo la pinché cara llena de mecos, pero qué pinché rico estuvo, no mames que perro cogidon me diste, hasta me duele la verga, ya me imagino como te quedó el culo

Me puse de pie y me agache, abrí mi culo con las manos y el resto de sus mecos se empezaron a salir, se levantó tambien y metió su dedo, luego, otro y otro.

-Qué pinche rico, te quedó el culito bien abierto y bien preñado, todavía traes ahí a mis morros. Quieres quieres que te los bata otro rato, todavía traigo más.

Y así sin oreguntarme, me volvió a enterrar su verga que ta traía parada nuevamente. Esta vez no hice nada, lo dejé que él me cogiera a su ritmo, solo levanté el culo para que se le hiciera más fácil.

Su verga gorda entraba sin piedad, deslizandose entre sus mecos, batiendolos en mi culo, yo ya no estaba tan excitado así que esta vez, a pesar de que mi culo estaba completamente dilatado, sentí más dolor, sentí como su verga me topaba hasta el fondo. Cuando me dijo que se iba a venir, me salí y me llevé su verga a mi boca, tragandome sus mecos salados, succionando hasta la última gota, dejando sus huevos secos. Me puse de pie y me beso, despues de eso me dijo.

-Es el sexo más pinche puerco pero más rico que he tenido en mi vida, gracias por prestarme tu culito, pero no te la voy a perdonar, esto se tiene que repetir.

Ese día nos despedimos, él salió de la tienda y yo me quedé acomodando el desorden que habiamos causado.

Muchas veces ha regresado a comprar, siempre, cuando estoy a punto de cerrar.

jueves, 11 de junio de 2020

ME CONVERTI EN ESCORT

Estaba en Guadalajara por cuestiones de trabajo, me había hospedado en el mismo hotel en donde sería el congreso, uno de los mejores hoteles de la ciudad, ese era una de los tantos beneficios de trabajar para una empresa tan importante, sin embargo a pesar del buen salario y las prestaciones, no me sentía feliz, me sentía atado.

Esa noche ya en mi habitación decidí abrir una aplicación de ligue, había varios perfiles interesantes, sin embargo me llamó la atención uno en especial, era de un hombre de 28 años, activo, de excelente cuerpo y muy guapo, moreno, marcado. Entre sus diferentes fotos que por cierto, todas se veían profesionales, había unas en donde estaba desnudo, muy buena verga, como de 20 cm, completamente recta, de esas vergas que se te van de golpe, se veía riquísimo. Dudé que fueran fotos de él, realmente parecía un modelo.

Me animé a escribirle, ya que nunca me ha intimidado ningún hombre, por muy guapo sea, me considero bastante atractivo, me esfuerzo mucho en mantener el cuerpo que tengo, soy un hombre de 1.75, piel blanca, y cabello castaño, ojos verdes, lampiño, el perfecto twink. En ese entonces tenía 22 años.

Comenzamos la conversación e inmediatamente me pidió fotos, le envíe varias, en donde me veía más sexy, mostrando mi enorme trasero, inmediatamente funcionó, se calentó y me dijo que me quería meter la verga, que me quería romper el culo, que traía los huevos cargados de leche para vaciarse en mí. Le dije en que hotel estaba hospedado y en que habitación, lo invité a que fuera.

Me respondió que si pero que me saldría en $2000 por una hora. Era un escort, aunque en ninguna parte de su perfil decía que lo era, de ser así no le hubiera escrito, no estaba dispuesto a pagar por sexo, o por lo menos en ese momento así lo veía. Me consideraba capaz de ligarme al wey que quisiera y gratis como para tener que pagarle a alguien. Le dije que no, le desee suerte y me despedí a pesar de su insistencia y sus ofertas por hacerme un descuento.

Se había hecho tarde y sinceramente había perdido el interés por coger así que me dormí. Al día siguiente después de desocuparme de mis actividades, abrí nuevamente la aplicación, tenía mensajes de Erick, el chavo escort, algunos me los mandó ya tarde y otros en la mañana. Sus mensajes decía lo siguiente:

"No mames wey me quedé con ganas de comerme ese culito, hace rato que no meto la verga en un culo tan delicioso"
"¿wey sigues despierto? ¿quieres que te caiga al hotel para cogerte y dejarte mis hijitos en ese culito sabroso? No te cobro nada"
"Wey hasta soñé contigo y con tu culo, no se me baja la verga solo de pensar en él, dame chance de clavarte, ¿sigues en Gdl?

Decidí contestarle, le dije que sí, que seguía en Gdl, pero que si quería cogerme le costaría $2000 por una hora, se la quería regresar. Quedé completamente sorprendido cuando me dijo que si, que me los daba, pero que le diera chance de reventarme el culo.

Todo esto era demasiado morboso, acepté y lo recibí en la habitación de mi hotel, me puse un jockstrap, y lo esperé en el bordo de la cama, a gatas, con el culo completamente limpio, listo para recibir su deliciosa verga, no quería besos, no quería mamarla, solo quería sentir su verga caliente y sus descargas de leche en mi culo.

Abrió la puerta y lo vi entrar, era perfecto, mejor que en la foto, llevaba ropa deportiva, se veían sus brazos tonificados y trabajados, y la verga parada se le marcaba en los shorts.

Cuando me vio así a gatas listo para recibirlo, dejó su mochila a un lado y se lanzó a comérmelo, cuando sentí el calor y la humedad de su boca entre mis nalgas toqué el paraíso, era un experto en lo que hacía, se notaba, su lengua rozaba suavemente mis nalgas lampiñas y mi culo. Me comenzó a meter la lengua, me estaba cogiendo con ella, la metía y la sacaba y luego me escupía, así hasta que mi culo palpitó pidiéndole que lo rompiera, que me dejara ir la verga sin piedad.

Se bajó un poco sus shorts, no llevaba ropa interior, su verga recta apuntó dispuesta a matar, comenzó a sobar su cabeza que se resbalaba por la saliva, y sin más se dejó caer sobre ese culo ansioso por recibirlo, su verga comenzó a abrirse paso mientras mi culo sentía como sus paredes se rasgaban y poco a poco, centímetro a centímetro esa verga me invadió. Cuando sentí que me tenía completamente ensartado con la verga hasta el fondo, lancé un gemido de placer.

