miércoles, 31 de julio de 2019

EL CHOFER DEL AUTOBUS


En una ocasión viajaba de mi pueblo natal a Guadalajara, sin embargo, como mi pueblo era muy pequeño no tenía salidas directas por lo que tenía que hacer escala en otra ciudad y de ahí tomar un autobús directo. Desde que subí al autobús en mi pueblo, me llamó mucho la atención el chofer, era un hombre muy varonil, de aproximadamente 50 años, de piel morena y bigote, traía la camisa del uniforme con las mangas dobladas lo que me dejaba ver sus manos cubiertas de vellos negros, eran unas manos grandes, de hombre, dedos largos y fuertes. También pude observar, ya que su camisa no estaba completamente abotonada, como su pecho estaba igual de peludo, eran unos vellos largos y gruesos, lisos, abundantes, me excitaba. Yo a mis apenas 20 años ya había tenido relaciones sexuales con un amigo, no éramos novios, pero él me había iniciado en mi despertar sexual, sin embargo, no éramos expertos, se podría decir que mi amigo era algo torpe y tenía la verga muy chiquita.

Yo soy un chavo delgado, de piel clara y cabello castaño, no soy afeminado, sin embargo, siempre me han dicho que me veo muy fino y delicado, incluso parece que tengo la cara de niño.
Cuando subí al camión, al ver al chofer me puse algo nervioso, ya que me gustó demasiado, cómo no era un autobús de primera clase, el mismo chofer era quien se encargaba de recibir los boletos, le entregué el mío, pero me dijo que me pasara, que enseguida pasaba él a los asientos a recogerlos. 

Cuando se subió toda la gente, paso asiento por asiento a recoger el boleto, fue cuando lo vi de pie, era un hombre alto, como de 1.90, yo media mucho menos apenas 1.70, también pude observar que a pesar de no ser gordo era de cuerpo grande, tenía una barriga que imagine llena de pelos y unos pectorales firmes, el pantalón del uniforme era de una tela muy lisa que se pegaba a su cuerpo, lo que dejaba ver un bulto bastante pronunciado en su entrepierna, cuando estuvo a un costado mío, su bulto quedó casi a la altura de mi cara, me pidió el boleto pero yo estaba impactado por ese gran bulto, imaginándome que debía tener una verga enorme, me volvió a pedir el boleto ya que yo estaba hipnotizado por su paquete y fue cuando voltee a verlo a los ojos, él estaba sonriendo y movía un poco la cabeza como burlándose de que me había descubierto, sentí un poco de pena. Al entregarle el boleto vi que llevaba un anillo de matrimonio, no sé por qué, pero eso me éxito aún más. Cuando se regresó hacia la parte delantera del autobús pude ver su espalda ancha y su enorme trasero, tenía muy buenas nalgas. Que rico estás me dije, lástima que no te puedo tener, de ti si me dejaba hacer lo que quisieras. Cuando llegamos al destino me bajé rápidamente me daba pena verlo después de que me descubrió viéndole el bulto, pero cuando ya iba a bajar, me dijo:

-Qué le vaya bien joven, se cuida
-Gracias

Me dirigí rápidamente a las taquillas para comprar el boleto a Guadalajara ya que era algo tarde, cuál fue mi sorpresa, que al llegar me dijeron que el autobús estaba lleno y que no habría más salidas hasta las 5 de la mañana del día siguiente, apenas eran las 8 de la noche. ¿Qué iba a hacer ahí tantas horas? Porque tampoco tenía dinero para pagar un hotel, al llegar a Guadalajara un amigo me iba a dar hospedaje. No tenía otra opción así que compré el boleto y me senté en una silla de la sala de espera, sería una noche larga. Tenía un rato sentado ahí cuando vi que pasó el chofer, lo seguí con la mirada cuando de pronto volteo y me descubrió viéndolo nuevamente, sonrió y levantó su mano, como saludándome, y se salió de la terminal de autobuses, me imaginé que quizá vivía en esa ciudad y que iría hacia su casa, ya que era tarde y esos autobuses tampoco regresaban al pueblo a esa hora.
Mi sorpresa fue que después de una hora lo vi regresar, traté de hacer como que no lo veía, sin embargo, él se dirigió hacia mí, se veía muy guapo y varonil, todo un macho. Cuando estuvo cerca me dijo:

- ¿Qué joven, no han pasado por usted?
-No, lo que pasa es que voy para Guadalajara, pero el camión ya estaba lleno, y el próximo sale hasta las 5
- ¿Uy qué mal! Apenas van a ser las 10, ¿Y no tienes alguien con quien quedarte aquí en esta ciudad?
-No, no conozco a nadie, y sinceramente no quiero pagar un hotel, así que me va a tocar esperarme aquí a que se hagan las 5
-Pero hace mucho frío joven y todavía falta mucho para las 5. ¿No te quieres quedar en mi camión? Yo tengo viaje hasta mañana y no hay problema de que te quedes ahí, mínimo vas a estar más cómodo, puedes reclinar un asiento y hasta te duermes un rato, y ya que vaya a salir tu camión ya te vas
-Ay muchas gracias, pero me da pena, no se preocupe
-No cual pena, ándale vamos para que no te quedes aquí

Así que me convenció y me fui detrás de él al camión, abrió la puerta y me pidió que me pasara, él se pasó detrás de mí, una vez adentro me dijo:

-Pues el autobús está vacío, tú quédate donde te sientas más cómodo, es más si quieres te puedes acostar en dos asientos para que te duermas, ya cuando te vayas a bajar nada más le quitas el seguro y abres la puerta.
- ¿Tú no duermes aquí?
-No hijo, yo duermo en el camarote acá abajo, está mucho más cómodo, te invitaría a dormir ahí, pero la neta, no respondo de lo que te pueda pasar

Mientras me decía eso, hizo una sonrisa muy seductora, mi corazón palpitaba muy rápido, yo no era tonto y sabía que esa era una insinuación, era mi oportunidad, así que un poco tímido, pero aprovechando la oportunidad le dije:

- ¿Ah sí? ¿Cómo qué?
-Tú sabrás si quieres arriesgarte
-No me da miedo
- ¿Valiente entonces el muchacho? Pues si no te da miedo, vente, nomás ya te dije, no respondo eh, ven, vamos acá abajo.

