viernes, 13 de septiembre de 2019

MI TÍO DE ESTADOS UNIDOS

En una ocasión estaba de visita en casa de mi abuela, ya que había llegado un tío al que yo quería mucho y que desde que se casó se había ido a vivir a Estados Unidos, casi nunca venía, habían pasado años desde su última visita, ya que tanto él como su esposa e hijos tenían su vida completamente hecha allá.

Venía solo, y pensaba quedarse únicamente una semana, no le habían dado más días en su trabajo y tenía que regresar. Era un hombre de 45 años, muy guapo, moreno, de cabello chino y bigote, no muy alto, como de 1.75, cuerpo normal, de una persona que a pesar de no ser gorda tampoco hacia ejercicio y como la mayoría de los señores tenia una pequeña barriga. Siempre se me había hecho muy guapo y sobre todo muy inteligente, pero además era muy buena persona y muy carismático.

Mi abuelita necesitaba comprar algunas cosas en el centro y yo me ofrecí a traerlas, a lo que mi tío me dio las llaves de su coche para que fuera a comprarlas en el. Yo le dije que no sabía manejar y él se quedó muy sorprendido que a mis 15 años de edad aun no supiera, me aseguró que era muy fácil y que si yo quería el estaba dispuesto a enseñarme. Siempre había sido muy cariñoso conmigo por eso yo lo quería tanto.

Le dije que sí y nos pusimos de acuerdo en comenzar desde el día siguiente ya que el tiempo era muy corto. Y así comenzaron mis clases con mi tío. La convivencia con él y su trato me hizo sentir aun más cariño por él, nos reíamos todo el tiempo, bromeábamos y nos conocimos un poco más, él me preguntaba de mis novias, pero en realidad yo nunca había tenido una, cosa que al parecer le sorprendió mucho. 

La verdad a esa edad yo estaba muy confundido, no sabía exactamente si me gustaban las mujeres o  me gustaban los hombres, ya que había llegado a sentir atracción por algún compañero de la escuela. Yo era un joven muy serio, de 1.70 de estatura, cabello castaño y piel clara, me gustaba mucho correr lo que había hecho que mi cuerpo estuviera muy tonificado, pero delgado, lo que si que tenía eran muy buenas piernas y muy buena nalga, incluso me costaba encontrar pantalones que me cerraran bien sin tener que comprar tallas más grandes, así que la mayoría de las veces usaba jeans ajustados que apretaban mis glúteos y mis piernas.

El último día de las clases de manejo ya cuando terminamos, estacioné el coche y me cambié nuevamente al lado del copiloto para que mi tío se lo llevara de regreso, ya que usualmente íbamos a colonias o lugares con poco tráfico. Antes de arrancar, mi tío me propuso algo que cambiaría mi vida para siempre:

-Oye hijo antes de irnos, quisiera hablar contigo, no sé si lleves prisa
-No tío, no tengo prisa, dígame
-Pues la verdad no sé ni como decirte esto, pero pues ya casi me regreso y si no es ahora ya no va a ser nunca. Es algo fuerte, pero solo te voy a pedir que por favor hijo no le vayas a decir a nadie esto, ¿Me lo prometes?
-Si tío no se preocupe, dígame
-La verdad hijo es una propuesta que te quiero hacer. Si tú no quieres o no te interesa pues lo único es que como te dije no le vayas a decir a nadie.
-Si, está bien. ¿De qué se trata?

Dio un suspiro, se notaba que le costaba mucho decirlo, luego volteó y viéndome fijamente a los ojos me dijo:

-Si te doy una feria….. ¿Te animarías a coger conmigo?

No le contesté, estaba sorprendido, no sabia que decir, no podía creer lo que acababa de escuchar. Abrí mis ojos y aún dudando lo que acaba de escuchar le respondí:

-¿A coger?
-Si, yo se que suena raro y que te saca de onda hijo, sobre todo pues porque soy tu tío, pero la neta te traigo un chingo de ganas, no puedo dejar de pensar en eso, y ya no se que hacer, la verdad estoy dispuesto a lo que sea, a darte lo que me pidas.
-¿Es en serio tío?
-Si hijo, ¿Cómo crees que voy a bromear con algo así?
-Es que no se qué pensar

Yo seguía incrédulo, no me lo esperaba, mi propio tío me estaba proponiendo cogerme, en el fondo tenía curiosidad por saber qué se sentía, y no podía negar que mi tío era atractivo, pero no sabía que pensar, mi tío siguió con la conversación preguntándome:

-¿Nunca has cogido con otro hombre?
-No, de hecho nunca he estado con nadie
-Pues yo solo con mi vieja, pero, la verdad siempre he tenido curiosidad de saber que se siente cogerse a un hombre, aunque siendo sincero, no me animaría con cualquiera. Yo se que vas a pensar que soy un pervertido hijo, pero el hecho de que seas mi sobrino, no sé, me calienta un chingo. Desde hace mucho tiempo siento esto, pero antes eras un niño, siempre pensé que nunca me iba a animar a decirte nada, pero ahora que hemos convivido estos días y veo lo hermoso que te pusiste, la verdad es que ya no aguanto, me harías el más feliz del mundo si me dieras chance, de por lo menos acariciar tu cuerpo.
-No se tío, sigo sin entender nada, pienso que está jugando conmigo
-No hijo de verdad no, créeme que te lo digo en serio, discúlpame si te ofendo, y si es así pues no hagas caso a lo que te digo y olvidemos todo, pero lo tenía que decir y lo dije. Pero dime.....¿Te animarías?
-Pues… yo lo estimo mucho tío, pero no sé, quizá si me animaría pero.... me daría pena con usted.
-Esto quedaría solo entre nosotros hijo, sería un secreto, y todo a escondidas, yo no voy a pensar nada de ti, es más, después de eso, hacemos como que nada pasó y no volvemos a hablar del tema, sería solo para disfrutar el momento.
-¿Y si acepto, a dónde iríamos?
-Eso no es problema, tú sabes que aquí en México yo tengo mi casa, y está sola, ahí nadie nos descubre.
-¿Y cuándo sería?
-Pues tendría que ser hoy, o mañana, como sabes, yo me voy en dos días. Entonces.....¿Qué dices hijo? ¿Si te animas?