El me tenía tomado de la cadera y así se quedó un momento con la verga adentro mientras yo sentia como mi culo terminaba de estirarse adaptándose a ese ser extraño que lo invadía.

Me la retiró poco a poco hasta sacarla por completo lentamente y me dio una nalgada muy fuerte, que dolió pero que me hizo sentir como una puta, haciendo que levantara un poco mas mi culo, ofreciendoselo para que hiciera lo que quisiera con él.

Y de golpe sin avisar, me la dejo ir hasta el fondo nuevamente, grité de placer y de dolor, o de dolor que causaba placer. Después de eso no paró, me comenzó a bombear el culo sin piedad, salvajemente como nunca nadie lo había hecho, su verga me taladraba haciendo que gritara y gimiera, sentí que me venia de tanto placer. Su verga llegaba hasta lo más profundo de mis entrañas con cada embestida que daba.

Cambiamos de posición varias veces, me monté en el, me puso de perrito, me cargó con la verga adentro, pasó mas de una hora y nosotros seguíamos cogiendo, besándonos y entregándonos al morbo y al placer, hasta que no aguantamos más, y él sobre mi, con mis piernas en sus hombros descargo toda esa leche prometida, mientras me besaba, pude sentir como su verga se contraía para llenarme se sus mecos espesos y calientes.

Cuando me sacó la verga, mi culo expulsó la mitad de los mecos que le habían vaciado, se abría, a punto de salirse, cuando Erick vio eso, se lanzo a comérselo, saboreando sus propios mecos, y después los llevo a mi boca, y nos besamos mientras ambos saboreábamos su semen aun caliente.

Terminamos rendidos en la cama, exhaustos después de lo que para mí había sido la mejor cogida de mi vida. Después de un rato tirados en la cama platicando me sugirió algo.

-Sabes deberías ser escort, te iría bien, puedo apostar a que muchos pagarían muy bien por estar contigo, tienes un culo riquísimo, estas guapo, joven y coges como pocos, deberías intentarlo, yo trabajo para una agencia con clientes seguros y muy exclusivos, si quieres te puedo presentar y recomendar.

Le dije que no, que era demasiado para mí, aun así me dio su numero antes de irse. Esa noche estuve pensando muchísimo en eso, comencé a fantasear con varios hombres tomando mi cuerpo, hombres casados o con novia que solo querían comprar un buen rato de sexo, ejecutivos, o cualquiera que deseara tenerme. Más que el dinero me atraía la idea de ser comprado, de que alguien hiciera con mi cuerpo lo que quisiera y me cogiera como a una puta, sí, eso era lo que me gustaba y me atraía, sentirme una puta.

Cuando regresé a la Ciudad de México, le escribí y quedamos de ir a las oficinas de la agencia en la ciudad, después de una serie de fotos y unos días de pruebas, me aceptaron, me preocupaba que un familiar o algún conocido encontrara mi foto y supiera a lo que me dedicaba, sin embargo no le dí importancia, total, era mi vida y yo era un adulto libre y capaz de tomar mis propias decisiones.

Fue así como comencé mi vida de scort, y he pasado noches increíbles, hombres de diferentes nacionalidades, de diferentes ciudades del país, vergas de todos los tamaños, tríos, y hasta gangbangs. Me encanta y no me arrepiento de nada, amo mi vida como escort, disfruto el sexo y además me pagan por ello, que más puedo pedir.

viernes, 24 de abril de 2020

EL NOVIO DE MI TÍA

Cuando tenía aproximadamente 12 años, mi tía, hermana de mi papá, comenzó a salir con un chavo de su misma edad, aproximadamente 25 años. Era un chavo muy atractivo, aunque no precisamente guapo. Lo que me llamaba mucho la atención de él, era la gran cantidad de vellos que tenía, parecía un oso, lo llegué a ver en algunas ocasiones que estábamos en la piscina de mi abuela. Generalmente los domingos íbamos a comer, y nos metíamos todos a la alberca. Yo no podía evitar mirarlo, observar su cuerpo corpulento y su abdomen lleno de pelos, su barba negra y su cabello rizado.

Nos llevábamos muy bien con él todos mis primos, y la familia lo quería mucho, por eso cuando llego la fecha de irnos a Acapulco como cada año, él estuvo invitado, ya que al ser novio de mi tía era parte de la familia.

Yo era hijo único, así que siempre había estado muy consentido, me complacían en todo lo que quería, me metían a clases de música, de deporte y muchísimas actividades. Precisamente todo el deporte que hacía me estaba formando muy cuerpo, y yo, estaba obsesionado especialmente con mis nalgas, quería tenerlas grandes y bien formadas, así que todo el tiempo estaba haciendo ejercicios.

Lo que también me ayudaba era mi genética, la verdad tanto mi papá como mi mamá eran muy guapos, y yo había heredado lo ojos verdes de mi mamá, el color de piel de ambos, y un rostro que no por presumir pero desde niño fui muy guapo. En ese tiempo no era muy alto, media 1.65, apenas estaba desarrollándome.

Llego la fecha de irnos a la playa, generalmente yo compartía cuarto con alguno de mis primos, sin embargo en esa ocasión me tocó dormir con Jhony, el novio de mi tía. El se lo había sugerido a mi tía, ya que eramos 5 primos y las habitaciones eran para dos personas por lo que uno quedaba solo. Jhonhy le pidió a mi tía que conmigo, ya que yo era el mayor y con el que él mejor se llevaba.

El primer día, después de cenar, los adultos se quedaron en el bar del hotel tomando, yo me dirigí a la habitación y antes de dormirme entré al baño, al entrar me percate de que estaban los boxers sucios de Jhony tirados en el suelo, no se que me pasó, pero un impulso me hizo levantarlos y olerlos, me fascinó el olor, y sobre todo saber que habían estado rozando su verga, busqué esa parte del boxer, tenían unas pequeñas manchas secas, me los llevé nuevamente a la nariz, estaba tan perdido en eso que me olvidé que tenia la puerta del baño abierta y no escuché que Jhony había llegado a la habitación hasta que escuché su voz entrando al baño, inmediatamente tiré los boxers al suelo pero estaba seguro que me había visto.

