martes, 24 de marzo de 2020

PUTITO DESDE CHIQUITO

Nunca cocí a mi padre, abandonó a mi mamá cuando se enteró que estaba embarazada. Ella decidió tenerme a pesar de que no contaba con el apoyo de nadie, siempre tratando de sacarme adelante, trabajando haciendo el aseo en diferentes casas. Recuerdo que por las tardes cuando no tenía tarea, me tocaba acompañarla para ayudarla.

Así fui creciendo con carencias y limitaciones, ayudando a mi mamá en lo que podía, la veía cansada, y trataba de que ella no trabajara tanto. Cuando cumplí diez años comenzamos a trabajar en la casa de Raúl, un señor divorciado de 45 años. Tenía una casa muy bonita y grande, pero desde que se divorció vivía solo. Trabajábamos ahí tres días a la semana, los otros días íbamos a otra casa. Yo le ayudaba a mi mamá en lo que podía, a barrer las habitaciones, limpiar el baño o lavar los trastes.

Era un niño muy afeminado, a veces me imaginaba que era una niña, nunca le di importancia a eso, simplemente era un niño siendo yo mismo. A mi mamá le encantaba ver telenovelas y yo me imaginaba que era la protagonista. Incluso fantaseaba con las escenas de amor. Aún no lo había hecho, pero a esa edad ya sabía lo que significaba hacer el amor, aunque todos lo vecinos de por mi casa decían coger.

En una ocasión mientras mi mamá limpiaba las habitaciones y yo la ayudaba con los trastes sucios en la cocina, entró Raúl a buscar algo en el refrigerador, de pronto mientras se tomaba un poco de jugo me comenzó a sacar platica.

-Oye Dani ¿Cuantos años tienes?
-Diez
-Orale, ya estás grande, yo creo que ya hasta tienes novia
-No, jeje ¡Cómo cree!

Sonreí un poco poniéndome rojo, nunca me había imaginado teniendo novia, no me gustaban las niñas aunque en ese tiempo aún no sabia como asimilarlo

-Yo a tu edad ya tenía, es normal, pero dime, ¿Por qué vienes a ayudarle a tú mamá? ¿No estudias o qué?
-Sí, si estudio, voy a la escuela en las mañanas, pero en las tardes le ayudo, para que termine más rápido.
-Viven muy limitados ¿Verdad?
-Sí, casi no nos alcanza el dinero
-¿No te quieres ganar $200? Para que tu te compres los que tu quieras
-¡Sí claro! ¿Qué tengo que hacer?

Poco a poco se fue acercando a mí, y cuando estuvo justo detrás, me dijo:

-Si me dejas acariciarte las nalguitas te los doy, pero no le tienes que decir a nadie, menos a tu mamá.
-¿Solo eso?

Para mí era muy simple, no entendía por qué por eso tan fácil me daría $200, cuando a mi mamá le daba eso por estar todo el día haciendo el aseo, así que acepté su trato.

Inmediatamente puso sus manos en mis nalgas, paraditas y redonditas, comenzó a acariciarlas y a apretarlas, yo había visto eso en alguna película porno con un vecino que ya iba en secundaria, así que entendía perfectamente lo que hacía, me gustaba.

Su respiración era cada vez más agitada, luego metió lentamente sus manos por dentro de mi short, me arranco un suspiro ya que sentir el calor de sus dedos en mi piel fue maravilloso, las acaricio por un buen rato hasta que escuchó un ruido, pensó que era mi mamá pero no, ella aún estaba arriba.

-Qué bonitas nalguitas tienes Dani
-Geacias
-Ahorita te doy tu dinero, pero dime algo ¿No te gustaría ganarte un poco más?
-Sí claro, pero ¿cómo?
-Se ve que eres muy listo, ¿Sabes lo que es coger?

Me quedé callado un momento claro que lo sabía, así que solo asentí con mi cabeza

-Sí me dejas cogerte de doy $500.¿Qué dices?

Sonaba muy tentador, $500 para mí era muchísimo y realmente pensé que era muy fácil, en las porno se veía fácil, y en las novelas, es más, hasta se veía que lo disfrutaban, y sinceramente tenía ganas de experimentar, así que sin pensármelo más le dije que sí.