Le tenía que dar una respuesta, no tenía tiempo para pensarlo, así que aún dudando un poco le dije:

-Pueeees..... sí, si usted quiere.
-Claro que quiero hijo, vas a ver que la vamos a pasar bien rico.  ¿Vamos de una vez?
-Mmm….. Si.

Contesté completamente nervioso, mi tío estaba a punto de llevarme a su casa para quitarme la virginidad, al parecer el notó mis nervios y trató de tranquilizarme.

-No te asustes hijo, si algo no te gusta o te sientes incomodo ahí le dejamos. ¿Quieres que pase a la farmacia por unos condones....o así?
-Cómo sea tío, no sé, como usted quiera
-Ok, mejor así, se siente más rico, quiero sentir el calor de tu culito. Tú relájate hijo, déjame a mi todo.

Llegamos a su casa y nos pasamos. Al cerrar la puerta me tomó por atrás de los hombros y se acercó a mi oído diciéndome:

-Gracias hijo, de verdad gracias, no pensé que te ibas a animar.

Me dio la vuelta para verme de frente al tiempo que me decía; estas hermoso cabrón, te pusiste bien guapo. Después pasó sus dedos por mis labios, yo esta muerto de miedo, aún en ese punto pensaba que podía ser un tipo de broma de mi tío para ponerme a prueba y descubrir si yo era gay, ya que aunque lo disimulaba, a veces era un poco afeminado, sentía que en cualquier momento me iba a decir que efectivamente estaba jugando conmigo, pero no, cundo levantó mi cara con su mano y se acercó para darme un beso, en ese momento supe que todo era real, y me dejé llevar. Le correspondí desenfrenadamente y la pasión comenzó a subir.

-No mames cabrón que rico besas

Y así nos besamos un rato, probaba su saliva y su lengua, mientras nos besábamos, él apretaba mis nalgas, yo podía sentir como su verga se iba poniendo dura, y mi culo comenzaba a palpitar de deseo, aun no sabia si era grande o pequeña, solo sentía un bulto en su entrepierna.

Luego de besarnos un rato en el vestíbulo de su casa, me dijo que nos fuéramos al cuarto, me llevó de la mano, y al cerrar la puerta de la habitación nuevamente comenzó a besarme desesperadamente, me quitó la playera y bajó por mi cuello hasta mis pezones, los besó y los mordió. Era la primera vez que mi cuerpo experimentaba esas sensaciones, me estaba llevando a lugares del placer que no pensé que existieran, sentir sus labios y su lengua húmeda recorriendo mi piel, era lo mejor que había probado en la vida. Luego, mientras se quitaba la camisa, me pidió que me quitara el pantalón, y así lo hice, quedando solo en calzón. Se me quedó viendo fijamente a la erección que traía y me dijo:

-Te dije que te iba a gustar y apenas viene lo bueno.

Cuando se quitaba la camisa pude observar los vellos de su pecho, y un camino de vellos que llegaban hasta su abdomen, negros como su cabello y su bigote. Me pidió que me hincara frente a él y se desabrochó el cinto bajándose solo un poco el calzón para sacar una enorme verga que no entiendo como tenía escondida, al momento de quedar en libertad se desdobló apuntando directamente a mi cara. No tenía la circuncisión, pero por la erección su enorme cabeza se asomaba, era exageradamente gruesa y peluda como de 20 cm y de la punta salían una gotas de líquido.

-Chúpamela.

Me ordenó con voz dominante, yo obediente a sus ordenes, la tomé entre mis manos y la metí a mi boca, en cuanto mi tío sintió el calor de mis labios, exclamó un ahhh no mames! Se la comencé a chupar con un placer indescriptible, sabía que era mi única oportunidad de experimentar algo así, estaba viviendo un sueño y tenía que disfrutar cada segundo, nunca había chupado una verga, pero sabia como se hacía, la metía hasta lo mas profundo de mi garganta, y la chupaba suave como si quisiera succionar su semen, volteaba y lo veía a la cara y él estaba igual viendo como me tragaba su verga.

De pronto cuando la volví a meter hasta lo profundo de mi garganta, me pidió que así me quedara con la verga adentro, no podía respirar pero lo obedecí hasta que ya no aguante más, la sacó un poco para dejarme respirar y mientras me decía que era la mejor mamada de su vida comenzó un mete y saca hasta adentro, lo hacia sin parar.  Yo con los ojos llorosos dejaba que hiciera con mi boca y mi garganta lo que quisiera, luego comencé a sentir como su verga palpitaba y el se contraía de todo el cuerpo para comenzar a lanzar unos enormes y espesos chorros de semen caliente mientras de su boca salían gemidos de placer.