No me dijo nada, ni yo dije nada tampoco, me fui a la cama un poco asustado, ¿Qué pasaría si le decía a mis papás? Aun así estaba muy excitado, no era la primera vez que pensaba en él, que me excitaba viendo como se le marcaba el paquete cuando estábamos en la alberca de casa de los abuelos, y ahora en la playa me pasaba lo mismo, se veía que tenia muy buena verga. Varias veces me había masturbado imaginando que me cogía mientras yo me metía el dedo. Nunca había estado con alguien, sin embargo fantaseaba con que me la metieran, y si fuera Jhony, sería lo mejor que me pudiera pasar, aunque sabía que eso era solo una fantasía y que nunca pasaría.

Al día siguiente cuando desperté, él aun estaba dormido, sin embargo pude ver aun con su boxer puesto, que traía la verga parada, no estaba cobijado ya que hacía demasiado calor y al estar boca arriba se veía su enorme verga parada. Me moría de ganas por lanzarmele, chupársela o sentarme en ella, pero simplemente la observé hasta que despertó. Nuevamente se dio cuenta que lo observaba, pero no hizo nada, se puso de pie para dirigirse al baño. Era un hombresote, alto peludo, piernudo, fuerte, y con una verga descomunal. ¡Qué envidia le tenía yo a mi tía!

Ese día después de la playa, llegamos a la habitación para darnos un baño, él había tomado un poco. En cuanto entramos Jhony me propuso algo que me sacó de onda, pero que no dude en aceptar.

-Oye Miguel, hay que bañarnos juntos no, para no estar esperando así mojados, sirve que ahorramos agua.
-Sí, está bien, por mí no hay problema

Y claro que no lo había, bañarme con él era más de lo que podía pedir, estar a su lado, verlo desnudo. Inmediatamente nos dirigimos al baño, y estando ahí se quitó el short mojado y los calzones, quedando completamente desnudo. No lo pude evitar me quedé hipnotizado viéndole la verga, estaba dormida pero aún así era imponente, era una verga gorda y cabezona que sobresalía de aquella enorme mata de pelos que se perdían entre su abdomen y sus piernas. El me respondió con una sonrisa coqueta que me hizo salir de mi hipnosis, pero no me dijo nada. Yo también me desvestí y noté su mirada en mis nalgas. Estaba excitado, pero traté de disimular para que no se me parara la verga.

Nos metimos a la regadera sin decir nada, y comenzamos a bañarnos, él estaba detrás de mí y por momentos, disimuladamente, me pegaba la verga en la espalda, pude sentir que la traía dura, se le había parado y a mí también. Se sentía una tensión enorme entre los dos, hasta que de pronto me preguntó si quería que me tallara la espalda. Puso jabón en sus manos y comenzó a tallar, suavemente hasta que fue bajando a mis nalgas. Su manos eran enormes, con una sola mano abarcaba una de mis nalgas, yo simplemente lancé un suspiro cuando sentí su mano, después, ayudado por el jabón deslizó su dedo hacia mi culo, poniéndolo en la entrada.

-¿Te limpio también aquí?
-Si

Contesté con la respiración entrecortada, y él comenzó a pasar su dedo en mi colita, y de pronto presionó, haciendo que la punta de su dedo se metiera, yo lancé un leve gemido, mi verga estaba que reventaba. Yo me había metido mi dedo en el culo, pero esto era diferente, sentir el calor de su mano, y saber que era él, me estaba volviendo loco.

-¿Te gusta?
-Sí, si me gusta

Con mi respuesta se dio permiso de meter aun mas profundo su dedo grueso, sentí un poco de dolor, pero era delicioso, cada vez metía más profundo su dedo y mi culito cada vez se dilataba más, hasta que su dedo entró y salio sin ningún trabajo. Así estuvo un rato, yo sentía delicioso, estaba a punto de venirme cuando de pronto Jhony sacó su dedo, me tomó de la cadera con una mano y con la otra acomodó su verga en la entrada de mi culo, mi presión se disparo, sabia perfectamente lo que iba a hacer, pero tuve miedo, sin embargo, lo que siempre había soñado estaba a punto de hacerse realidad, así que le correspondí parando mis culo, en señal de aprobación.

El presionó fuerte, pero su verga no entraba, se puso algo de jabón y volvió a apuntar, presionó más y de pronto sentí como de golpe entraba su enorme cabeza y un poco más, abriendo y desgarrándome el culo. Fue un dolor tan fuerte, que me hizo quitarme y retorcerme en el suelo, quería gritar y llorar, era un dolor insoportable. Lo único que hacía era agarrarme mi colita yo mismo para sobarme. El se asustó mucho.

-Perdóname Miguel, tranquilo, tranquilo, ven levántate
-Ay ay ay, me dolió horrible, perdón si quería pero me duele mucho ay ay.

Cerró la regadera y me llevó a la cama, el dolor comenzó a bajar.

-¿Ya te sientes mejor, ya no te duele?
-No ya no

-Perdóname Miguel, no estuvo bien, no le vayas a decir nada de esto a nadie por favor, pero es que pensé que tu querías, yo vi como estabas oliendo mis calzones, y siempre he notado como te me quedas viendo a la verga, si eres gay está bien, pero yo no debí aprovecharme de eso, tu tía es mi novia, lo que pasa es que ya sabes las ideas de tu familia, tu tía no quiere que me la coja hasta que nos casemos y pues la neta me la paso caliente,además ando medio pedo, se que eso no justifica nada, pero por favor no le vayas a decir a nadie.

-No te preocupes Jhony, no le voy a decir a nadie, la verdad sí quería que me la metieras, pero me dolió mucho, esque la tienes muy muy grande y gruesa, pero si quieres te la chupo, para que no te quedes con las ganas.

-¡No! cómo crees, ya mejor esto hay que dejarlo así

Estábamos los dos desnudos sentados en la cama, y antes de que dijera otra cosa se la agarre y se la empecé a jalar, el comenzó a respirar agitadamente, y su verga comenzó a responder. Nunca había hecho una mamada, pero esa verga me hipnotizaba, me hacía querer comérmela. Se puso de pie y yo hincado frente a él, se la comencé a chupar, quería comérmela y él me fue guiando poco a poco, me pedía que me tragara mas y yo haciendo mi mayor esfuerzo me la metía hasta la garganta, aunque sintiera ganas de vomitar y sintiera que me ahogaba.