Nos pusimos de acuerdo en que iría al día siguiente a su casa, ese día mi mamá hacía el aseo en otra casa y yo diría que tenía tarea.

Al día siguiente llegué y me recibió muy contento, estaba en bata de baño y directamente me pidió que nos fuéramos a su habitación. Me pidió que me desvistiera para darnos juntos un baño. Me quité la ropa quedando completamente desnudo, y él se quitó la bata. Lo vi de frente, todo un hombre maduro frente a un pequeño niño, su cuerpo completamente velludo, desde el pecho hasta los pies, y una enorme verga de carne ya erecta apuntando hacía mí.

Me sorprendió verle la verga, se veía enorme y desafiante, no entendí como sería posible que eso me cupiera en el culo, pero imagine que si en las películas los hacían era normal.

Me preguntó si no tenía ganas de hacer del baño y le dije que no, justamente había hecho antes de venir, nos metimos a la regadera y sacó un tipo de perilla con un popotito, lo llenó de agua y comenzó a metermelo en el culo, sentí como cuando haces del baño, era la primera vez que algo se metía en mi culo, y a pesar de ser muy delgado dolió un poco.

Después de eso, ya limpio, nos bañamos y nos fuimos a la cama.

-¿Estás listo para ser mi vieja?

Esa pregunta despertó algo en mí que no entendí, pero me calentó, siempre había fantaseado con ser mujer, y ahora se cumpliría con un hombre de verdad, así que sin dudarlo le dije:

-Sí, quiero ser tú vieja, quiero que me cojas como te cogías a tu esposa

Eso lo prendió muchísimo, lo pude ver en su cara, ya que su mirada cambió

-Sabía que eras bien putito, se te nota a kilómetros, entonces ¿Ya te han cogido?
-No nuca, pero a mi se me antoja cuando he visto en la tele o en las películas
-Entonces tienes el culito virgen, qué rico, más apretadito, a ver si no te madreo mucho. Te vas a aguantar eh, te advierto que ya que te la meta no te la voy a sacar aunque supliques

No entendí en ese momento por que habría de suplicar que me la sacara, ingenuamente aún ni siquiera imaginaba lo que venía

-Ven chupamela primero para que la dejes bien resbalosita y se te vaya hasta adentro

Me puse de rodillas frente a él, y comencé a intentar meterla en mi boca, esa primera sensación de sentir su verga caliente, ese pedazo de carne suave, pero firme, con ese olor tan particular era completamente nuevo en mi vida. De la punta de la verga le salía muchísimo liquido, un liquido transparente y baboso.

Abrí mi boca lo mas que pude y comencé a chupar, Raúl tomó mi cabeza y la empujo para que me tragara más, pero sentí que me ahorcaba, mis ojos se llenaron de lagrimas, y por poco vomito.

-Chúpame pues aunque sea la cabeza

Le chupe la cabeza un buen rato, la enorme cabeza de verga llenaba toda mi boca, yo con mis manos me sostenía de sus pernas peludas y el se moría de placer.

Después de eso me pidió que me subiera a la cama y me pusiera de perrito en el bordito, lo hice y él presionó un poco mi espalda para que parara más el culo. De repente sentí su cara entre mis nalgas y su lengua comenzó a pasar por mi culito, fue delicioso, cerré mis ojos del placer que sentía cada vez que su lengua húmeda y caliente intentaba meterse en mi colita. Así estuvo un buen rato, dándome lenguetazos hasta que mi colita quedó resbalosa.

-Te quiero meter el dedo, pero mejor no, voy a dejar que mi verga sea la primera que te abra, te voy a romper el culito cabrón, te lo voy a convertir en panochita
-¿Me lo va a romper?

Pregunté asustado, no sabia cómo me lo podía romper pero no sonaba nada bien, me asusté, pero el solo me dijo:

-Así te lo voy a romper putito

Y sin decir más acercó su verga completamente gruesa y erecta hasta la entrada de mi hoyito, con sus manos me tomó fuerte de la cadera y comenzó a presionar, sentía su cabeza caliente queriendo entrar pero no lo lograba, se retiró un poco y escupió en mi culo para después volver a intentarlo, esta vez haciendo más presión, su verga poco a poco comenzó a abrirse paso, sentí literal como mi culo se iba rompiendo, mi corazón y mi respiración se detuvieron, pero su verga no, seguía empujando firme hasta que su cabeza entro.