Con sus manos detuvo mi cabeza para que no me quitara y yo sin ningún problema comencé a tragarme cada gota, era él, era su sabor de macho, eran los mecos de mi tío y yo me los estaba comiendo,  después de que me tragué cada gota se retiró y me dijo:

-Ya hiciste que me viniera cabrón, pero no hay pedo, sirve que duro más rato cogiéndote, quítate los calzones y súbete a la cama.

Me subí y me acosté boca arriba, mi verga estaba erecta pero la de él estaba aun más, a pesar de que se acababa de venir, su verga aun escurriéndole gotas de semen seguía firme, enorme, gruesa, hermosa. Se quitó el pantalón y los calzones y se subió a la cama. Me tomó de las piernas y las levantó para que mi culito quedara a su disposición, me palpitaba se abría y se cerraba pidiendo verga, aun sin saber lo que le esperaba.

-Mira como te late el culo cabrón, parece que tiene hambre, ahorita le voy a dar de comer verga hasta que me canse, ¿Quieres verga sobrino?
-Si tío
-Quieres mi verga cabrón?
-Si tío quiero tu verga
-Déjame comerme primero tu culito papi

Y dejándose lanzar como si fuera un manjar, comenzó a chuparme el culo, sentir su bigote en mis nalgas, y su lengua caliente fue algo indescriptible, me retorcía de placer, sentía que me venía, mientras el salivaba y con su lengua llenaba mi hoyito que cada vez se lubricaba más. La pasaba por todo mi culito y yo me retorcía de placer.

-Ahhhhhhh qué rico tío
-Si bebé, ¿Te gusta, te gusta que me coma tu culito?
-Siiiii tio, !Me encanta!

Después metió un dedo que por lo lubricado de mi ano entró con facilidad, sin embargo era la primera vez que entraba algo en mi culo y mi instinto fue expulsarlo, sentía como lo apretaba y mi tío también lo notó.

-Que rico hijo, estas bien apretadito, ¿entonces si eres virgen?
-Si
-¿Y estas seguro que me quieres entregar tu culito?
-Claro que si tío, quiero ser suyo solamente

Yo ya estaba completamente caliente, dispuesto a dejarme hacer lo que él quisiera, él  seguía metiendo su dedo y me dijo:

-Bueno pues ahora si cabrón, a lo que vinimos, ese culito va a ser mío, tú relájate, te la voy a meter suavemente, pero necesito que te relajes y lo aflojes para que pueda entrar y no te duela.

Su verga estaba mojada por mi saliva y su mismo semen, y mi culo también estaba completamente lubricado. Así que puso su cabeza en la entrada de mi culo y dio un fuerte empujón.

-Ahhhhhh tíooooooooooo

De golpe me había metido media verga, sentí como mi culo tronó tratando de abrirse paso, pero hasta ahí llego, yo sentí como una braza caliente quemaba mi ano, sentí un intenso ardor debido a que su verga rompía las paredes de mi interior. El sostenía mis piernas con sus manos, no me pude quitar, mi tío me tenia ensartado y aún faltaba más. Con media verga clavada y dejando caer todo su peso sobre mi culito, decidido a meterla por completo.

-¡Ahhhhhhhh!

Exclamé un gemido de placer y dolor mientras sentía como mi tío dejaba caer su cuerpo sobre mí abriéndose solo un poco más, rompiendo todo a su paso, Pero ni con su mayor esfuerzo podía avanzar, no lograba que entrara, yo a pesar de que quería, me asusté mucho debido a que me estaba doliendo demasiado. Tuve miedo de no poder y tener que decirle a mi tío que no quería, que mejor no, estaba a punto del llanto, mi respiración se agitaba cada vez más, mis manos empujaban instintivamente su cuerpo hacia atrás y él puedo apreciar en mi cara el miedo.

Se retiró y cuando la mitad de su verga que era lo único que había podido meter salió, sentí un enorme alivio, mi ano palpitaba, sentía como si tuviera vida, no podía controlarlo se abría y se cerraba, mi tío lo veía fascinado, con una sonrisa de depravado que me dio miedo, y pidiéndome que pujara para que mi culo se abriera más, me escupió hasta adentro, acomodó nuevamente su verga y me pidió que me relajara para luego de golpe volver a empujar.

Entró nuevamente hasta la mitad y el dolor se apoderó de mí, yo cerraba los ojos y me retorcía, pero mi tío parecía poseído de placer y deseo, al parecer era su mayor fantasía y ya me tenia ahí, ya no le importaron sus promesas de tratarme con cuidado, estaba vuelto loco de placer, la sacó toda nuevamente y la volvió a meter.

-Ya tienes medio fierro adentro cabrón ahí la llevas, relajame el culito, ábrelo para mí bebé

Y así, con media verga adentro, que para mí era muchísimo, se inclinó sobre mí tomando mi cara con sus manos y se acercó para besarme, el beso supo a semen, saliva y a mi culo, mientras el sudor de su frente caía sobre mi cara, yo lo tomé del cabello, enredando mis dedos entres sus chinos, para sentir cómo él comenzó un bombeo si sacarla por completo, se retiraba y empujaba, primero lento y cada vez mas rápido, en cada metida sentía como mi culo iba poniendo menos resistencia. 

Yo bajé mis manos a sus nalgas,  y comencé a empujarlo hacia a mí, a pesar del dolor que sentía, era una especie de masoquismo, el hecho de saber que era la verga de mi tío, me tenia excitado, no importaba que me matara, estaba dispuesto a sacrificarme, yo tenía los ojos cerrados, apretados y él seguía bombeando.