Aun así no me cabía toda pero hice mi mayor esfuerzo hasta que comencé a sentir que sus chorros de mecos calientes salieron disparados hacia mi interior, me los trague sin dejar una sola gota, eran chorros enormes, ya que tenía unos huevotes que siempre estaban cargados porque mi tía no hacía nada por ayudar.

Nos cambiamos y bajamos a cenar con la familia. El con mi tía como si nada y yo con mis primos, ni siquiera lo volteaba a ver para que nadie sospechara.

Después de la cena me fui a dormir a la habitación y nuevamente los adultos se quedaron en el bar. Jhony siguió tomando y yo me quedé complementamente dormido, boca abajo, no se qué hora sería cuando desperté al sentir a Jhony sobre mi cuerpo, besándome el cuello y pegándome su verga al culo, olía a borracho, y estaba desesperado, completamente caliente. Yo estaba en calzón, pero él estaba completamente desnudo, sentía los vellos de su pecho en mi espalda, y su verga erecta apuntando entre mis nalgas mientras su barba raspaba mi cuello y su lengua se metía a mis orejas.

-Ahora si te voy a coger cabrón, ahora no te me vas a escapar aunque te duela, ¿tenías ganas de probar la verga? Pues ahora si vas a probarla, te voy a dar hasta reventarte cabrón, hasta dejarte preñado putito.

Me asusté verlo así, pero me excité mucho, no pensaba gritar ni detenerlo, aunque tenía mucho miedo porque sabia que me dolería mucho. El dolor que había experimentado la vez anterior había sido muy fuerte y sabía que esta vez sería igual.

Me bajó el calzón salvajemente, casi rompiéndolo, mientras paso uno de sus brazos entre mi pecho, como para que no me escapara a ningún lugar, yo en mi intento de ayudar pare el culito, ofreciendoselo, tenía mido, era verdad, pero me excitaba mucho la situación, mi verga estaba que reventaba. Se escupió la mano y me embarro el culo con su saliva y de golpe metió un dedo que pude soportar sin tanto problema, lo metía y lo sacaba, luego metió dos dedos, esta vez dolió un poco mas, pero yo trataba de aguantar a pesar del dolor, me estuvo dedeando un buen rato, cada vez era mas agradable la sensación y mi culito estaba mas dilatado.

Se volvió a escupir la mano y nuevamente me lleno el culo pero esta vez ya no me metió sus dedos, esta vez apunto su verga y so lo dijo: ¡Ahí te va cabrón! Su cabeza caliente y gorda se abrió paso, nuevamente el dolor, pero aguanté, empujo un poco más haciendo que media verga entrara en mis entrañas. Sentí que me moría, quise quitarme pero estaba preso por su brazo y su cuerpo pesado sobre mí, mordí la almohada para no gritar, el sacó un poco la verga y la volvió a meter.

Con cada metida sentía que moría ya que su verga cada vez se metía más al fondo, hasta que en una embestida lo logró, su verga se clavó completamente en mí, sentí como si me metieran un trozo de leña ardiendo que quemaba mi interior, sentí como llegaba hasta mi estomago apunto de perforar mi intestino, mientras el se perdía de placer, clavándose como si quisiera meter aún más.

Los pelos de su verga pegaban en mis nalgas y yo ahogaba mi dolor gritando en la almohada, las lagrimas salían de mis ojos, mientras Jhonhy metía y sacaba su verga de mi culito virgen, aumentando las embestidas a un ritmo cada vez mas fuerte, hasta que lo consiguió, mi culo estaba completamente roto, abierto para él, su verga gorda lo había logrado, lo había hecho suyo, entraba y salía con facilidad y ahí fue cuando comencé a disfrutar.

Me comenzó a coger muy duro, con embestidas cada vez más fuertes y profundas, gemía de placer mientras su sudor caía en mi cuerpo, yo ya no gritaba ni lloraba, me dolía, pero comencé a disfrutarlo, comencé a gemir y a parar mas el culo, se levantó un poco y me puso de perrito, y me comenzó a coger así. ¡Wow! Qué manera de coger de ese cabrón, lo que se estaba perdiendo mi tía, aunque había momentos que no se la aguantaba y me quitaba, el me volvía a acomodar para volverme a clavar.

Luego me montó sobre él, ahora yo llevaba el ritmo, y esa posición, verlo así de frente, desparramado en la cama, mientras yo me sentaba en su vega clavandomela toda, me hizo volverme loco. Le acaricie el pecho y luego lo comencé a besar, nos estábamos tragando el uno al otro, estando así me giró, quedando en la posición del misionero, yo abajo y el arriba y levantando mis pies me la dejo ir nuevamente toda, clavándome cada vez mas fuerte, sin piedad, mientras nos besábamos.

Yo no lo pude resistir mas y me comencé a venir, mientras todo mi cuerpo se convulsionaba, eso lo excitó muchísimo y comenzó a venirse el también, lo pude sentir porque su verga se contraía mientras sus mecos espesos y calientes me llenaban el interior, me estaba preñando, a mis apenas 12 años mi pequeño culo estaba siendo preñado por primera vez y vaya que manera de preñar de semejante semental. Bajé mi mano y le agarré los huevos, eran unos huevotes que apenas me cabía uno en la palma de mi mano, quería apretarlos para que se vaciara completamente en mí, para que me dejara lleno, y así lo hizo.

Se quedó un rato así sobre mí, con la verga adentró, y me besó nuevamente, me encantaba su sabor a cerveza, estábamos bañados en sudor, y poco a poco nuestra respiración se fue normalizando, cuando me la sacó, sentí que me saldría el cuerpo por el culo y me lancé al baño, sentía que me haría, y efectivamente, Jhony había llegado demasiado profundo, nos dimos un baño juntos, me talló todos el cuerpo, mi culo seguía dilatado. Toda la noche sentí punzadas, sentía aun su verga ahí, dormimos juntos abrazados.