Nos bajamos del autobús y abrió la puerta del camarote, era un espacio parecido a una cajuela, pero con un colchón, se veía que apenas cabía bien una persona, pero también se veía bastante cómodo, además lo que yo quería era estar muy pegado a él, me pidió que me pasara mientras él volteaba a los lados para ver que nadie nos observaba, la central estaba completamente sola, me pasé y enseguida se metió él. Al cerrar la puerta una pequeña luz se encendió, estábamos muy cerca el uno al otro, yo estaba nervioso, asustado y excitado, encendió el aire acondicionado y me dijo:

-De todas maneras, se siente algo de calor, mejor quítate la ropa

Y se empezó a desvestir él, yo hacía lo mismo, no podía creer lo que estaba pasando, se quitó la camisa, los zapatos y los calcetines, después se quitó el cinto y se desabrochó el pantalón, mientras se lo quitaba podía comprobar mis sospechas, estaba hecho todo un oso, lleno de pelos por todas partes, traía una trusa, su verga se le marcaba, gruesa y erecta, el calzón estaba mojado de la punta, por la gran cantidad de pre semen que le salía, de su pubis salía una gran cantidad de pelos, era todo un hombre, yo también estaba en bóxer, de los tipos brief bastantes sexys.

- ¿Entonces no te da miedo?
-La verdad…..no
-Vamos pues a ver si es cierto

Se me subió encima, inmediatamente comenzamos lo que ambos ya deseábamos para ese momento, su bulto pegaba en el mío y comenzó a besarme apasionadamente, yo enredaba mis piernas entre las suyas, para sentir sus pelos, y acariciaba su pecho con mis manos, el metía su lengua en mi boca y me decía:

-Vamos a ver qué tan valiente eres
Y se retiró para quitarme el calzón, paso su mano por la rajita de mi culo y me dijo:
-Que rico cabrón, ¿ya te la han metido?
-No nunca, pero siempre he querido experimentar

Esa mentira lo prendió muchísimo, el pensar que él era el primero lo volvió loco, él estaba de rodillas, con la cabeza un poco encorvada hacia abajo ya que la altura del camarote no era mucha y él era un hombre alto, como pudo se quitó el calzón, su verga era gruesa, morena, con la cabeza enorme y pelada, me asuste un poco, pero siempre había soñado estar así con un hombre y él era todo un macho. Me pidió que le mamara la verga y me acomodé de frente a él, agaché mi cabeza hacia su verga y pegue mi pelvis al colchón, abriendo un poco las piernas mientras paraba mi culo, cuando se la comencé a chupar el dio un fuerte gemido, su verga estaba hirviendo de caliente, y de la punta le salía muchísimo líquido, a pesar de que se veía enorme esa verga no estaba completamente firme ni dura, porque cuando la metí en mi boca pude sentirla suave, sin embargo a los pocos segundos su verga comenzó a endurecerse, yo pensaba que ya la tenía completamente parada pero no era así, esas chupadas hicieron que despertara en su máximo esplendor, era un monstruo, además tenía unos huevos enormes, nunca pensé que alguien pudiera tener una verga así de monumental, el con sus manos gruesas tallaba mi espalda y al ser de brazos largos estos llegaban hasta mis nalgas, pasando sus dedos entre mis rajita, cuando toco mi culo con su dedo sentí que vi el cielo, intentó hacer presión, pero no entró, además yo instintivamente cerré, él me dijo:

-No aprietes porque te va doler, mejor flojito papá, relaja ese culito.

Se escupió la mano y llena de saliva la llevo nuevamente a mi culo, era mucha saliva, inmediatamente sentí como mi culo se humedecía completamente, y de pronto metió un dedo, mi culo tronó y yo pujé un poco, su dedo era del tamaño de la verga de mi amigo, así que no fue tan difícil soportarlo, sin embargo después de un rato de chupar esa verga que con trabajo metía en mi boca y él dedearme, me pidió que me volteara. Me puse de espaldas a él boca abajo, él pasó una almohada y me la puso en la pelvis para que mi culo quedara levantado y  me abrió de pernas, con sus manos abrió mis nalgas y dejó caer nuevamente un chorro de saliva, después pude sentir como con sus piernas abría un poco más las mías, sentí como su verga caliente resbalaba entre mis nalgas, intenté apretar cuando toco la entrada de mi culo pero él me dijo, afloja, afloja, con su mano dirigía la verga, de pronto hizo presión yo solo cerré mis ojos, la excitación se convirtió en miedo y en nervios, por la saliva y lo dilatado de mi ano su enorme cabeza se abrió paso, sin embargo sentí que mi interior se llenaba de carne, era como una esponja de carne caliente que llenaba todo mi hueco, él presionaba con fuerza y yo valiente relajaba mi culo lo más que podía, dejó car todo su cuerpo sobre mí, sentí sus pelos sudados en mi espalda, puso sus brazos alrededor de mi apretando mis manos con sus manos, y me dijo al oído:

-Te voy a romper el culo cabrón ¿estas listo?
-Si, rompemelooooo

Dije como pude ya que mis dientes estaban apretados, él comenzó a presionar más y su verga iba resbalando poco a poco, sentía como entraba, como se abría paso en mi culo, era más de lo que yo podía soportar, sin embargo, no me podía quitar, cuando de pronto sentí que empujo un poco más y su pubis pegó en mis nalgas.

-Ya la tienes toda a dentro

Yo estaba paralizado, inmóvil, sentía un inmenso dolor, apretaba mis ojos, el saco solo un poco y dio un fuerte golpe hasta el fondo, yo exclame un ahhhhhhhh

- ¿Qué? ¿Te duele putito?
-Ahhhh si, despacio por favor
-No que muy valiente, no que no te daba miedo

Sus embestidas eran lentas pero profundas llegando hasta mis entrañas, cada que arremetía contra mí mientras su peso me asfixiaba sentía como mi culo se estaba partiendo en dos, esas embestidas comenzaron a ser más intensas poco a poco, hasta que el ritmo fue más intenso, sacaba media verga y volvía a entrar hasta el fondo, entre más intensas y rápidas sus embestidas más me dolía.

-Despacito por favor, por favor
-Ni madres cabrón a mi así me gusta y mejor aguántate que apenas empecé papá, ¿a poco no está bien rica mi vergota? ¿la querías no? ¿Querías que mi vergota te rompiera el culo?
Yo en un intento de zafarme levanté las nalgas, lo cual fue un error porque sentí aún más profunda su verga, el aprovechó para tomarme de la cadera con su mano para que me quedara así
-Así cabrón, así cómetela

Me metía y sacaba su verga mientras hacía ruidos de placer, mordía mi oído y metía su lengua en el, me estaba dando una cogida increíble, no entendía por qué, pero a pesar de que me dolía demasiado yo estaba sintiendo placer. Después de un buen rato la sacó y pude sentir algo de alivio. Me volteo de frente a él y supe que eso seguiría. Abrió un poco mis piernas y comenzó a deslizar su verga que sin trabajo entro hasta el fondo, ahora lo tenía frente a mí, era mi hombre, era mi macho, lo abrace por la espalda que mis manos no alcanzaban a cubrir de lo grande que era, las deslice hacia sus voluptuosas nalgas llenas de pelos y las empujaba hacia a mí, él me decía:

-Ya papá, ya te rompí, ya me aguantas bien la verga, mira nomas que rico te la comes toda, sí que eres valiente, me vas a dar tu culito muchas veces papá
-Si cuando tú quieras
-¿Te gusta mi vergota?
-Me encanta
-Ve nomas que rico estás cabrón bien rico, bien chiquito y bien putito como me gustan. ¿Quieres que te preñe cabrón? ¿Quieres que te embarace?
-Si préñame, dame tu leche, dame toda tu leche, quiero un hijo tuyo
- ¿Quieres mis mecos?
-Sí échamelos dentro
-Ahí te van

Y comenzó a bombear más y más, de pronto apretó los ojos, y se detuvo con su fierro clavado hasta adentro, sentí como su verga palpitaba mientras chorros calientes de semen me llenaban, sentía como su verga y sus huevos se contraían, hasta que se vacío completamente en mí.
Dejo su verga adentro mientras nos besábamos, mi culo la apretaba, seguía erecta, hasta que se fue bajando poco a poco y se salió.
Yo me sentía inundado, lleno de mecos, pero los quería dejar ahí adentro, quería estar lleno de él. Y así lo hice, los deje adentro de mí, calientitos, se puso a un costado de mí y me abrazó por la espalda, como una linda pareja que acaba de hacer el amor, y solo me dijo:

-Qué rico cabrón

Nos quedamos dormidos, a las pocas horas desperté, aun no era tiempo de irme para tomar el otro autobús, lo vi ahí tan macho, tan hombre, con su verga dormida y su cuerpo lleno de bellos, lo vi tan cerca y tan mío, que no quise desaprovechar la oportunidad y me volví a llevar su verga a mi boca, aun dormido su verga comenzó a despertar hasta que quedó nuevamente erecta, despertó y solo tomaba mi cabeza dejando que yo se la mamara, se la mamé un buen rato, quería que se viniera en mi boca, ya tenía sus mecos en mi culo, pero ahora los quería probar, me los quería comer, por eso se la mamaba bien rico, con mi lengua y mi garganta, hasta que de pronto se vino, sentí como mi boca se llenaba de leche, caliente y salada, deliciosa, me la trague toda, no deje una sola gota, él me dijo:

-Ahora si me dejaste bien deslechado cabrón ya no voy a tener lechita para mi esposa, no importa, mi vieja nunca quiere coger
-Pues a mi cógeme cuando tú quieras, cuando tengas viaje para el pueblo no dudes en buscarme
-Claro que te voy a buscar mi niño, pásame tu teléfono, nomás tú no me escribas, yo te voy a escribir cuando yo pueda

Me cambié y me bajé del autobús, feliz, contento, literalmente lleno de él.

