viernes, 13 de septiembre de 2019

MI TÍO DE ESTADOS UNIDOS

En una ocasión estaba de visita en casa de mi abuela, ya que había llegado un tío al que yo quería mucho y que desde que se casó se había ido a vivir a Estados Unidos, casi nunca venía, habían pasado años desde su última visita, ya que tanto él como su esposa e hijos tenían su vida completamente hecha allá.

Venía solo, y pensaba quedarse únicamente una semana, no le habían dado más días en su trabajo y tenía que regresar. Era un hombre de 45 años, muy guapo, moreno, de cabello chino y bigote, no muy alto, como de 1.75, cuerpo normal, de una persona que a pesar de no ser gorda tampoco hacia ejercicio y como la mayoría de los señores tenia una pequeña barriga. Siempre se me había hecho muy guapo y sobre todo muy inteligente, pero además era muy buena persona y muy carismático.

Mi abuelita necesitaba comprar algunas cosas en el centro y yo me ofrecí a traerlas, a lo que mi tío me dio las llaves de su coche para que fuera a comprarlas en el. Yo le dije que no sabía manejar y él se quedó muy sorprendido que a mis 15 años de edad aun no supiera, me aseguró que era muy fácil y que si yo quería el estaba dispuesto a enseñarme. Siempre había sido muy cariñoso conmigo por eso yo lo quería tanto.

Le dije que sí y nos pusimos de acuerdo en comenzar desde el día siguiente ya que el tiempo era muy corto. Y así comenzaron mis clases con mi tío. La convivencia con él y su trato me hizo sentir aun más cariño por él, nos reíamos todo el tiempo, bromeábamos y nos conocimos un poco más, él me preguntaba de mis novias, pero en realidad yo nunca había tenido una, cosa que al parecer le sorprendió mucho. 

La verdad a esa edad yo estaba muy confundido, no sabía exactamente si me gustaban las mujeres o  me gustaban los hombres, ya que había llegado a sentir atracción por algún compañero de la escuela. Yo era un joven muy serio, de 1.70 de estatura, cabello castaño y piel clara, me gustaba mucho correr lo que había hecho que mi cuerpo estuviera muy tonificado, pero delgado, lo que si que tenía eran muy buenas piernas y muy buena nalga, incluso me costaba encontrar pantalones que me cerraran bien sin tener que comprar tallas más grandes, así que la mayoría de las veces usaba jeans ajustados que apretaban mis glúteos y mis piernas.

El último día de las clases de manejo ya cuando terminamos, estacioné el coche y me cambié nuevamente al lado del copiloto para que mi tío se lo llevara de regreso, ya que usualmente íbamos a colonias o lugares con poco tráfico. Antes de arrancar, mi tío me propuso algo que cambiaría mi vida para siempre:

-Oye hijo antes de irnos, quisiera hablar contigo, no sé si lleves prisa
-No tío, no tengo prisa, dígame
-Pues la verdad no sé ni como decirte esto, pero pues ya casi me regreso y si no es ahora ya no va a ser nunca. Es algo fuerte, pero solo te voy a pedir que por favor hijo no le vayas a decir a nadie esto, ¿Me lo prometes?
-Si tío no se preocupe, dígame
-La verdad hijo es una propuesta que te quiero hacer. Si tú no quieres o no te interesa pues lo único es que como te dije no le vayas a decir a nadie.
-Si, está bien. ¿De qué se trata?

Dio un suspiro, se notaba que le costaba mucho decirlo, luego volteó y viéndome fijamente a los ojos me dijo:

-Si te doy una feria….. ¿Te animarías a coger conmigo?

No le contesté, estaba sorprendido, no sabia que decir, no podía creer lo que acababa de escuchar. Abrí mis ojos y aún dudando lo que acaba de escuchar le respondí:

-¿A coger?
-Si, yo se que suena raro y que te saca de onda hijo, sobre todo pues porque soy tu tío, pero la neta te traigo un chingo de ganas, no puedo dejar de pensar en eso, y ya no se que hacer, la verdad estoy dispuesto a lo que sea, a darte lo que me pidas.
-¿Es en serio tío?
-Si hijo, ¿Cómo crees que voy a bromear con algo así?
-Es que no se qué pensar

Yo seguía incrédulo, no me lo esperaba, mi propio tío me estaba proponiendo cogerme, en el fondo tenía curiosidad por saber qué se sentía, y no podía negar que mi tío era atractivo, pero no sabía que pensar, mi tío siguió con la conversación preguntándome:

-¿Nunca has cogido con otro hombre?
-No, de hecho nunca he estado con nadie
-Pues yo solo con mi vieja, pero, la verdad siempre he tenido curiosidad de saber que se siente cogerse a un hombre, aunque siendo sincero, no me animaría con cualquiera. Yo se que vas a pensar que soy un pervertido hijo, pero el hecho de que seas mi sobrino, no sé, me calienta un chingo. Desde hace mucho tiempo siento esto, pero antes eras un niño, siempre pensé que nunca me iba a animar a decirte nada, pero ahora que hemos convivido estos días y veo lo hermoso que te pusiste, la verdad es que ya no aguanto, me harías el más feliz del mundo si me dieras chance, de por lo menos acariciar tu cuerpo.
-No se tío, sigo sin entender nada, pienso que está jugando conmigo
-No hijo de verdad no, créeme que te lo digo en serio, discúlpame si te ofendo, y si es así pues no hagas caso a lo que te digo y olvidemos todo, pero lo tenía que decir y lo dije. Pero dime.....¿Te animarías?
-Pues… yo lo estimo mucho tío, pero no sé, quizá si me animaría pero.... me daría pena con usted.
-Esto quedaría solo entre nosotros hijo, sería un secreto, y todo a escondidas, yo no voy a pensar nada de ti, es más, después de eso, hacemos como que nada pasó y no volvemos a hablar del tema, sería solo para disfrutar el momento.
-¿Y si acepto, a dónde iríamos?
-Eso no es problema, tú sabes que aquí en México yo tengo mi casa, y está sola, ahí nadie nos descubre.
-¿Y cuándo sería?
-Pues tendría que ser hoy, o mañana, como sabes, yo me voy en dos días. Entonces.....¿Qué dices hijo? ¿Si te animas?

Le tenía que dar una respuesta, no tenía tiempo para pensarlo, así que aún dudando un poco le dije:

-Pueeees..... sí, si usted quiere.
-Claro que quiero hijo, vas a ver que la vamos a pasar bien rico.  ¿Vamos de una vez?
-Mmm….. Si.

Contesté completamente nervioso, mi tío estaba a punto de llevarme a su casa para quitarme la virginidad, al parecer el notó mis nervios y trató de tranquilizarme.

-No te asustes hijo, si algo no te gusta o te sientes incomodo ahí le dejamos. ¿Quieres que pase a la farmacia por unos condones....o así?
-Cómo sea tío, no sé, como usted quiera
-Ok, mejor así, se siente más rico, quiero sentir el calor de tu culito. Tú relájate hijo, déjame a mi todo.

Llegamos a su casa y nos pasamos. Al cerrar la puerta me tomó por atrás de los hombros y se acercó a mi oído diciéndome:

-Gracias hijo, de verdad gracias, no pensé que te ibas a animar.

Me dio la vuelta para verme de frente al tiempo que me decía; estas hermoso cabrón, te pusiste bien guapo. Después pasó sus dedos por mis labios, yo esta muerto de miedo, aún en ese punto pensaba que podía ser un tipo de broma de mi tío para ponerme a prueba y descubrir si yo era gay, ya que aunque lo disimulaba, a veces era un poco afeminado, sentía que en cualquier momento me iba a decir que efectivamente estaba jugando conmigo, pero no, cundo levantó mi cara con su mano y se acercó para darme un beso, en ese momento supe que todo era real, y me dejé llevar. Le correspondí desenfrenadamente y la pasión comenzó a subir.

-No mames cabrón que rico besas

Y así nos besamos un rato, probaba su saliva y su lengua, mientras nos besábamos, él apretaba mis nalgas, yo podía sentir como su verga se iba poniendo dura, y mi culo comenzaba a palpitar de deseo, aun no sabia si era grande o pequeña, solo sentía un bulto en su entrepierna.

Luego de besarnos un rato en el vestíbulo de su casa, me dijo que nos fuéramos al cuarto, me llevó de la mano, y al cerrar la puerta de la habitación nuevamente comenzó a besarme desesperadamente, me quitó la playera y bajó por mi cuello hasta mis pezones, los besó y los mordió. Era la primera vez que mi cuerpo experimentaba esas sensaciones, me estaba llevando a lugares del placer que no pensé que existieran, sentir sus labios y su lengua húmeda recorriendo mi piel, era lo mejor que había probado en la vida. Luego, mientras se quitaba la camisa, me pidió que me quitara el pantalón, y así lo hice, quedando solo en calzón. Se me quedó viendo fijamente a la erección que traía y me dijo:

-Te dije que te iba a gustar y apenas viene lo bueno.