Nunca dije nada, Jhony busco la manera de estar conmigo en un par de ocasiones más, me encantaba que me cogiera, hasta que un día se despidió de mí, diciéndome que dejaría a mi tía, que se tenía que ir y que ya nunca nos volveríamos a ver. Así sucedió, se fue y nunca lo volví a ver.

martes, 24 de marzo de 2020

PUTITO DESDE CHIQUITO

Nunca cocí a mi padre, abandonó a mi mamá cuando se enteró que estaba embarazada. Ella decidió tenerme a pesar de que no contaba con el apoyo de nadie, siempre tratando de sacarme adelante, trabajando haciendo el aseo en diferentes casas. Recuerdo que por las tardes cuando no tenía tarea, me tocaba acompañarla para ayudarla.

Así fui creciendo con carencias y limitaciones, ayudando a mi mamá en lo que podía, la veía cansada, y trataba de que ella no trabajara tanto. Cuando cumplí diez años comenzamos a trabajar en la casa de Raúl, un señor divorciado de 45 años. Tenía una casa muy bonita y grande, pero desde que se divorció vivía solo. Trabajábamos ahí tres días a la semana, los otros días íbamos a otra casa. Yo le ayudaba a mi mamá en lo que podía, a barrer las habitaciones, limpiar el baño o lavar los trastes.

Era un niño muy afeminado, a veces me imaginaba que era una niña, nunca le di importancia a eso, simplemente era un niño siendo yo mismo. A mi mamá le encantaba ver telenovelas y yo me imaginaba que era la protagonista. Incluso fantaseaba con las escenas de amor. Aún no lo había hecho, pero a esa edad ya sabía lo que significaba hacer el amor, aunque todos lo vecinos de por mi casa decían coger.

En una ocasión mientras mi mamá limpiaba las habitaciones y yo la ayudaba con los trastes sucios en la cocina, entró Raúl a buscar algo en el refrigerador, de pronto mientras se tomaba un poco de jugo me comenzó a sacar platica.

-Oye Dani ¿Cuantos años tienes?
-Diez
-Orale, ya estás grande, yo creo que ya hasta tienes novia
-No, jeje ¡Cómo cree!

Sonreí un poco poniéndome rojo, nunca me había imaginado teniendo novia, no me gustaban las niñas aunque en ese tiempo aún no sabia como asimilarlo

-Yo a tu edad ya tenía, es normal, pero dime, ¿Por qué vienes a ayudarle a tú mamá? ¿No estudias o qué?
-Sí, si estudio, voy a la escuela en las mañanas, pero en las tardes le ayudo, para que termine más rápido.
-Viven muy limitados ¿Verdad?
-Sí, casi no nos alcanza el dinero
-¿No te quieres ganar $200? Para que tu te compres los que tu quieras
-¡Sí claro! ¿Qué tengo que hacer?

Poco a poco se fue acercando a mí, y cuando estuvo justo detrás, me dijo:

-Si me dejas acariciarte las nalguitas te los doy, pero no le tienes que decir a nadie, menos a tu mamá.
-¿Solo eso?

Para mí era muy simple, no entendía por qué por eso tan fácil me daría $200, cuando a mi mamá le daba eso por estar todo el día haciendo el aseo, así que acepté su trato.

Inmediatamente puso sus manos en mis nalgas, paraditas y redonditas, comenzó a acariciarlas y a apretarlas, yo había visto eso en alguna película porno con un vecino que ya iba en secundaria, así que entendía perfectamente lo que hacía, me gustaba.

Su respiración era cada vez más agitada, luego metió lentamente sus manos por dentro de mi short, me arranco un suspiro ya que sentir el calor de sus dedos en mi piel fue maravilloso, las acaricio por un buen rato hasta que escuchó un ruido, pensó que era mi mamá pero no, ella aún estaba arriba.

-Qué bonitas nalguitas tienes Dani
-Geacias
-Ahorita te doy tu dinero, pero dime algo ¿No te gustaría ganarte un poco más?
-Sí claro, pero ¿cómo?
-Se ve que eres muy listo, ¿Sabes lo que es coger?

Me quedé callado un momento claro que lo sabía, así que solo asentí con mi cabeza

-Sí me dejas cogerte de doy $500.¿Qué dices?

Sonaba muy tentador, $500 para mí era muchísimo y realmente pensé que era muy fácil, en las porno se veía fácil, y en las novelas, es más, hasta se veía que lo disfrutaban, y sinceramente tenía ganas de experimentar, así que sin pensármelo más le dije que sí.

Nos pusimos de acuerdo en que iría al día siguiente a su casa, ese día mi mamá hacía el aseo en otra casa y yo diría que tenía tarea.

Al día siguiente llegué y me recibió muy contento, estaba en bata de baño y directamente me pidió que nos fuéramos a su habitación. Me pidió que me desvistiera para darnos juntos un baño. Me quité la ropa quedando completamente desnudo, y él se quitó la bata. Lo vi de frente, todo un hombre maduro frente a un pequeño niño, su cuerpo completamente velludo, desde el pecho hasta los pies, y una enorme verga de carne ya erecta apuntando hacía mí.

Me sorprendió verle la verga, se veía enorme y desafiante, no entendí como sería posible que eso me cupiera en el culo, pero imagine que si en las películas los hacían era normal.

Me preguntó si no tenía ganas de hacer del baño y le dije que no, justamente había hecho antes de venir, nos metimos a la regadera y sacó un tipo de perilla con un popotito, lo llenó de agua y comenzó a metermelo en el culo, sentí como cuando haces del baño, era la primera vez que algo se metía en mi culo, y a pesar de ser muy delgado dolió un poco.

Después de eso, ya limpio, nos bañamos y nos fuimos a la cama.

-¿Estás listo para ser mi vieja?

Esa pregunta despertó algo en mí que no entendí, pero me calentó, siempre había fantaseado con ser mujer, y ahora se cumpliría con un hombre de verdad, así que sin dudarlo le dije:

-Sí, quiero ser tú vieja, quiero que me cojas como te cogías a tu esposa

Eso lo prendió muchísimo, lo pude ver en su cara, ya que su mirada cambió

-Sabía que eras bien putito, se te nota a kilómetros, entonces ¿Ya te han cogido?
-No nuca, pero a mi se me antoja cuando he visto en la tele o en las películas
-Entonces tienes el culito virgen, qué rico, más apretadito, a ver si no te madreo mucho. Te vas a aguantar eh, te advierto que ya que te la meta no te la voy a sacar aunque supliques

No entendí en ese momento por que habría de suplicar que me la sacara, ingenuamente aún ni siquiera imaginaba lo que venía

-Ven chupamela primero para que la dejes bien resbalosita y se te vaya hasta adentro

Me puse de rodillas frente a él, y comencé a intentar meterla en mi boca, esa primera sensación de sentir su verga caliente, ese pedazo de carne suave, pero firme, con ese olor tan particular era completamente nuevo en mi vida. De la punta de la verga le salía muchísimo liquido, un liquido transparente y baboso.