martes, 23 de julio de 2019

MI PRIMO DE PROVINCIA


Las vacaciones siempre eran mi época del año favorita, había terminado la primaria y ese año entraría a la secundaria, me gustaban el verano porque además era la fecha en que cumplía años, esta vez cumpliría 12, había dado el estirón como decía mi mamá y comenzaba a dejar de ser un niño, a mi edad ya media 1.75 y era muy delgado. También en vacaciones era cuando venían mis tíos de provincia, con mis primos. Mi tía, hermana de mi mamá se había ido a vivir a Chihuahua porque su esposo era de allá, tenían dos hijos, Jaime de 15 y Javier de 10. Siempre me había llevado bien con ellos, en especial con Jaime.
El día que llegaron yo estaba feliz, ya que al ser hijo único mi vida era un poco aburrida, Jaime también había cambiado mucho desde la última vez, era más alto y ya le estaba saliendo algo de bigote, su piel morena y su cabello negro y chino eran muy similares a los míos, sin embargo, él era más alto como por 10 cm y su voz había cambiado, ahora era más gruesa.
Otra cosa que cambió en Jaime fue su actitud, desde que llegaron, yo quería jugar, pero a Jaime no le interesaba, decía que nuestros juegos eran de niños, le pregunté qué quería hacer entonces:
-No sé, vamos por ahí a dar la vuelta, a ver morras
- ¿Morras?
-Sí mujeres, o qué ¿no te gustan?
-Sí, sí me gustan, pero, ¿A dónde vamos?
-Qué se yo, vamos al centro comercial, ahí siempre hay
Pedimos permiso para ir a un centro comercial que estaba muy cerca de mi casa, a solo unas cuadras, y me fui solo con Jaime, a Javier no lo dejaron ir. Estando en el centro comercial, comenzamos a ver a las chavas, se veía que le encantaba hacer eso.
-Mira nomas que ricas nalgas tiene esa vieja, y mira a esa otra que chichona, cómo para meterle la riata
- ¿Ya se la has metido a una mujer?
-Claro que si wey, a mi novia, solo de acordarme se me para, hasta me dieron ganas de jalármela.
- ¿Qué se siente jalártela?
- ¿Nunca te la has jalado?
-No, nunca
- ¡No manches! se siente bien chido, si quieres al rato en la casa nos la jalamos para que veas
Yo estaba intrigado, pero siempre había confiado en él, lo veía como mi ejemplo, como mi hermano mayor, y si él decía que estaba bien y se sentía rico yo le creía.
Cuando llegamos a la casa, me dijo que nos fuéramos a la recamara para hacer lo que habíamos acordado, pero al llegar Javier quiso ir con nosotros. Le tuvimos que decir que veríamos una película de terror para que se saliera, cerramos la puerta y pusimos la película con el volumen alto para que no nos escucharan. Me pidió que me sacara la verga mientras él se sacaba la suya, cuando la vi quedé sorprendido, era una verga grande, aunque no estaba parada, gruesa y llena de pelos, ya no parecía una verga de niño, la mía aún era más delgada y más pequeña, ya comenzaban a salirme pelos, pero aun eran delgados y pocos
-No manches la tienes bien grande
-Simón wey, es que yo soy mayor, pero así la tenía yo a tu edad, yo creo que te va a crecer más
-Y tienes un montón de pelos, más que yo
-También te van a salir pelos y mecos
- ¿Mecos? ¿Qué es eso?
-Los espermas wey, para que embaraces a las mujeres
- ¿A ti ya te salen?
-Sí wey, a mí ya me salen, cuando me la jalo o se la meto a mi novia me salen
- ¿Y cómo son?
-Ahorita que me la jale vas a ver
Se la comenzó a jalar y yo lo imitaba, su verga se paró llegándole a unos 18cm, quedé sorprendido, la mía si acaso media 12cm. No me podía concentrar por ver como se la estaba jalando.
- ¿Qué wey? ¿qué ves? Tú a lo tuyo
-Es que no manches no sé cómo, y quiero ver cómo te salen los mecos
-Mejor ayúdame wey, se siente más rico, para que me salgan más rápido
-Pero…. ¿cómo le hago?
- ¡Ah cabrón! Si que estás inexperto
Acercó su mano a mi verga y me la comenzó a jalar de forma suave y lenta, sentía delicioso, su mano caliente tocando mi pequeña verga, lancé unos gemidos, pero él me pedía que me callara para que no nos escucharan, después de un rato de jalármela mi verga estaba completamente parada y sentí como que me iba a orinar. Le pedí que se detuviera, pero no lo hizo, comenzó a salirme una especie de líquido, transparente, disparada a chorros, yo me retorcía, el me tapo la boca y yo sentí que me desmayaba, después de un momento me recuperé y algo asustado le pregunté.
- ¿Qué pasó, esos son los mecos? ¿Ya me salen?
-No wey así no son, son más blancos y espesos, no sé qué fue eso
-Pero se sintió bien rico
-Verdad que sí wey, así se siente cuando te vienes, ahora te toca a ti ya te dije como, ¡Jálamela!
Tomé su verga gruesa con mi mano pequeña e imitando lo que él había hecho conmigo, se la comencé a jalar, la tenía caliente y dura, yo la veía fijamente esperando que le salieran los mecos, moría de curiosidad por ver cómo eran.
-Más rápido primo, jálamela más rápido
Se la comencé a jalar más rápido, él tenía los ojos cerrados, y sin avisarme, de pronto de su verga comenzaron a salir chorros de un líquido blanco y espeso, muy caliente, mi mano se llenó de ellos, la retiré de inmediato
- Guácala, se me llenó la mano
-No mames primo, cómo guácala, si es lo que les encanta a las viejas
Él se la termino de jalar, la apretaba y la exprimía, sacando hasta la última gota
- ¿Entonces esos si son los mecos Jaime?
-Si primo estos son los mecos
-Wow qué raro, ¿por qué les gustan tanto a las mujeres?
-No se wey pero les encantan, a ver pruébalos para que veas por qué les gustan
No entendí que me lo decía en broma y como siempre le hacía caso en todo, me llevé mi mano llena de su semen a mi boca y los probé, sabían raro, era algo que no tenía ningún otro sabor en el mundo, algo salados.
-jajajajaja no manches menso, te lo decía de broma, ya te tragaste mis mecos jajajaja, pero dime ¿te gustaron?
- ¡No manches! saben bien malos
Vente tonto vamos a limpiarnos
Esa noche, mi primo menor no quiso dormir con nosotros, porque pensó que veríamos otra vez películas de terror, así que Jaime y yo nos quedamos solos en mi cuarto, el dormiría en el suelo y yo en la cama. Cuando estaba por dormirme Jaime me hablo en voz baja
-Primo, ¿Ya estás dormido?
-No Jaime, ¿qué pasa?
-Ando bien caliente wey, no seas malo, por qué no me la jalas otra vez
-No manches ya duérmete, o jálatela tú
-Es que en la tarde me la jalaste bien rico, no seas malo, jálamela, ándale
Después de un rato de insistir me convenció, una vez que le dije que sí, se subió a la cama conmigo, los dos estábamos en puro boxer, él se sacó nuevamente su verga y yo comencé a jalársela, en eso estaba cuando de pronto me preguntó:
- ¿Quieres probar algo más rico primo?
-A ver, ¿qué?
Acercó su cabeza a mi verga y me la comenzó a chupar, sentí delicioso, era una experiencia completamente nueva y efectivamente mucho más rica que jalársela.
-Ahhhhh que rico Jaime, ¿quién te enseñó todas estas cosas?
-Así me la chupa mi novia primo, y así les tienes que decir tú a las morras que te la mamen, hasta que te saquen la leche
-Ahhhh siiiiiii, ya quiero tener novia para que me la chupe
-Sale pues primo, ya te toca a ti chupármela
- ¿A mí?
-Si wey, ya te la chupé yo, ahora te toca chupármela a mi
Imitando lo que él había hecho me llevé su verga a mi boca, apenas me cabía, la tenía muy gruesa y caliente, sentí un poco de asco, pero el empujó mi cabeza para que lo hiciera y se la comencé a chupar, metía mi boquita hasta lo más profundo, haciendo mi mayor esfuerzo por abrirla lo más posible, en un momento le comencé a tomar el gusto y a disfrutar de estar mamándosela a mi primo mayor cuando me dijó.
-Primo, ¿me dejas metértela?
- ¿metérmela? ¡noooo! No manches Jaime ¿cómo crees?
-Ándale, para que veas cómo me cojo a mi novia y te enseñes
- ¿No duele?
-No sé wey, pero a mi vieja le encanta
-Es que la tienes bien grande Jaime, me da miedo
-No te preocupes primito, te la voy a meter con cuidado y despacito
Accedí con mucho miedo, pero quería tanto a mi primo, que no me podía seguirme negando, me quitó el boxer por completo y me puso en posición de perrito, él se puso detrás de mí y se quitó su boxer también, escupió la entrada de mi culito y apuntó, con un leve empujón trato de meter pero no pudo, mi culito estaba completamente cerrado, la verga de mi primo no iba a entrar, se puso más saliva en la verga y volvió a empujar, empujaba con fuerza para que resbalara, pero no lo lograba.
-No aprietes primo, afloja, no tengas miedo
-Es que no entra, mejor no
-Ya sé wey, deja te pongo tantita crema, con eso va a resbalar
Se dirigió a mi mesita en donde tenía las cosas de mi aseo, y tomó un bote de crema corporal, se puso un poco en la mano y se embarro toda la verga, después me puso más en el culo. Volvió a apuntar con su verga resbalosa, empujó, un poco, y luego un poco más. Yo sentí como mi culo se empezaba a abrir para que ese pedazo de carne de mi primo comenzara a entrar, su verga se deslizó lento, poco a poco, logró meterme la cabeza, pero al entrar yo sentí un fuerte dolor
- ¡Ayyyyy noooooo, no Jaime, no manches, no, no quiero me duele, noooooo, quítate!
-No primo, por favor déjame metértela poquito, te la meto con más cuidado, ándale por favor
-No Jaime no quiero, me duele mucho
Yo sentía un intenso dolor en mi culo, a pesar de que solo me había metido la punta, sentía mi culito abierto y adolorido.
-Jálamela pues, aunque sea
-No ya no quiero hacer nada, quítate, y si no te quitas le voy a hablar a mi papá
Jaime se bajó de la cama y se metió en sus cobijas, yo me quedé un rato despierto sentía mi colita adolorida, tenía ganas de llorar y estaba asustado. Al día siguiente Jaime no me hablaba, les pidió permiso a sus papás para ir al centro comercial pero no me quiso llevar, yo estaba muy triste, pero sabía porque había sido. En la noche cuando nos íbamos a dormir Jaime se acostó sin decirme nada, yo me sentía muy muy triste.
Cuando vi que Jaime estaba dormido, no pude resistir más, no quería despertar al día siguiente y que mi primo nuevamente no me hablara, me bajé de la cama y me acerqué a él, le baje el boxer y así como estaba dormido, le comencé a chupar la verga, él se despertó
- ¿Qué haces?
-Quiero que me cojas, quiero que me metas la verga, ahora si me voy a dejar, aunque me duela
Y se la seguí chupando, el no dijo nada, solo me tomó de la cabeza y comenzó a disfrutar de la mamada que le daba
-Voltéate pues, ponte de perrito, ya sabes como
Lo obedecí, me quite el boxer y me puse de perrito, él fue nuevamente por el pomo de crema y se lo unto en la verga, yo estaba asustado aún más que el día anterior, porque ya sabía lo que me esperaba, pero estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de que mi primo ya no estuviera molesto conmigo. Apunto su verga y empujo, mi culo puso menos resistencia que el día anterior, me dolió igual, pero esta vez me aguanté, cerré mis ojos en el momento en que sentí como su verga gorda comenzó a entrar en mi culito, él me tomo de la cadera y siguió empujando. Poco a poco fue resbalando su palo de carne, su verga gruesa, yo aguantaba, sentí un pequeño mareo, pensé que me desmayaría, quería quitarme y gritar, sentía como su verga me iba rompiendo por dentro, pero debía aguantarme y así lo hice, soporte cada centímetro de la verga de mi primo Jaime que se deslizo suave hasta tocar el fondo, mi culito pequeño estaba abierto completamente, sentía como apretaba su verga, la sentía en mí, caliente, llenándome por completo
-Ves primito, que te costaba, ya te la enterré toda y ni pujaste, así te vas a coger a tu novia cuando la tengas, y ya luego que le entre toda te quedas así un rato con la verga adentro para que el culo se acostumbre y la vas sacando poco a poco.
Mientras me explicaba iba haciendo lo que me describía, me iba sacando la verga poco a poco.
-Luego ya que se la sacaste casi toda, se la vuelves a meter de golpe así
-Ahhhhhhhhhhhh
-Cállate wey, nos van a escuchar no hagas ruido
-mmmmmmm despacio por favoooooor
-Y se la vuelves a sacar y luego……. se la vuelves a meter…….. hasta el fondo, asiiiiiiiiii, ahhhhh! hasta adentro, y luego, más y más rápido
Me comenzó a coger cada vez a un ritmo más rápido, yo me aguantaba, me tragaba toda su verga, el metía y sacaba, el dolor comenzó a bajar, y de pronto cuando mi culo se dilató, comencé a sentir rico, cada vez más rico, sentía los piquetes de su verga, caliente y resbalosa, sentía sus manos acariciando mis nalgas, escuchaba sus gemidos de placer, entendí por qué las mujeres se dejaban coger, era delicioso sentir una verga, mi culo se abrió completamente para él, recibiendo cada embestida de esa verga adolescente pero bien formada.
Mientras me cogía comencé a sentir como mi verga se ponía dura y luego sin darme cuenta, sentí como mis músculos se contraían y de pronto empecé a aventar chorros de un líquido blanco y espeso, eran mecos, eran mis propios mecos que me salían por primera vez, mi primo al darse cuenta, me la clavo más a fondo y se comenzó a venir también, me di cuenta porque sentí como su cabeza se hinchaba dentro de mí y escupía algo caliente, yo me retorcí de placer cuando sentí que sus chorros de semen me llenaban el interior de mi culo, nos desplomamos sobre las cobijas. El sobre mí aun con su verga en mi culito. Nos quedamos un momento así y de printo lentamente me la fue sacando. Cuando me la sacó, mi culo se quedó abierto, aún sentía como si la trajera adentro, me toqué y sentí como mi dedo se me iba, y se me llenaba de sus mecos que escurrían de mi culo a chorros.
-Jaime, ¿Así se me va a quedar ya el culo?
-No menso, al rato se te vuelve a cerrar
-Y no me pasa nada que me echaras los mecos adentro. ¿No me puedo embarazar?
-Cómo crees que te vas a embarazar, solo las mujeres se embarazan, ya mejor ya duérmete
-Jaime a quien quieres más, ¿a tu novia o a mí?
-A los dos, pero tu eres mi familia, ¿por qué?
-No nada más, es que voy a sentir feo cuando te vayas
-Todavía faltan muchos días, pero si quieres mientras estoy aquí podemos jugar a que eras mi novia, pero te voy a coger todos los días ¿eh?
-Siii, si quiero jugar a ser tu novia y que me cojas todos los días
Me acosté en su pecho, me sentí seguro y querido. Fueron unas vacaciones inolvidables, todos los días me cogía en la noche y en las tardes, un día mientras me la metía en la noche me dio mi primer beso, todo era nuevo a su lado. Cuando se fue me sentí muy triste, iba a extrañar mucho su verga, sus brazos y sus labios, pero yo esperaría paciente a las próximas vacaciones.