De pronto en un embestida algo se rompió en mi interior, lo ultimo que me quedaba de resistencia se perdió, mi culo cedió, y de un solo golpe se me fue hasta adentro el resto de su verga. El dolor fue insoportable, grité fuertemente y traté de zafarme, pero por la posición y el peso de mi tío, no logré moverme, mi tío me tapó la boca, quizá por miedo a que algún vecino escuchara, pero no la sacó, se quedó con ella hasta el fondo.

-Ya papá ya se te fue toda, ya está toda adentro cabrón así quédate mi amor.

Yo sentía como su verga gruesa e hinchada inundaba todo mi interior, sentí que me desmayaba. El no se movía, pero yo sentía como las venas de su verga palpitaban llevando sangre a esa enorme verga. Su abdomen y su pecho lleno de vellos sudados pegados al mio, era el pecado y la perversión en su máxima expresión, tío y sobrino.

Después de solo un momento sin movernos, el comenzó a salir solo unos centímetros para volver a meter, cada vez era más fácil, cada vez mi culo se hacia más a la idea de tenerlo adentro. De pronto entendí, comprendí que era su verga caliente la que estaba dentro de mí y el dolor pasó a segundo plano, lo vi a los ojos con deseo y con amor, y ahora fui yo quien tomando su cabeza la acerqué a mi cara para pedirle un beso, él me besó y entendió que era mi manera de aprobar que me hiciera suyo, que le daba permiso de que me cogiera a su antojo, y así lo hizo, comenzó a meterse hasta lo profundo de mí, me comenzó a embestirme con fuerza, hasta que su verga entró y salió sin mayor esfuerzo.

Me bombeaba el culo de manera intensa, con cada embestida un lamento salía de mi boca. ¡Qué cogida me estaba dando! Después de un rato de estar así me giró, me puso boca, abajo acomodó una almohada bajo mi abdomen para que mi culo quedara levantado y así en esa posición, con el culito parado y completamente dilatado, me clavó nuevamente la verga, se dejó caer sobre mí, esta vez solo pujé al sentir como entraba hasta el fondo, de golpe, y nuevamente comenzó el bombeo, con ritmo suave pero con fuerza.

Se acercó por detrás mio y me dijo al oído que me amaba, que era el mejor día de su vida, que quisiera estar siempre así con migo, llevarme lejos con él y tenerme así siempre, sudábamos y el metía su lengua en mi oído, nuestras piernas se cruzaban y yo podía sentir los vellos de sus piernas en las mías, y los de su pubis en mis nalgas.

Luego me tomo de la cintura y me puso de perrito, me pidió que pegara mi pecho a la cama para que mi culo quedara levantado, y por detrás de mi comenzó a cogerme salvajemente, esa posición hacia que sintiera como si su verga fuera el doble de grande y de gruesa, empujaba con fuerza y yo sentía como todo su cuerpo se estrellaba en mis nalgas, sentía sus enormes huevos golpeándome, pero era el dolor más placentero del mundo, mi verga estaba que reventaba. Ya no le importó el ruido, gritábamos y gemíamos de placer.

De pronto escuché como comenzó a pujar más fuerte y sus embestidas se hicieron más intensas y profundas aún, bramaba como un toro, su respiración era completamente agitada, se dejó caer sobre mi espalda, tenía a un macho sobre mí taladrándome el culo, yo solo apreté mis ojos, entrelazó sus manos entre las mías y  las apretamos con fuerza, yo mordí la almohada para ahogar mis gritos cuando de pronto sentí como  se venía nuevamente, volví a sentir sus chorros esta vez en mi culo, y al sentir eso eyaculé yo también.Me convulsionaba mientras de mi pene salían chorros de esperma, al tiempo que los de mi tío inundaban mi interior, era un orgasmo mutuo, completamente sincronizado, sentí que me quedaba ciego de tanto placer.

Después que se vació completamente en mi culo, se quedó tirado sobre mi con su verga adentro aún. Podía sentir como se contraía al tiempo que se hacia un poco más pequeña, así hasta que sola se salió. Cuando salió sentí como algo escurrió de mi ano hacia mis piernas, trate de contenerlo pero mi culo palpitaba y expulsaba todo. Mi tío ya afuera de mi, me dijo:

-Ay hijo, perdón creo que me pasé, se me hace que te rompí el culo

Me asusté y lleve una mano hacia mi ano para ver como estaba completamente lleno de sangre y semen, se paro rápidamente para ir hacia el baño y vi como su verga también estaba llena de sangre.
Sacó un poco de papel y pidiéndome que no me moviera comenzó a limpiarme esta vez suavemente con cariño, me besó la espalda tiernamente.

-Me diste tu virginidad, gracias, es el mejor día de mi vida, nuca lo voy a olvidar.

Yo sentía un dolor en mi interior y me movía con dificultad, me pidió que no me moviera y acostado boca arriba, me recargo en su pecho sudados los dos, sentía su corazón latir, era mi hombre y yo era el suyo.

Nos quedamos dormidos, después nos metimos a bañar y cuando salimos ordenamos una pizza, que comimos mientras veíamos una película. Después nos vestimos y me llevó mi casa, cuando me dejó sacó su billetera.