Cuando eso pasó sentí un dolor intenso y me quise quitar quedando completamente acostado boca abajo, pero el se montó sobre mi y apuntando su verga nuevamente la volvió a dejar caer, dejando todo su peso sobre mi, sentí como de golpe entro su verga casi hasta la mitad. Lancé un grito de dolor que retumbó en toda la habitación y quise quitarme, pero el peso de Raul era demasiado, y no pude moverme.

Colocó uno de sus brazos alrededor de mi cuello, para que no me moviera y comenzó un mete y saca que hacía que con cada metida su verga se clavara un poco más

-Ahhhhhhhhh, yaaaaaaaaaaa, por favoooooor
-Eso putito grita, ¿Querías verga no? Te advertí que ya con la verga adentro ni aunque me suplicaras te la iba a sacar.
-Me duele, por favoooor yaaaa, haaaaaaa
-¿Te duele mi vergota?¿Te duele como te estoy rompiendo el culo?
-Siiiiiii
.Aguantese puto, aunque grites nadie te va a oír

Presionaba su verga con fuerza, cada vez mas profundo, hasta que sentí como mi culo cedió y de golpe su verga se fue hasta lo mas profundo, sentí como tocaba mi interior y un fuerte dolor se apodero de mi, me ardía muchísimo, y me dolía, sentía su peso asfixiándome, sus enormes huevos rebitando y sus pelos pegando en mis nalgas, al tiempo que el se acercaba a mi oído y me chupaba el cuello y me metía la lengua en la oreja.

Me cogió así durante un buen rato, aunque parecía más una violación, su verga llegaba hasta lo más profundo y con cada embestida yo sentía que me perforaría. Sentí que me hacia del baño, pero en realidad era su verga abriendo mi culo a más de su capacidad.

Me la sacó y sentí mucho alivio, sentí que podía respirar nuevamente, mis ojos estaban llorosos, pero ahí no paro, me volteo boca arriba y subiendo mis piernas a sus hombros se volvió a acomodar para clavarme su fierro nuevamente, esta vez se fue de golpe hasta el fondo, sin piedad, sin nada que lo detuviera y de inmediato me comenzó a coger salvajemente.

Nuestras caras quedaron frente a frente y el comenzó a besarme, sus besos comenzaron a hacer que me excitara un poco, metía su lengua en mi boca y luego escupía en mi cara, yo ya no gritaba, ni lloraba, solo pujaba cada vez que su vega tocaba fondo. Se retiro un poco de mí, levantando mis piernas tomándome de los tobillos, las abrió lo más que pudo y comenzó a cogerme así, sentí que el interior se me saldría, su verga taladró a un ritmo cada vez mas fuerte hasta que de pronto comencé a sentir como se venia en mi, lo supe porque sentí como sus chorros de mecos calientes llenaban mi interior, sentía como su verga palpitaba y convulsionaba expulsando su leche.

Ahora si era toda una mujer, toda una puta, que se había vendido por $500 pesos, y había quedado preñada por su macho.

Por instinto me llevé la mano al culo, y estaba completamente abierto y mojado, me salían sus mecos revueltos con sangre, me había dejado roto, adolorido, pero en el fondo satisfecho.

-Si dices algo de esto a alguien, en primera voy a correr a tu mamá y se va a quedar sin trabajo, y voy a decir que me estaba robando para que no la contraten en ningún lado
-No yo no le voy a decir a nadie, me gusto, me dolió mucho pero me gusto, me gusta que me cojas, quiero volver a hacerlo, ¿a ti no te gusto?
-Me encantó cabrón es el culito más delicioso que he probado, claro que vamos a repetir, te voy a coger muchas veces cabrón, las próximas vas a sentir mas rico porque ya vas a estar mas abierto.

Me cambié y me dio mis $500 pesos, desde ese día supe que a eso me quería dedicar.












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