miércoles, 17 de julio de 2019

EN EL SAUNA CON MI TÍO LEONARDO


Cuando terminé la preparatoria tuve que irme a CDMX a estudiar, ya que la carrera que yo quería no estaba en mi ciudad. Viviendo allá conocí muchos amigos y pude vivir plenamente mi sexualidad. Disfrutaba mucho ir a los antros y los fines de semana me gustaba ir a relajarme y a tener sexo a una sauna de encuentros gay.

Tenía 19 años y durante el año que llevaba viviendo allá me había dedicado a hacer ejercicio, así que mi cuerpo comenzaba a marcarse, por cuestiones de vanidad me gustaba depilarme, para que mi piel se pudiera sentir lisa y suave. Soy de piel blanca y cabello negro, no muy alto, pero tampoco bajito, mido 1.75, y siempre había tenido muchos pretendientes, sin embargo, me encantaba el sexo, por lo que no podía serles fiel y prefería ser soltero.

En una ocasión un sábado me fui a la sauna como de costumbre y comencé a recorrer los diferentes espacios viendo quienes estaban y con quién podía ligar. Después de recorrer las diferentes áreas del lugar y no tener mucha suerte, entre a una habitación oscura, en donde había diferentes pasillos y a penas podías ver las siluetas de las personas. Me recargué de espaldas contra un muro y me retire la toalla, podía sentir las manos de diferentes hombres tocándome las nalgas para luego retirarse buscando más opciones. De pronto unas manos se quedaron en mis nalgas, sentí cómo el hombre que estaba detrás de mí se quitó la toalla y se pegó por detrás de mi acercándome su verga, la traía parada, con sus manos me acariciaba el culo y de pronto comenzó a meterme el dedo, yo no dije nada, solo soltaba unos gemidos, me encantaba esa parte del lugar ya que el morbo de fajar y coger con alguien a quien ni siquiera le veías el rostro me excitaba. 