Abrí mi boca lo mas que pude y comencé a chupar, Raúl tomó mi cabeza y la empujo para que me tragara más, pero sentí que me ahorcaba, mis ojos se llenaron de lagrimas, y por poco vomito.

-Chúpame pues aunque sea la cabeza

Le chupe la cabeza un buen rato, la enorme cabeza de verga llenaba toda mi boca, yo con mis manos me sostenía de sus pernas peludas y el se moría de placer.

Después de eso me pidió que me subiera a la cama y me pusiera de perrito en el bordito, lo hice y él presionó un poco mi espalda para que parara más el culo. De repente sentí su cara entre mis nalgas y su lengua comenzó a pasar por mi culito, fue delicioso, cerré mis ojos del placer que sentía cada vez que su lengua húmeda y caliente intentaba meterse en mi colita. Así estuvo un buen rato, dándome lenguetazos hasta que mi colita quedó resbalosa.

-Te quiero meter el dedo, pero mejor no, voy a dejar que mi verga sea la primera que te abra, te voy a romper el culito cabrón, te lo voy a convertir en panochita
-¿Me lo va a romper?

Pregunté asustado, no sabia cómo me lo podía romper pero no sonaba nada bien, me asusté, pero el solo me dijo:

-Así te lo voy a romper putito

Y sin decir más acercó su verga completamente gruesa y erecta hasta la entrada de mi hoyito, con sus manos me tomó fuerte de la cadera y comenzó a presionar, sentía su cabeza caliente queriendo entrar pero no lo lograba, se retiró un poco y escupió en mi culo para después volver a intentarlo, esta vez haciendo más presión, su verga poco a poco comenzó a abrirse paso, sentí literal como mi culo se iba rompiendo, mi corazón y mi respiración se detuvieron, pero su verga no, seguía empujando firme hasta que su cabeza entro.

Cuando eso pasó sentí un dolor intenso y me quise quitar quedando completamente acostado boca abajo, pero el se montó sobre mi y apuntando su verga nuevamente la volvió a dejar caer, dejando todo su peso sobre mi, sentí como de golpe entro su verga casi hasta la mitad. Lancé un grito de dolor que retumbó en toda la habitación y quise quitarme, pero el peso de Raul era demasiado, y no pude moverme.

Colocó uno de sus brazos alrededor de mi cuello, para que no me moviera y comenzó un mete y saca que hacía que con cada metida su verga se clavara un poco más

-Ahhhhhhhhh, yaaaaaaaaaaa, por favoooooor
-Eso putito grita, ¿Querías verga no? Te advertí que ya con la verga adentro ni aunque me suplicaras te la iba a sacar.
-Me duele, por favoooor yaaaa, haaaaaaa
-¿Te duele mi vergota?¿Te duele como te estoy rompiendo el culo?
-Siiiiiii
.Aguantese puto, aunque grites nadie te va a oír

Presionaba su verga con fuerza, cada vez mas profundo, hasta que sentí como mi culo cedió y de golpe su verga se fue hasta lo mas profundo, sentí como tocaba mi interior y un fuerte dolor se apodero de mi, me ardía muchísimo, y me dolía, sentía su peso asfixiándome, sus enormes huevos rebitando y sus pelos pegando en mis nalgas, al tiempo que el se acercaba a mi oído y me chupaba el cuello y me metía la lengua en la oreja.

Me cogió así durante un buen rato, aunque parecía más una violación, su verga llegaba hasta lo más profundo y con cada embestida yo sentía que me perforaría. Sentí que me hacia del baño, pero en realidad era su verga abriendo mi culo a más de su capacidad.

Me la sacó y sentí mucho alivio, sentí que podía respirar nuevamente, mis ojos estaban llorosos, pero ahí no paro, me volteo boca arriba y subiendo mis piernas a sus hombros se volvió a acomodar para clavarme su fierro nuevamente, esta vez se fue de golpe hasta el fondo, sin piedad, sin nada que lo detuviera y de inmediato me comenzó a coger salvajemente.

Nuestras caras quedaron frente a frente y el comenzó a besarme, sus besos comenzaron a hacer que me excitara un poco, metía su lengua en mi boca y luego escupía en mi cara, yo ya no gritaba, ni lloraba, solo pujaba cada vez que su vega tocaba fondo. Se retiro un poco de mí, levantando mis piernas tomándome de los tobillos, las abrió lo más que pudo y comenzó a cogerme así, sentí que el interior se me saldría, su verga taladró a un ritmo cada vez mas fuerte hasta que de pronto comencé a sentir como se venia en mi, lo supe porque sentí como sus chorros de mecos calientes llenaban mi interior, sentía como su verga palpitaba y convulsionaba expulsando su leche.

Ahora si era toda una mujer, toda una puta, que se había vendido por $500 pesos, y había quedado preñada por su macho.

Por instinto me llevé la mano al culo, y estaba completamente abierto y mojado, me salían sus mecos revueltos con sangre, me había dejado roto, adolorido, pero en el fondo satisfecho.

-Si dices algo de esto a alguien, en primera voy a correr a tu mamá y se va a quedar sin trabajo, y voy a decir que me estaba robando para que no la contraten en ningún lado
-No yo no le voy a decir a nadie, me gusto, me dolió mucho pero me gusto, me gusta que me cojas, quiero volver a hacerlo, ¿a ti no te gusto?
-Me encantó cabrón es el culito más delicioso que he probado, claro que vamos a repetir, te voy a coger muchas veces cabrón, las próximas vas a sentir mas rico porque ya vas a estar mas abierto.