-Bueno hijo, lo que te prometí
-No tío, no lo hice por eso, lo hice porque quise y no me arrepiento fue lo mejor que me ha pasado
-También para mí hijo, gracias

Nos dimos un abrazo fuerte, de complicidad, no sabíamos si algún día se repetiría, pero si no, había sido la mejor experiencia de nuestras vidas.

viernes, 6 de septiembre de 2019

EN LA CÁRCEL POR ERROR

Eran las 3 de la mañana cuando salimos del bar, como cada fin de semana, me gustaba ir de fiesta con mis amigos. Mi departamento no quedaba lejos del lugar que habíamos elegido para esa ocasión, así que había optado por regresar caminando. Mis amigos insistieron en llevarme, pero decidí que quería caminar a pesar de traer varias copas encima.

Unas cuadras antes de llegar a mi casa, vi a una joven tirada en la banqueta, me acerqué para ver cómo estaba, lloraba, traía la ropa rasgada, al parecer acababan de abusar de ella. Intenté ayudarla, pero al tocarla comenzó a gritar y a llorar más fuerte, pero no podía dejarla así, no podía simplemente irme. En eso pasaron un par de jóvenes y al ver la escena se acercaron.

Inmediatamente me retiraron de ella, uno de ellos me golpeó dejándome casi inconsciente. Me retuvieron, yo apenas podía hablar de lo borracho que iba. Minutos más tarde la policía estaba ahí, la chica solo decía que yo había abusado de ella, pero eso no era cierto.

Esa noche terminé detenido, pensando que al día siguiente todo se aclararía, estaba tan borracho que lo único que quería era dormir. Al día siguiente, con la cruda encima y un fuerte dolor de cabeza desperté. Me dieron derecho a una llamada, que aproveché para comunicarme con un amigo que es abogado. Horas más tarde llegó, pensé que todo se había resuelto pero al parecer las cosas no estaban nada bien.

La joven a la que habían abusado era hija de una persona muy influyente en la ciudad, ella me estaba acusando, ya que cuando reaccionó, yo era el único que estaba ahí, al parecer su papá había exigido todo el peso de la ley en mi contra, había comprado al juez, incluso, había supuestos testigos que declararon haber presenciado como yo la había violado, ni siquiera tenía derecho a fianza. La corrupción había hecho de las suyas.

Ese mismo día me llevaron a prisión, no podía creer que en una noche mi vida había cambiado por haber estado en el momento equivocado. Mi amigo me prometió que haría todo lo posible por ayudarme, pero que lamentablemente tendría que estar por lo menos unos días en la prisión, en lo que las cosas se aclaraban y buscaba la manera de resolverlo. Apenas tenía 25 años, toda una vida por delante. ¿Qué iba a pasar si no salía nunca? ¿Qué pensaría mi familia de mi?.

Cuando llegué inmediatamente me desvistieron y me dieron el uniforme de la prisión, me cortaron el pelo y me quitaron todas las pertenencias, me tomaron fotos e hicieron todo el proceso, a excepción de mi declaración, ya que esa estaba hecha, la habían hecho por mí. Después me llevaron al área de celdas, para esto ya era casi de noche. El guardia que me llevaba en cuando entramos gritó a los cuatro vientos:

-Ya les cayó un violín, ya saben que hacer con él, nomas no me lo vayan a lastimar mucho, jajajaja.

Todos comenzaron a reírse y a hacer mucho ruido, yo iba pasando por las celdas escuchando gritos y burlas hacía mi, sentí muchísimo miedo. Cuando llegué a mi celda, estaba un hombre robusto, alto, lleno de tatuajes, se me quedó mirando fijamente, y después me dijo:

-¿Ya sabes lo que le pasa a los violadores que caen aquí?
-Es un error señor, yo no hice nada, yo sería incapaz, de verdad, es un error
-Eso dicen todos, jaja, pero por algo estás aquí, y más vale que te vayas alistando porque no te la van a perdonar

Más tarde, escuché que se abrieron las puertas de las celdas, las luces estaban apagadas, sólo había algo de iluminación en el pasillo, mi corazón latía muy rápido, todos comenzaron a gritar y a chiflar, y de pronto la entrada de mi celda se llenó de hombres. El que estaba en la celda conmigo tomó la palabra

-Pues ya saben cabrones, como cayo en la mía pues me toca primero a mí, ya después ahí se turna el que quiera

Todos observaban, él se bajó el pantalón dejando ver una verga gorda, cabezona, llena de pelos, me ordenó que se la chupara, supliqué pero me tomó del cabello y me pego a su verga, diciéndome:

-Si quieres salir vivo de aquí vas a tener que cooperar y hacer lo que te decimos, si no, no vas a amanecer, eso te pasa por caliente, por andar metiendo el pito en dónde no debes, orale cabrón a tragar verga.

Abrí mi boca y comencé a chupar suave, pero el comenzó a meterla hasta mi garganta, salvajemente, yo me intenté retirar, pero recibí un fuerte golpe, así que seguí tragando, después me ordenó que me pusiera en cuatro patas, con los calzones abajo, obedecí, llorando, muerto de miedo, sabia lo que seguía.

Escupió su verga y escupió mi culo, y sin piedad la fue clavando, mi culo tronó y yo exclamé un grito de dolor, era un dolor indescriptible pero a él no le importo, con fuerza empujó para que su verga se clavara más, sentía como iba rompiendo mi interior con cada centímetro de su verga gorda y caliente, era la sensación más extraña, la sacó un poco, sentí muchísimo alivio, pero sabía que no pararía ahí, volvió a escupir y  luego volvió a acomodar su verga, cuando empujó nuevamente, entró mas fácil, me tomó de la cintura y con toda su fuerza dejó caer su peso sobre mí, clavándome su trozo de carne hasta el interior, sentí que me desmallaba, pero eso era solo el principio.