Cuando se quitaba la camisa pude observar los vellos de su pecho, y un camino de vellos que llegaban hasta su abdomen, negros como su cabello y su bigote. Me pidió que me hincara frente a él y se desabrochó el cinto bajándose solo un poco el calzón para sacar una enorme verga que no entiendo como tenía escondida, al momento de quedar en libertad se desdobló apuntando directamente a mi cara. No tenía la circuncisión, pero por la erección su enorme cabeza se asomaba, era exageradamente gruesa y peluda como de 20 cm y de la punta salían una gotas de líquido.

-Chúpamela.

Me ordenó con voz dominante, yo obediente a sus ordenes, la tomé entre mis manos y la metí a mi boca, en cuanto mi tío sintió el calor de mis labios, exclamó un ahhh no mames! Se la comencé a chupar con un placer indescriptible, sabía que era mi única oportunidad de experimentar algo así, estaba viviendo un sueño y tenía que disfrutar cada segundo, nunca había chupado una verga, pero sabia como se hacía, la metía hasta lo mas profundo de mi garganta, y la chupaba suave como si quisiera succionar su semen, volteaba y lo veía a la cara y él estaba igual viendo como me tragaba su verga.

De pronto cuando la volví a meter hasta lo profundo de mi garganta, me pidió que así me quedara con la verga adentro, no podía respirar pero lo obedecí hasta que ya no aguante más, la sacó un poco para dejarme respirar y mientras me decía que era la mejor mamada de su vida comenzó un mete y saca hasta adentro, lo hacia sin parar.  Yo con los ojos llorosos dejaba que hiciera con mi boca y mi garganta lo que quisiera, luego comencé a sentir como su verga palpitaba y el se contraía de todo el cuerpo para comenzar a lanzar unos enormes y espesos chorros de semen caliente mientras de su boca salían gemidos de placer.

Con sus manos detuvo mi cabeza para que no me quitara y yo sin ningún problema comencé a tragarme cada gota, era él, era su sabor de macho, eran los mecos de mi tío y yo me los estaba comiendo,  después de que me tragué cada gota se retiró y me dijo:

-Ya hiciste que me viniera cabrón, pero no hay pedo, sirve que duro más rato cogiéndote, quítate los calzones y súbete a la cama.

Me subí y me acosté boca arriba, mi verga estaba erecta pero la de él estaba aun más, a pesar de que se acababa de venir, su verga aun escurriéndole gotas de semen seguía firme, enorme, gruesa, hermosa. Se quitó el pantalón y los calzones y se subió a la cama. Me tomó de las piernas y las levantó para que mi culito quedara a su disposición, me palpitaba se abría y se cerraba pidiendo verga, aun sin saber lo que le esperaba.

-Mira como te late el culo cabrón, parece que tiene hambre, ahorita le voy a dar de comer verga hasta que me canse, ¿Quieres verga sobrino?
-Si tío
-Quieres mi verga cabrón?
-Si tío quiero tu verga
-Déjame comerme primero tu culito papi

Y dejándose lanzar como si fuera un manjar, comenzó a chuparme el culo, sentir su bigote en mis nalgas, y su lengua caliente fue algo indescriptible, me retorcía de placer, sentía que me venía, mientras el salivaba y con su lengua llenaba mi hoyito que cada vez se lubricaba más. La pasaba por todo mi culito y yo me retorcía de placer.

-Ahhhhhhh qué rico tío
-Si bebé, ¿Te gusta, te gusta que me coma tu culito?
-Siiiii tio, !Me encanta!

Después metió un dedo que por lo lubricado de mi ano entró con facilidad, sin embargo era la primera vez que entraba algo en mi culo y mi instinto fue expulsarlo, sentía como lo apretaba y mi tío también lo notó.

-Que rico hijo, estas bien apretadito, ¿entonces si eres virgen?
-Si
-¿Y estas seguro que me quieres entregar tu culito?
-Claro que si tío, quiero ser suyo solamente

Yo ya estaba completamente caliente, dispuesto a dejarme hacer lo que él quisiera, él  seguía metiendo su dedo y me dijo:

-Bueno pues ahora si cabrón, a lo que vinimos, ese culito va a ser mío, tú relájate, te la voy a meter suavemente, pero necesito que te relajes y lo aflojes para que pueda entrar y no te duela.