Me cambié y me dio mis $500 pesos, desde ese día supe que a eso me quería dedicar.












miércoles, 11 de marzo de 2020

VACACIONES EN VALLARTA

Mis amigos siempre me habían dicho que Puerto Vallarta era el paraíso gay, y no mentían, sobre todo si vas en temporada de spring break, encontraras miles de turistas gays de todas partes del país y del mundo luciendo sus espectaculares cuerpos. Playas, antros y lugares de encuentro abundan en la zona gay de la ciudad.

Para mí, fue despertar a otro mundo, tengo 21 años, y hasta ese entonces solo había tenido una relación, con mi ex novio, quien me había roto el corazón. Para ayudarme a salir adelante y distraerme mis amigos organizaron el viaje. Nos hospedamos en un hotel gay friendly, y la misión era divertirnos y tener la mayor cantidad de sexo posible.

Desde unas cuadras antes de llegar al hotel ya se veía la cantidad de hombres caminando en las calles y disfrutando de los bares y restaurantes. Al llegar a la recepción del hotel, el ambiente era completamente prometedor, hombres sin camisa, en traje de baño, de espectaculares cuerpos entraban y salían. Para mi era un mundo nuevo, me intimidaba un poco, pero para la mayoría de mis amigos no había sorpresa, sabían perfectamente como era todo, ya que iban frecuentemente.

Ese día estuvimos en la playa, fue una tarde tranquila, pero decidimos que esa noche empezaría la fiesta. Nos dirigimos al hotel, y entre los pasillos podías ver algunas recamaras abiertas, con hombres teniendo sexo, otros masturbándose, invitándote a pasar.

Me dirigí a mi habitación y nos arreglamos para salir de antro. La fiesta se puso intensa, me tomé un par de copas y estaba pasándola de lo mejor cuando de pronto mis amigos dijeron que nos íbamos. Pensé que la diversión había terminado pero no, al contrarío, lo bueno apenas venía. Entramos a un sauna de primer mundo, enorme, con muchísima gente. Cuerpos desnudos se paseaban por todos lados, nos separamos para que cada quien fuera por su lado.

Comencé a recorrer el lugar, diferentes áreas de vapor, regaderas y jacuzzis, subí al segundo piso y descubrí unos pasillos oscuros que llevaban a unas habitaciones con apenas un poco de luz, había muchísima gente, la mayoría teniendo sexo, participando en orgías, cogiendo unos con otros. Me sentía como en un sueño, pero me calenté muchísimo, sentí que alguien por detrás de mí tocó mis nalgas, apenas podía verlo, pero tenía muy buen cuerpo, bastante tonificado.

Yo llevaba una toalla a la cintura, misma que el hombre quitó para poder tocarme bien, también tengo muy buen cuerpo, 1.80, tonificado, piel blanca y cabello ondulado y negro,  mis nalgas enormes y firmes lo volvieron loco, me tomó de la mano y me llevó un poco mas adentro, en donde había más oscuridad, me volteó frente a él y me comenzó a besar.

Después, me pidió que se la mamara, era la primera vez que se la mamaba a alguien ademas de mi ex, que para ser honesto era pésimo en la cama, ademas de tener una verga diminuta. Sin embargo este cabrón si que tenía buena verga, 18 centímetros de carne dura y gruesa, se la mamé suavemente, con cada mamada me calentaba un poco más, saber que era un extraño y el morbo del lugar me estaba prendiendo muchísimo. De pronto me levantó, me giró y poniendo un poco se saliva en mi culo apuntó para penetrarme.

Con mis amigos nos habíamos preparado y habíamos iniciado el tratamiento de PrEP, así que no me dio miedo y dejé que me la clavara a pelo, su trozo caliente de carne se comenzó a abrir paso en mi culito, para mi era un mostruo su verga, pero él no pensaba hacerme el amor, él quería violarme sin piedad, y así lo hizo.

De un golpe me embistió, sentí que hasta el aire se me escapó y lancé un gemido que llamó la atención de los demás, su verga lubricada por mi propia saliva se deslizó casi de golpe, sentí su verga hasta el fondo rompiendo los pliegues de mi ano. La calentura subió más, al escuchar mis gemidos, los hombres de al rededor comenzaron a acercarse, unos me agarraban la verga, otro me chupaba los pechos, otro wey me agachó para que se la mamara, y el que estaba detrás de mí aprovecho para clavármela aun más profundo. Su verga gruesa rompía mi culo, dilatándolo con cada embestida, me sentía una puta. Después de varias embestidas, se vino dentro de mí. Mi culo quedó completamente mojado y dilatado, inmediatamente otro wey se puso detrás, para seguir cogiéndome, asi se estuvieron turnando varios, batiéndome los mecos unos de otros.

No se cómo, ni en qué momento, pero de pronto alguien llevó hasta mi nariz un pomo de poppers, inhale y al cabo de unos segundos, comencé a sentir que el corazón me latía más a prisa, quería verga, quería sentir todas las vergas. Entre todos me llevaron a una especie de columpio en el que te acuestas boca arriba y levantas las piernas, dejando tu culo a disposición de quien quiera. Ahí comenzaron a cogerme uno a uno todos los hombres que quisieron, gringos de vergas enormes y latinos guapísimos, todos me hicieron su puto. Los mecos me escurrían a chorros saliendo de mi culo, que palpitaba y estaba a punto de salirse por la verguiza que le estaban dando.

De pronto llego un negro, a pesar de la poco luz lo pude ver, era hermoso, perfecto y sobre todo, tenía una verga monstruosa, parecía un brazo, jamás pensé que existiera una verga así, dura y gruesa, la apunto y a pesar de lo excitado que estaba sentí un poco de miedo, pero no podía hacer nada, estaba a su disposición, sentí como acomodó su gigantesca verga en la entrada de mi culo y se dejó caer sin piedad, me la clavo hasta el fondo. Las paredes de mi culo se abrieron desgarrándose, lancé un grito que retumbó en toda la habitación, yo me retorcía de dolor pero no me podía quitar, me tenía completamente dominado.

Sin piedad comenzó un mete y saca, ese cabrón si que sabia coger, sentía su verga hasta lo más profundo de mi ser, quería vomitar, su verga inundaba todo mi ser, me hizo su puta con su enorme verga, mientras otros cabrones al rededor se la jalaban vaciándose sobre mi cuerpo, mecos espesos y calientes caían en mi cara, en mi boca y en mi abdomen.