Su verga comenzó a entrar y salir, clavándose hasta el interior de mis entrañas, yo gritaba de dolor pedía ayuda pero nadie me iba a ayudar.

-Así te violaste a la morrita cabrón, así le metiste la verga a la fuerza pues ahora te aguantas, para que veas lo que se siente, tome puto, tráguese la verga

Dio un par de embestidas más y sentí como se comenzó a vaciar en mi interior, se retiró, mi culo se quería salir, me palpitaba, mientras los mecos que me dejó adentro se salían.

-¡Orale cabrones! el que sigue

Se puso por detrás de mí otro hombre, completamente pelón pero muy peludo, tenia la verga igual de gorda que el anterior, pero mas larga, me la metió de golpe, hasta el fondo, instintivamente me retiré, no soporte el dolor.

-Aaaaaay yaaaaa, por favoooooor, por favor, yaaaaa, se los suplico, yaaaaaaa

Todos se reían, mientras yo me retorcía de dolor en el suelo, llevándome una mano al culo como para protegerme. El hombre en turno era fuerte, me volvió a poner en cuatro y tomándome de la cintura me levantó el culo para que quedara a su disposición, con su mano presiono mi espalda hacia el suelo, haciendo que mi culo quedara completamente empinado, se puso en cuclillas y nuevamente me clavó su verga, que se fue sin piedad hasta lo mas profundo de mi ser, el grito que solté fue tan fuerte, que otro de los reclusos se metió a la celda con una camiseta, la pasó por mi boca dejándome amordazado para que no gritara más.

Esa verga me estaba matando, sentía el culo lleno, el dolor no paraba, mis ojos estaban completamente llenos de lagrimas pero a ellos no les importaba, con cada embestida un fuerte dolor se apoderaba de mí.

Uno a uno fueron pasando, vergas de diferentes tamaños, unos se vaciaban en mi culo, otros en mis nalgas, no se cuántos fueron, perdí la cuenta cuando iban diez, pero al último de ellos jamás lo podre olvidar.

Le decían el monstruo, por lo que pude escuchar, y después de eso entendí por qué. Era un hombre grande, de manos gruesas, completamente peludo de todas partes, para esto muchos ya se habían retirado, al él lo dejaron al último y en cuanto lo vi, entendí por qué.

Su verga era un monstruo, enorme, como de 25 cm, gruesa y llena de venas, tenía que sostenerla con su mano por lo pesada que estaba. Me va a matar pensé, es imposible que mi culo aguante eso, me voy a morir. Comencé a llorar moviendo mi cabeza diciéndole que no, no podía hablar por la mordaza, pero como pude me puse de pie, vi como de mis piernas escurrían hilos de semen mezclados con sangre, el culo me ardía, pero él había estado esperando paciente su turno, no me iba a dejar ir así de fácil.

-Voltéate cabrón, a mi no me vas a convencer con tu llanto, ando que trueno, aquí es la única oportunidad que tenemos de saciarnos, llevo meses sin coger, así que voltéate si no quieres que de la putiza te deje inconsciente. ¡Orale cabrón volteese!

Así, de pie como estaba, me volteó y me pegó a la pared, y acomodándose detrás de mí, apuntó su verga, mi culo estaba roto y completamente abierto, hubo vergas que ya ni sentí, pero cuando ese monstruo comenzó a deslizarse hacia mi interior, sentí que moriría, su verga se fue abriendo paso poco a poco mientras el lamia mi oído y bramaba de pacer

-Eeeeeeesooooooooo, asíiiii, cometela puto, cometela toda

Cuando tuve media verga adentro se detuvo un momento, podía sentir como su verga palpitaba, como la sangre recorría las venas que irrigaban tremendo animal, después de unos segundos la sacó un poco y de golpe la dejo ir, con fuerza hasta el fondo. Todo se puso negro, mi visión se borró y un lamento salio desde lo profundo de mis entrañas pero se ahogo en mi boca, sin piedad comenzó a embestirme salvajemente. Yo apenas media 1.70, así que cuando el se levantaba me levantaba en peso con la verga adentro rompiendo todo en mi interior, sentí como mi culo no pudo contener más, sentía que me hacia del baño, y al parecer sucedió pero eso no importó, su verga seguía escarbando hasta lo más profundo taladrándome sin piedad.

Lo hacía con fuerza, vuelto loco de placer. Sus pelos pegaban en mis nalgas, y nuestros cuerpos estaban llenos de sudor, ya no tenía fuerza para mantenerme en pie, se retiró de mi y yo me dejé caer al suelo, casi inconsciente, me tumbó boca arriba y me quitó el pantalón y los zapatos, abriéndome las piernas por completo se acomodo entre ellas, llevándolas a sus hombros, y apuntando su enorme verga la clavo nuevamente, sus embestidas llegaron, si eso era posible aun más profundas, pero ya no había voluntad en mí, ya no gritaba, ya no me lamentaba.

Recuerdo que sentí su descarga de leche, y sus gritos de placer mientras se vaciaba, se retiró y me dejó ahí tirado, me intenté poner de pie, del culo me salían litros de mecos de todos los que me habían violado, mezclados entre sí con sangre y excremento, escurriendo por mis piernas. Me desvanecí por completo y no supe de mí.

Al día siguiente desperté en la enfermería, me habían tenido que dar un par de puntos y estaba en reposo ya que había sufrido diferentes desgarres.