Estuvo un rato metiéndome el dedo, sentía delicioso, cuando me volteo para quedar de frente a él, lo poco que pude apreciar entre la oscuridad es que era apenas unos centímetros más alto que yo, era delgado, pero no marcado, incluso tenía una pequeña barriga, le acaricié el pecho y pude sentir unos cuantos vellos. Una vez de frente me dio un beso metiendo su lengua húmeda y caliente en mi garganta, luego me agachó para que le chupara la verga. Así lo hice durante un buen rato. Era una verga deliciosa, como de 18 cm, tampoco era muy gruesa y no tenía la circuncisión, pero al probarla me encantó su sabor, tenía la verga completamente recta, derechita como pocas, y una cabeza suave y húmeda. Del abdomen le salía una línea de pelos que llegaban hasta su verga, completamente peluda, al igual que sus huevos, no me molestaba, me gustaban los machos así, que descuidan un poco su aspecto. Después de que se la chupe un rato me levantó y me puso de espaldas diciéndome al oído que me quería coger.

Cuando escuché esa voz sentí que un escalofrió recorría mi cuerpo, se me hacía conocida pero no lograba ver quien era, ni sabía a quién me recordaba, ya que todo estaba a oscuras. Se puso un condón, abrió un sobre de lubricante y comenzó a metérmela. Su verga entró suave, pero sin problemas, por lo recta que la tenía, se metió de golpe hasta el fondo, era del tamaño perfecto para mi culo, sin lastimarme, la medida exacta para disfrutarla.

- ¡Estás bien rico cabroncito! ¡Qué rico culo y que ricas nalguitas! Vamos a mi privado para cogerte más a gusto, para verte.

Esa voz, esa voz me inquietaba demasiado. Me tomo de la mano y salimos del lugar para dirigirnos al área de privados y poder coger más cómodos, en cuando salimos del lugar y pude ver quien era sentí que algo abandonaba mi cuerpo. Era mi tío Leonardo, hermano de mi papá. Era un hombre muy atractivo a sus casi 40 años, de piel morena y cabello oscuro. Ese día llevaba una barba de un par de días, negra como su cabello, aunque ya pintaba algunas canas. Era un hombre casado y con hijos, además de que no vivía en la ciudad, por lo tanto, jamás me imaginé encontrármelo ahí, le acababa de chupar la verga, nos habíamos besado e incluso me la había metido.

Cuando me vio abrió los ojos sorprendido, ya que en mi familia nadie sabía que yo era gay, sin embargo, la sorpresa más grande debió haber sido que yo lo hubiera descubierto ahí, y sobre todo lo que acababa de pasar, estaba pálido, no lo podíamos creer. Le solté la mano y me di la media vuelta para salir de ahí, huir, no sabía que decirle, sin embargo, el me alcanzó tomándome del hombro diciéndome:

-Espera hijo, te lo puedo explicar
-No te preocupes tío, no me tienes que explicar nada, de verdad
-No, pero déjame hablar contigo, por favor, vamos a la barra a sentarnos.

En el lugar había un bar con una barra en donde podías pedir una bebida y sentarte a platicar, así que con una cerveza cada quien nos sentamos.

-Hijo, jamás me imaginé que te vería en un lugar así, y me da mucha pena que me hayas visto tú aquí, y más aún por lo que acaba de pasar entre nosotros. Sé que soy un hombre casado, y de verdad amo a mi esposa, pero siempre me ha llamado la atención este pedo.
-Si tío entiendo, y no te preocupes yo no diré nada. La verdad si estoy sorprendido de verte aquí pero no pasa nada hagamos de cuenta que no pasó.
-Pero pasó hijo, te cogí, me acabo de coger a mi propio sobrino
-Pues si tío, pero ya pasó, no sabíamos quién éramos
- ¿Sabes que es lo peor hijo? Que me encantó cabrón, nunca en la vida me he cogido un culo tan delicioso como el tuyo. Ni siquiera pudimos terminar y sabes, me da coraje pensar que otros te puedan coger
-La verdad tío, a mí también me encantó, lo estaba disfrutando muchísimo
- ¿Y si terminamos lo que empezamos?
-No lo sé tío, no creo que sea correcto ahora que ya sabemos quiénes somos
-Vamos a terminar esto, que valga la pena lo que hicimos y aquí que quede. Hacemos como que nunca pasó, total ya me chupaste la verga, nos besamos y hasta te cogí, vamos a hacer que valga la pena. ¿No crees?
-Tienes razón tío, vamos a terminar lo que empezamos y como si nunca hubiera pasado

Nos terminamos la cerveza y nos dirigimos hacia su privado, el corazón me latía a mil por hora. Siempre se me había hecho atractivo mi tío, pero nunca pensé, ni en sueños, que algo entre nosotros se hubiera podido dar. Estando en su privado me dijo:
-Sabes hijo, sé que esto que estamos haciendo está mal, pero la neta me da un chingo de morbo, el hecho de saber que eres mi sobrino y que te voy a coger me pone loco.
-Sí, es raro, pero a mí también me prende mucho.

-Vamos a hacerlo de manera que nunca lo olvidemos. Me encantaría metértela a pelo. Sentir tu calorcito.
Mientras me decía esto, se me acercó de frente me tumbo la toalla y se quitó la suya, y me comenzó a besar el cuello.
-Nunca lo he hecho sin condón tío. No sé qué se siente
- ¿Entonces qué? ¿te animas a que te preñe? A que te deje mi lechita adentro.
- ¿Y si me embaraza?
-Tendríamos un hijo hermoso cabrón, imagínate que chulo nos va a salir

Me soltó una sonrisa, yo le contesté con otra en complicidad, aprobando su propuesta. Mi tío comenzó a besarme en la boca apasionadamente mientras tocaba mis nalgas. La habitación era muy pequeña y solo tenía un mueble tipo cama en la que apenas cabíamos. Me puso de espaldas a él y aun de pie los dos, se puso detrás mío. Mi culo aún estaba lubricado así que no le costó trabajo, lentamente fue deslizando nuevamente su verga hacia mi interior ahora sin condón. Era la primera vez que sentía una verga a pelo, y era la verga de mi propio tío. Sentí que veía el cielo, por el morbo y por la sensación de sentir su piel directamente en mi interior

-ahhhhh, qué ricooooooo
- ¿Te gusta hijo?
-Si tío me encanta

Eso lo prendió y comenzó a cogerme más rápido, me metía y me sacaba su deliciosa verga, la sacaba por completo y me la dejaba ir de golpe, yo me devoraba cada centímetro de su trozo de carne caliente, después de un rato de cogerme en esa posición me inclino y me puso a cuatro patas sobre la cama y me siguió cogiendo así por un buen rato. A pesar de que su verga no era muy grande sentía como llenaba mi culo, y sentir su calor, sentir su verga a pelo me estaba volviendo loco.
Me la sacó y se acostó sobre la cama, con la verga parada, mojada, palpitante, mi culo la buscaba desesperado. Sin perder tiempo me subí sobre él y yo solo me fui enterrando su verga, me dejé caer sobre ella, hasta el fondo, matándome yo sólo, una vez que la metí hasta el fondo, lentamente comencé a mover mi cintura en círculos como queriendo que se clavara aún más.