Mis amigos tuvieron que ir a buscarme porque habían pasado varias horas, cuando llegaron por mí, yo acababa de coger con el negro, estaba aún recostado en el columpio, me bajé y a penas me pude poner en pie, de las piernas me escurrían chorros de mecos y probablemente de sangre. Me dirigí a darme un baño y nos fuimos de regreso al hotel, toda la noche me dolió el culo, pero la verga se me volvía a parar solo de recordar.

Al día siguiente ya un poco más recuperado, fuimos a desayunar y nuevamente a la playa. De regreso en el hotel, me metí a grindr, no tenía ganas de coger porque aún me dolía el culo, pero me ganó la curiosidad, había muchísimos perfiles conectados a solo unos metros, gente que estaba en el mismo hotel. Llamó mi curiosidad un perfil en el que dos hombres tipo oso invitaban a un trío. Buscaban un pasivo aguantador. Comencé a platicar con ellos, intercambiamos fotos y se enamoraron de mi culo, me insistían en que fuera a su habitación que estaba en el piso de arriba. Me mandaron fotos de su vergas, una de 19cm y la otra de 21 cm, gruesas, cabezonas, venudas. Se veían deliciosas, pero no sabía si podría aguantar después de la cogida de la noche anterior.

Eran dos gringos guapos, muy varoniles, tipo oso, llenos de pelos en todo el cuerpo y de barbas cerradas, blancos de ojos azules, no podía decirles que no, así que pasé al baño a hacerme el enema, me ardió muchísimo el culo, efectivamente había sangre, me lo habían dejado desbaratado, pero aún así fui a la habitación.

Llegué a la habitación, el clima era perfecto, fresco por el aire acondicionado, me recibieron e inmediatamente me llevaron a la cama, me puse en medio de los dos, estaban en short, sin camisa, ellos estaban en calzones, se notaban sus bultos, a los dos se les veía muy buena verga, sentí el calor de sus cuerpos y comencé a besar a uno de ellos, mientras el otro me acariciaba y besaba mi espalda, lentamente fue metiendo su mano entre mi short, acariciando mis nalgas, se escupió la mano y lubricó mi culo, y después acariciándolo nuevamente me introdujo un dedo, sentí un fuerte dolor, debido a lo lastimado que lo tenía, pero me aguanté, el dolor me provocaba placer, mientras seguía besándome apasionadamente con el otro.

Después de un rato de faje y caricias, me dejaron completamente desnudo y se desnudaron ellos también, y acostados los dos uno a un costado del otro con sus vergas gordas completamente erectas, me dispuse a mamárselas, me turnaba entre una verga y otra para darles placer a los dos, hasta que uno decidió que era hora de montarme, yo hablaba bien el ingles así que entendí perfectamente cuando dijo que me ya me iba a coger, se quitó y en la posición que yo estaba de perrito, se puso detrás de mí y apuntó su verga directamente en mi culo y sin pensarlo dos veces me la empezó a clavar.

Su verga se fue deslizando entre mi culo lastimado, haciendo que casi llorara de dolor, instintivamente me saqué un poco pero el firmemente me tomo de la cintura clavandola hasta el fondo, sin dejar que me pudiera escapar, inmediatamente comenzó a embestirme con un mete y saca muy fuerte, mientras yo seguía pegado a la otra verga metiendola hasta mi garganta y lamiendo sus enormes huevos de gringo cargados de leche.

Después de cogerme un rato me la sacó, y así como estaba acostado en la cama boca arriba me le monté al otro, su verga se me fue hasta el fondo sin esfuerzo, inmediatamente comencé a montarme sobre él, moviendo mi cadera en círculos mientras el me acariciaba el peche con sus enormes manos, y yo acariciaba el suyo, lleno de vellos. Me agaché para besar su boca cuando de pronto sentí que el otro oso se ponía detrás de mi intentando meter su verga en mi culo invadido ya por una. Sabia lo que estaba intentando hacer, así que trate de no no poner resistencia para que su verga cupiera también. Lentamente fue presionando hasta que sentí como mi culo se abrió y entro su cabeza, y poco a poco el resto de su trozo de carne se metió hasta el fondo.

Tenía dos vergas en el culo, dos vergas al mismo tiempo, sentía mi culo a su máxima capacidad, era una mezcla indescriptible entre dolor y placer. Sentir sus cuerpos pegados al mío, y sus vergas inundando mi interior, era lo mejor que había experimentado, mi verga estaba a reventar, ni siquiera me quería tocar porque sentía que en cualquier momento me venía, y así fue, sin poder controlarlo de mi verga comenzaron a salir chorros de mecos que cayeron en el pecho de uno de ellos, los dos se prendieron muchísimo después de eso y comenzaron a meter sus vergas cada vez mas fuerte, sin importarles nada mas que su placer, literal parecían osos gruñendo, hasta que los dos completamente sincronizados se comenzaron a venir vaciando sus litros de semen caliente en mi interior, sentía como expulsaban cada chorro en cada convulsión que daban.

Estábamos en un estado de completa excitación, sentía nublada mi visión de tanto placer, sudados, llenos de semen los unos de los otros, poco a poco fuimos volviendo a nuestro estado de conciencia, y sus vergas ya más flácidas salieron de mi culo, aún así me palpitaba, las sentía todavía en mi.

Nos tumbamos sobre la cama para recuperarnos un poco, y me quedé dormido hasta que me despertaron las embestidas de unos de ellos, me estaba dando un segundo round, batiendo sus propios mecos que aun seguían en mi interior, ya no tenía fuerzas así que deje que ellos hicieran el trabajo, se turnaron para cogerme uno, luego el otro, así varias veces hasta que volvieron a venirse en mi.

Después de eso, me despedí y me dirigí a mi habitación, tratando de no expulsar todo lo que traía adentro, porque sentía que se me escurrirían entre las piernas, y así fue, al llegar al baño de mi habitación, me metí a darme una ducha, de mi culo comenzaron a salir sus mecos aun espesos, mi culo estaba tan dilatado que podría haberme metido el puño. Salí y me tumbé en la cama, pero los días de fiesta aun no terminaban.