Estuve ahí unos días, no me dejaron ver a nadie hasta que me recuperé, cuando me dieron de alta pude recibir visitas, familiares y amigos, todos me decían que saldría libre, pero yo había perdido las esperanzas. Sin embargo así fue, un par de días después salí libre, al parecer la joven había confesado que no era yo quien la había violado, su familia me dio una fuerte cantidad como indemnización, para que olvidara lo que había pasado. La acepté porque de verdad lo necesitaba, emprendí un negocio e inicie una nueva vida.

Nunca le dije a nadie lo que en verdad pasó en la cárcel.





lunes, 2 de septiembre de 2019

EL RANCHERO DEL PUEBLO

En una ocasión, decidí ir con mis amigos a la fiesta de un pueblo cercano, un poco más grande que el pueblo donde yo vivía, planeamos ir a tomar y a pasarla bien. Los roles de genero en esas zonas del país están muy marcados, desde las actividades que realizan los hombres y las mujeres hasta la manera de vestir, además, el machismo es algo muy común.

Yo, un chavo de 25 años, de estatura promedio y cuerpo bien trabajado en el campo, sabía desde muy niño que era diferente al resto de mis amigos, a mí no emocionaba como a ellos ir a buscar muchachas, cortejarlas, llevarles flores y serenatas, a mí me gustaban ellos, me gustaban los hombres, pero eso en mi pueblo era impensable, los únicos gays que había, o que lo hacían público, eran objeto de burla y discriminación, yo no quería eso para mí, así que fingía que era un mujeriego.

Además me quedaba bien, ya que siempre fui muy varonil, vestía de sombrero y botas como todos los hombres de ahí. Mis amigos y mi familia siempre me preguntaban que cuándo me iba a casar, yo había tenido novias, pero nunca sexo con ellas.

Estando ahí, y al calor del ambiente y de los tragos, mis amigos y yo conocimos a unas mujeres, platicábamos con ellas, cada quién con una, cortejándola a su manera, de pronto, se acercó un joven mas o menos de mi edad, de piel blanca y barba intensamente negra, llevaba botas y sombrero como todos los hombres del pueblo y dirigiéndose a la dama  con la que yo hablaba, le ordenó que ya se fuera para su casa, que su papá la estaba buscando, mis amigos, metidos en su romance ni se percataron, después de que ella se fue, se acercó a mi y en tono retador me dijo:

-¿Y tú qué plan traes con mi hermana?
-Nada en especial compa, solo estábamos platicando, ¿Tiene algo de malo?
-Pos sí fíjate, yo no voy a dejar cualquier pelado venga a endulzarle el oído
-Yo no soy ningún pelado, te repito, estábamos platicando, nos estamos conociendo
-¿Ah si? ¿Y tú de dónde conoces a mi hermana?
-La conocí hace un momento, yo vengo con mis amigos y ella estaba con sus amigas
-Pos nomas te advierto, no quiero que le vayas a salir con una pendejada
-Tranquilo viejo, relájate, yo no tengo malas intenciones con ella, de verdad, te lo aseguro
-Eso dicen todos cabrón, pero después salen con sus juegos, yo se cómo es este pedo
-Está bien, si así lo quieres no me vuelvo a acercar a ella, listo, no hay problema, no pasa nada
-Sabes que carnal, discúlpame, la verdad me alteré un poco, soy muy celoso con ella, pero no debí portarme así
-No te preocupes, no pasa nada
-Jeje, ya te dejé sin ligue, y lo peor es que yo ando igual, ¿Vamos por una chela?, te la invito, a ver que nos encontramos por ahí, por cierto, me llamo Manual
-Que tal Manuel, mucho gusto, yo soy Adrian

Nos estrechamos la mano y nos fuimos por ahí a buscar una cerveza, mientras nos la tomábamos, comenzamos a caminar entre la gente, ni siquiera le avisé a mis amigos, platicamos de muchas cosas, no se si por el efecto del alcohol, pero lo veía mas guapo con cada segundo que pasaba, me moría de ganas de que me abrazara y me besara, de tocar su pecho peludo y acariciarlo, nunca había estado con un hombre, pero si un día llegaba a estar con uno, quería que fuera con alguien como él. La estábamos pasando mu bien, bromeábamos y reíamos.

-Si te gusta mi hermana no hay bronca, te doy chance, nomas ya sabes, nada de jueguitos con ella
-No, de verdad no me gusta, no eran esas mis intenciones
-Qué te pasa cabrón, si esta re chula mi carnala, ¿Cómo que no te gusta?
-No es que no me guste, es hermosa, pero no puedo, no me hagas caso, no quiero hablar de más
-No te entiendo cabrón, ¿Qué no te gustan las viejas o qué?
-Sí, claro que me gustan pero, simplemente no se que pedo conmigo
-¿Ya has estado con alguna?
-No, nunca
-¿Y con un wey?
-No, menos, ¡Cómo crees!
-Pues deberías probar las dos cosas cabrón, para que sepas bien que te gusta, menos con mi hermana ¡eh!
-¿Tú ya probaste de las dos?
-La neta si wey, viejas me he cogido un montón  me gustan, pero un día, en una peda, me quedé con un compa, hacía un chingo de frío y sin darme cuenta a mitad de la noche lo tenia bien abrazado por detrás, mi verga se puso dura, me moría de ganas de clavársela en el culo, pero era mi compa, no podía hacer eso, de pronto él se movió acercando sus nalgas a mi verga y las comenzó a mover, de ahí ya no me la pensé, le bajé el calzón y se la metí, me lo cogí delicioso hasta que me vacié en él. Es la única vez que he cogido con otro wey, pero nomas de acordarme se me vuelve a parar. Si te animas, te ayudo, para que se te quite la duda y sepas si de verdad te gusta o no.
-Orale qué fuerte, pero, ¿Tú me la meterías a mí o cómo?
-Si wey primero yo te cojo, ya después si un día me animo, igual y dejo que tú me la claves, también tengo ganas de probar
-Pero en dónde wey, necesita ser un lugar en el que nadie nos vea
-Tengo una idea, ven conmigo