Podía ver la cara de mi tío como se estaba muriendo de placer, los dos sudábamos muchísimo, él ponía sus manos sobre mis pechos y los apretaba, después las pasaba a mis nalgas y las abría haciendo que se enterraran dentro de mi incluso sus pelos. Era toda una fantasía llena de morbo y placer, mi propio tío me estaba cogiendo y vaya que manera de coger, mi calentura subía cada vez más y con el culo comencé a apretar mientras me daba sentones sobre él, que no pudo resistir y convulsionándose y gimiendo de placer gritó:

-Ahhhhh me vengoooooo

Yo me salí antes de que eso pasara y me puse a chuparla, quería probar su leche, justo en el momento en que la metí en mi boca sentí sus chorros de leche caliente, me la tragué probando ese delicioso liquido de mi tío, y así con su verga aun chorreando mecos, me volví a sentar sobre él, para que dejara en mi culo lo que le quedaba, al tiempo que yo también me venía lanzando chorros de mi semen en su abdomen, los dos convulsionábamos de placer. Por un momento perdí la visión, vi todo negro y sentí que me desmayaba, jamás había tenido un orgasmo así, me recosté sobre su pecho sudado y agitado para besarlo y subir a su boca. 

Con un beso esta vez menos salvaje y más tierno terminamos lo que para mí ha sido la mejor cogida de mi vida. Poco a poco me salí de él y nos quedamos recostados un rato para después pasar al área de regaderas a ducharnos.

Nos cambiamos y salimos juntos del lugar, me sentía enamorado de él, quería tomarlo de la mano, abrazarlo y besarlo, me pesaba que no fuera mío, que mi tía lo pudiera tener para ella. Fuimos a cenar y se despidió de mi con un abrazo que se prolongó por minutos. Me sentí triste porque yo sabía que habíamos hecho un acuerdo

-Me tengo que regresar al pueblo hijo
-Si tío está bien
-Crees que algún día de estos pueda venir a visitarte
-Si tío cuando quieras
-Pronto hijo, pronto, la verdad no creo aguantar mucho sin verte.

Se subió a su coche y se despidió, yo caminé por un rato antes de dirigirme a mi departamento, aún no podía creer lo que había pasado y a pesar de que habíamos dicho que lo olvidaríamos y no volvería a pasar, sabía que no sería la ultima vez.

lunes, 15 de julio de 2019

LOS POLICIAS FEDERALES


Nunca me consideré gay o bisexual, siempre había sabido que me gustaban las mujeres, había tenido varias novias incluso, pero la curiosidad por saber que se sentía una verga en el culo aparecía en mi mente de vez en cuando, sin embargo, yo trataba de reprimir ese sentimiento. En una ocasión por cuestiones de trabajo tuve que viajar a otra ciudad. Estando allá, cerca del hotel había una sex shop, me ganó la curiosidad, me metí y comencé a ver todos los artículos que vendían, era algo que no me habría atrevido a hacer en mi ciudad, por el miedo a que alguien me viera entrar. Estando en la tienda comencé a recorrer el área de dildos, parecían realmente penes y había de diferentes tamaños, pensé que quizá comprar uno me ayudaría a quitarme esos pensamientos y saber sin necesidad de estar con un hombre qué era lo que se sentía.

Me animé y compré uno de tamaño no muy grande, ya que le pedí asesoría al chavo de la tienda y este me recomendó que comenzara por uno así para no lastimarme, también me sugirió un producto para hacerme un lavado y que todo fuera más limpio, así como un lubricante.

Ya estando en el hotel, solo, me decidí a probar, me hice el lavado y lubrique el dildo para intentar meterlo, lo hacía suave y lento, pero aun así sentí un fuerte dolor, lo que hizo que desistiera de mi misión. Creo que eso de ser penetrado no es lo mío, me dije, duele demasiado.

Al día siguiente, salí muy tarde del trabajo, ya era de noche, y yo tenía que viajar en carretera de regreso a mi ciudad, en el camino, no me di cuenta que iba un poco excedido de velocidad, situación por la que me alcanzaron unos policías federales y me pidieron que me bajara del auto y que abriera mi cajuela para revisarla. Así lo hice, al final de cuentas no tenía nada que ocultar, el policía que se acercó a mí me pidió que abriera mi maleta, al abrirla, comenzó a revisar entre mi ropa cuando de pronto encontró el dildo, yo estaba viendo hacia otro lado, ni siquiera recordaba que lo traía en la maleta cuando escuché que me decía:

- ¿Es de usted esto joven?
-Ah, no oficial, lo llevo para una amiga
-Para una amiga, a mí se me hace que sí es tuyo, no está ni empacado
-No, lo que pasa es que….
-No te preocupes no pasa nada, si no es delito traer eso, lo que pasa es que no pareces puto

No entendí a qué se refería con eso, en realidad no me consideraba gay, y se podría decir que soy muy varonil, a mis 23 años, ya tenía el cuerpo bien desarrollado, medía 1.75, de barba cerrada completamente negra, me gustaba mucho hacer ejercicio y tenía muy buen cuerpo. El policía que me revisaba también tenía buen cuerpo, media aproximadamente 1.80 se veía como de unos 35 años máximo, brazos firmes y una sonrisa muy simpática, de piel blanca y completamente rasurado, además el uniforme lo hacía verse bastante sexy. Yo estaba serio, muerto de pena por lo que estaba pasando, cuando me dijo:

- ¿Pero a poco no prefieres una verga de verdad? Uno con ganas de meter la verga, pasando semanas lejos de casa y tu metiéndote plásticos. ¿No quieres sentir mejor una verga real, y mucho más grande que esa?
-No oficial, de verdad no es mío, yo no soy gay
-No te hagas pendejo cabrón, ni me quieras ver la cara de pendejo a mí, si te gusta andar de puto metiéndote cosas en el culo, entonces bien que has de aguantar la verga.
-No oficial, de verdad, no es lo que usted piensa
-No te estoy preguntando cabrón, sabes, ahí traigo unos kilos de marihuana que le quitamos a un pendejo hace rato, a mí nada me cuesta con decir que eras tú el que los traía, y mínimo, te pasas unos años en la cárcel, tu sabrás, o aflojas el culo, que bien que te gusta, o te pasas unos añitos encerrado, ándale ven vamos a la patrulla.