Su verga estaba mojada por mi saliva y su mismo semen, y mi culo también estaba completamente lubricado. Así que puso su cabeza en la entrada de mi culo y dio un fuerte empujón.

-Ahhhhhh tíooooooooooo

De golpe me había metido media verga, sentí como mi culo tronó tratando de abrirse paso, pero hasta ahí llego, yo sentí como una braza caliente quemaba mi ano, sentí un intenso ardor debido a que su verga rompía las paredes de mi interior. El sostenía mis piernas con sus manos, no me pude quitar, mi tío me tenia ensartado y aún faltaba más. Con media verga clavada y dejando caer todo su peso sobre mi culito, decidido a meterla por completo.

-¡Ahhhhhhhh!

Exclamé un gemido de placer y dolor mientras sentía como mi tío dejaba caer su cuerpo sobre mí abriéndose solo un poco más, rompiendo todo a su paso, Pero ni con su mayor esfuerzo podía avanzar, no lograba que entrara, yo a pesar de que quería, me asusté mucho debido a que me estaba doliendo demasiado. Tuve miedo de no poder y tener que decirle a mi tío que no quería, que mejor no, estaba a punto del llanto, mi respiración se agitaba cada vez más, mis manos empujaban instintivamente su cuerpo hacia atrás y él puedo apreciar en mi cara el miedo.

Se retiró y cuando la mitad de su verga que era lo único que había podido meter salió, sentí un enorme alivio, mi ano palpitaba, sentía como si tuviera vida, no podía controlarlo se abría y se cerraba, mi tío lo veía fascinado, con una sonrisa de depravado que me dio miedo, y pidiéndome que pujara para que mi culo se abriera más, me escupió hasta adentro, acomodó nuevamente su verga y me pidió que me relajara para luego de golpe volver a empujar.

Entró nuevamente hasta la mitad y el dolor se apoderó de mí, yo cerraba los ojos y me retorcía, pero mi tío parecía poseído de placer y deseo, al parecer era su mayor fantasía y ya me tenia ahí, ya no le importaron sus promesas de tratarme con cuidado, estaba vuelto loco de placer, la sacó toda nuevamente y la volvió a meter.

-Ya tienes medio fierro adentro cabrón ahí la llevas, relajame el culito, ábrelo para mí bebé

Y así, con media verga adentro, que para mí era muchísimo, se inclinó sobre mí tomando mi cara con sus manos y se acercó para besarme, el beso supo a semen, saliva y a mi culo, mientras el sudor de su frente caía sobre mi cara, yo lo tomé del cabello, enredando mis dedos entres sus chinos, para sentir cómo él comenzó un bombeo si sacarla por completo, se retiraba y empujaba, primero lento y cada vez mas rápido, en cada metida sentía como mi culo iba poniendo menos resistencia. 

Yo bajé mis manos a sus nalgas,  y comencé a empujarlo hacia a mí, a pesar del dolor que sentía, era una especie de masoquismo, el hecho de saber que era la verga de mi tío, me tenia excitado, no importaba que me matara, estaba dispuesto a sacrificarme, yo tenía los ojos cerrados, apretados y él seguía bombeando.

De pronto en un embestida algo se rompió en mi interior, lo ultimo que me quedaba de resistencia se perdió, mi culo cedió, y de un solo golpe se me fue hasta adentro el resto de su verga. El dolor fue insoportable, grité fuertemente y traté de zafarme, pero por la posición y el peso de mi tío, no logré moverme, mi tío me tapó la boca, quizá por miedo a que algún vecino escuchara, pero no la sacó, se quedó con ella hasta el fondo.

-Ya papá ya se te fue toda, ya está toda adentro cabrón así quédate mi amor.

Yo sentía como su verga gruesa e hinchada inundaba todo mi interior, sentí que me desmayaba. El no se movía, pero yo sentía como las venas de su verga palpitaban llevando sangre a esa enorme verga. Su abdomen y su pecho lleno de vellos sudados pegados al mio, era el pecado y la perversión en su máxima expresión, tío y sobrino.