Me llevó a su camioneta,  nos alejamos un poco del pueblo, era un camino de terracería oscuro, sólo, después de unos kilometros se orilló, abrió un falsete de madera y nos metimos a una huerta. Estando dentro, perdidos entre los árboles, apagó la camioneta, y casi completamente a oscuras, ahí en su asiento, se sacó la verga, de unos 18cm, no muy gruesa, ya la traía parada, me pidió que se la chupara, no sabía cómo hacerlo, pero me la llevé a la boca, parecía que tenia siglos deseando hacer eso, en cuanto la sentí en mis labios, comencé a chupar, estaba dura y caliente, deslice mis labios metiéndola hasta mi garganta, suavemente, él suspiró de placer, se la chupé un buen rato hasta que se cansó, me tomó de la barbilla y me plantó un beso, sabía a cerveza y mi boca sabia a su verga.

Se bajó de la camioneta y abrió la puerta del copiloto en donde yo estaba, me pidió que me acostara sobre el asiento, me bajó el pantalón y el calzón, y con sus manos levantó mis piernas dejando mi culo a su disposición, las acomodó en sus hombros, se escupió la mano y me llenó el culo de su saliva, sentir su mano en mi culo me dio un escalofrío, después comenzó a tallar su verga entre mis nalgas, pasándola por mi culo, mi verga se comenzó a parar de placer, tenía por fin la verga de un macho a punto de clavarme, sentía miedo pero estaba listo para ser cogido sin piedad, de pronto, sin avisar, me la clavó, de golpe su cabeza suave se metió entre mis nalgas. Su verga húmeda se deslizó por mi culo, rompiendo sus paredes a su paso, sentí una punzada intensa al tiempo que su verga iba clavándose hasta mi interior, no pude evitar lanzar un grito

-¡Ahhhhhhhhh no mames!
-¿Qué cabrón, te duele? ¿Eso querías no? Probar una verga, pues aquí la tienes.

Una vez adentro, comenzó a meterla y a sacarla, primero suave, y cada vez más rápido y más profundo. La sensación era indescriptible, tener su verga de macho y verlo ahí con su cara de borracho, y su sombrero me volvió loco, él me la clavaba sin piedad, hasta el fondo, rápido y con fuerza, su verga durísima me estaba rompiendo el culo en dos,  me dolía, pero yo me dejé violar el culo a su antojo. Sentía el calor se fierro quemando mi interior, mientras entraba y salía una y otra vez.

-Ven bájate de la camioneta, quítate el pantalón y los calzones

Me ordenó, y mientras yo lo hacía el sacó del asiento trasero una pequeña cobija que puso en el suelo

-Ponte a cuatro patas wey, de perrito

Me puse a cuatro patas parando mi culo para que me siguiera cogiendo, estaba loco de placer, esperando recibir nuevamente su verga cuando sentí sus labios en mi culo, su lengua comenzó a meterse en mi interior mientras sentía como su bigote raspaba mis nalgas, casi vi las estrellas, borracho por el alcohol y por el placer que estaba sintiendo, luego me volvió a dejar ir su verga, yo me agachaba para que mi culo se abriera completamente a él, quería hasta el ultimo centímetro de su carne.

Me la sacó y se tumbó en la cobija, boca arriba, con la verga parada, le quité su sombrero y le acaricié la cara, estabamos completamente borrachos, me le monté, y esta vez fui y solo el que se cogió, cabalgué sobre él como si fuera montado en un caballo, sentándome en su verga, chocando mis nalgas en sus huevos.

-No mamés cabrón, esto si es coger, con ninguna vieja había disfrutado así

Me decía, agradeciendo la cogida de verga que le estaba dando con el culo. Comencé a desabrocharle la camisa, para acariciar su pecho de macho, el hizo lo mismo con la mía, e incorporándose un poco comenzó a besarme los pezones, después se fue directo a mi boca, mientras yo seguía clavándome en su verga.

-Ahhhh qué rico amor, qué rico culito mio, ya me voy a venir, ya no aguantoooooo
-Vente, vente en mi culo, lléname con tus mecos wey, lléname de tu leche
-Ahhhhhhhhhhhhhhhhh

Comencé a sentir como su leche salía disparada de su verga hasta mi interior, eso hizo que yo también comenzara a venirme llenando su abdomen peludo con mis mecos, fue un orgasmo intenso, mientras seguíamos besándonos, terminamos sudados, exhaustos, nos tumbamos sobre la cobija los dos.

-¿Qué wey, entonces qué? ¿Si te gustó la verga?
-La neta.... me encantó wey, coges bien rico, ya no me interesa calarle con las mujeres.
-Entonces qué onda, ¿Repetimos otro día?
-Cuando quieras compa, nomás para la otra me toca a mí. ¿O no me vas a dar a probar de tu culito?
-Simón wey, ya está, la otra te toca a ti.

Nos quedamos acostados, dormidos casi hasta el amanecer, después me llevó directamente a mi pueblo, nos pasamos el teléfono y de ahí comenzó la relación más chingona que jamás soñé.