Después de solo un momento sin movernos, el comenzó a salir solo unos centímetros para volver a meter, cada vez era más fácil, cada vez mi culo se hacia más a la idea de tenerlo adentro. De pronto entendí, comprendí que era su verga caliente la que estaba dentro de mí y el dolor pasó a segundo plano, lo vi a los ojos con deseo y con amor, y ahora fui yo quien tomando su cabeza la acerqué a mi cara para pedirle un beso, él me besó y entendió que era mi manera de aprobar que me hiciera suyo, que le daba permiso de que me cogiera a su antojo, y así lo hizo, comenzó a meterse hasta lo profundo de mí, me comenzó a embestirme con fuerza, hasta que su verga entró y salió sin mayor esfuerzo.

Me bombeaba el culo de manera intensa, con cada embestida un lamento salía de mi boca. ¡Qué cogida me estaba dando! Después de un rato de estar así me giró, me puso boca, abajo acomodó una almohada bajo mi abdomen para que mi culo quedara levantado y así en esa posición, con el culito parado y completamente dilatado, me clavó nuevamente la verga, se dejó caer sobre mí, esta vez solo pujé al sentir como entraba hasta el fondo, de golpe, y nuevamente comenzó el bombeo, con ritmo suave pero con fuerza.

Se acercó por detrás mio y me dijo al oído que me amaba, que era el mejor día de su vida, que quisiera estar siempre así con migo, llevarme lejos con él y tenerme así siempre, sudábamos y el metía su lengua en mi oído, nuestras piernas se cruzaban y yo podía sentir los vellos de sus piernas en las mías, y los de su pubis en mis nalgas.

Luego me tomo de la cintura y me puso de perrito, me pidió que pegara mi pecho a la cama para que mi culo quedara levantado, y por detrás de mi comenzó a cogerme salvajemente, esa posición hacia que sintiera como si su verga fuera el doble de grande y de gruesa, empujaba con fuerza y yo sentía como todo su cuerpo se estrellaba en mis nalgas, sentía sus enormes huevos golpeándome, pero era el dolor más placentero del mundo, mi verga estaba que reventaba. Ya no le importó el ruido, gritábamos y gemíamos de placer.

De pronto escuché como comenzó a pujar más fuerte y sus embestidas se hicieron más intensas y profundas aún, bramaba como un toro, su respiración era completamente agitada, se dejó caer sobre mi espalda, tenía a un macho sobre mí taladrándome el culo, yo solo apreté mis ojos, entrelazó sus manos entre las mías y  las apretamos con fuerza, yo mordí la almohada para ahogar mis gritos cuando de pronto sentí como  se venía nuevamente, volví a sentir sus chorros esta vez en mi culo, y al sentir eso eyaculé yo también.Me convulsionaba mientras de mi pene salían chorros de esperma, al tiempo que los de mi tío inundaban mi interior, era un orgasmo mutuo, completamente sincronizado, sentí que me quedaba ciego de tanto placer.

Después que se vació completamente en mi culo, se quedó tirado sobre mi con su verga adentro aún. Podía sentir como se contraía al tiempo que se hacia un poco más pequeña, así hasta que sola se salió. Cuando salió sentí como algo escurrió de mi ano hacia mis piernas, trate de contenerlo pero mi culo palpitaba y expulsaba todo. Mi tío ya afuera de mi, me dijo:

-Ay hijo, perdón creo que me pasé, se me hace que te rompí el culo

Me asusté y lleve una mano hacia mi ano para ver como estaba completamente lleno de sangre y semen, se paro rápidamente para ir hacia el baño y vi como su verga también estaba llena de sangre.
Sacó un poco de papel y pidiéndome que no me moviera comenzó a limpiarme esta vez suavemente con cariño, me besó la espalda tiernamente.

-Me diste tu virginidad, gracias, es el mejor día de mi vida, nuca lo voy a olvidar.

Yo sentía un dolor en mi interior y me movía con dificultad, me pidió que no me moviera y acostado boca arriba, me recargo en su pecho sudados los dos, sentía su corazón latir, era mi hombre y yo era el suyo.

Nos quedamos dormidos, después nos metimos a bañar y cuando salimos ordenamos una pizza, que comimos mientras veíamos una película. Después nos vestimos y me llevó mi casa, cuando me dejó sacó su billetera.

-Bueno hijo, lo que te prometí
-No tío, no lo hice por eso, lo hice porque quise y no me arrepiento fue lo mejor que me ha pasado
-También para mí hijo, gracias

Nos dimos un abrazo fuerte, de complicidad, no sabíamos si algún día se repetiría, pero si no, había sido la mejor experiencia de nuestras vidas.

1 comentario:

  1. Para ser de imaginacion te llevan a mucha 3xitacion y deseando que fueran reales

    ResponderEliminar