Tenía miedo, no entendía que estaba pasando, pero lo que decía el policía era cierto, si él quería me podía inculpar de eso, yo no quería meterme en problemas ni estar encerrado o yéndome a juicio. ¿Qué diría mi familia? Lo mejor era ceder y obedecer, de esta manera me libraría rápido del problema
Llegamos a la patrulla y abrió la puerta de atrás, me pidió que me pasara y después se metió el, cuando entramos le dijo a su compañero que estaba sentado en el asiento del chofer:

-Mira compañero, me voy a chingar un culito, si quieres, ahorita que terminé le das tú también
- ¡Cómo no compañero! Ahorita me lo dejas así ya dilatadito y lo termino yo
Después de eso, el policía se desabrochó el pantalón y se sacó la verga, era una verga gruesa más que el dilo que yo me había tratado de meter sin éxito, y media como unos 18 cm de largo, su verga era blanca al igual que el policía, una vez con la verga afuera me dijo
- ¡Vas cabron chúpala!

Yo sabía que no tenía alternativa, así que comencé a chuparla, era la primera vez que me metía una verga en la boca, su sabor fue raro, pero no desagradable, olía a vega, como la mía, nada nuevo, pero era extraño sentir ese trozo de carne caliente, lo chupé y lo chupé, de la mejor manera que pude, el empujaba mi cabeza hasta abajo haciendo que yo casi me ahorcara, mi boca y mi mandíbula me dolían por lo mucho que la tenía que abrir debido a lo grueso de su verga, luego le dijo a su compañero que le echara aguas y abrió la puerta, se salió y me pidió que me quitara el pantalón y los calzones, intenté suplicar una última vez.

-No por favor no oficial, de verdad se lo pido por favor ¡No!

El otro oficial que estaba adelante me dijo:
-Mira chavo, más vale que aflojes y cooperes, porque si no, te vamos a violar y te va a ir peor, y ahí de ti si después dices algo, porque ya tenemos tus datos y conocemos gente que fácil te desaparece, así que mejor aflójale y no chilles

Traté de tranquilizarme, pero recordaba lo mucho que me había dolido cuando me metí el dildo, que era mucho más delgado y que solo había metido un poco, y eso me asustaba, pero sabía que no tenía opción, así que me bajé el pantalón y los calzones

-Voltéate hacia acá

Me dijo el oficial que estaba afuera de la puerta, me giré en el sillón y él se metió levantando mis piernas.

-Te tomé esto prestado

Me dijo mientas me mostraba el pomo de lubricante que yo traía en mi maleta, se llenó la verga con bastante y puso más entre mis nalgas

-Ahora si cabrón, ahí te va, con las ganas que traía de dar verga, nos caíste como anillo al dedo

Abrió mis piernas, se las puso en los hombros y apuntando su verga en mi culo la empujo sin piedad de un solo golpe, el lubricante hizo que resbalara sin ningún trabajo y de un solo golpe me metió toda la verga, yo sentí un inmenso dolor que hizo que incluso me mareara, y sintiera ganas de vomitar, el culo me punzaba, era un fuerte dolor y trate de zafarme, gritando un ahhhhhhhhhh nooooooooo por favor no duele mucho

-Cállate cabrón, no grites que nadie te va a salvar.

La carretera estaba sola, nosotros estábamos orillados en una parte oscura con las luces apagadas, y los pocos carros que pasaban no se detenían
El seguía como perro metiendo su verga sin parar en mi culo, mientras con su mano tapaba mi boca, el otro policía saco un arma y me la apunto en la cabeza, me dijo:

-Si no te callas te voy a disparar y te vamos a aventar a un barranco, así como estas con los calzones abajo y un palo en el culo para que todos vean que te mataron por puto

No tenía escapatoria, solo cerré mis ojos mientras mis lagrimas salían. El policía me comenzó a violar, metía su verga gorda una y otra vez, yo sentía como si me estuviera haciendo del baño, pero era su verga que entraba sin piedad, metía y sacaba mientras sus manos presionaban mi boca para que no gritara, sus movimientos eran fuertes e intensos, rápidos, y su respiración muy agitada, luego, a pesar del dolor, comencé a sentir placer, me dolía, sí, pero saber que era la verga de un policía, que estaba siendo violado y dominado por otro hombre, en su uniforme, me comenzó a excitar, quizá suena raro pero comencé a disfrutar esa violación, con mi lengua comencé a lamer su mano, que presionaba mi boca. El me dijo:

-No que no puto, si yo sabía que te gustaba, ya lo estas disfrutando verdad
Me quito las manos de la boca y me comenzó a besar mientras su verga seguía limándome el culo
-Ya déjame un rato compañero ya me toca
-Ya voy compañero, ya casi me vengo. ¿Le quieres batir mis mecos para echárselos adentro?
-No hay pedo compañero, tu échaselos adentro, vamos a preñar a esta putita

El policía que me estaba cogiendo comenzó a poner los ojos en blanco, y luego a gemir, yo senti como si se orinara dentro de mí, pero supe que eran sus mecos, sentía como sus chorros me llenaban el culo, su verga explotaba en mi interior. Después de vaciarse me la sacó, y me dijo:

-Así quédate puto que ahí te viene la otra verga

Se pasó para adelante y su compañero salió para ocupar ahora el lugar en la parte trasera. Era más alto y más marcado, tenía mucho mejor cuerpo, además de que él tenía bigote, pude ver como se sacaba la verga, era igual de gruesa, pero mucho más larga, yo levante mis piernas solo, sin que me lo pidieran ofreciéndole mi culo, él se me subió igual que lo había hecho su compañero, con el uniforme puesto, solo bajándose el pantalón y el calzón hasta los pies, y con una mano dirigió su verga a mi culo, el cual se abrió sin ningún problema, aun así pude sentir que era mucho más grande, porque a pesar de que mi culo estaba dilatado, sentía como se llenaba y se abría más con esa vergota, cuando me clavó todo su fierro, de igual manera comenzó los bombeos, el me quitó la playera para chupar y morder mis pezones, sentía su verga más profunda que la anterior, con cada embestida sentía que me rompía por dentro, pero el seguía metiendo y sacando fuertemente, me puso sus manos en mis cuello, pensé que me quería ahorcar, apretaba fuerte, pero no lo suficiente para hacerme daño, era algo que ni en mis sueños pensé que me pasaría, ser cogido en plena carretera por dos policías.

Mi curiosidad por probar verga se había cumplido, y de qué manera, con dos vergas gruesas, reales, de macho. No podía creer como mi culo era capaz de tragarse esos pedazos de carne, pero así era, el policía me metía su verga de más de 20 cm hasta el fondo, no dejaba ni un centímetro afuera, su abdomen pegaba en mi culo, metía y sacaba con fuerza mientras gemía de placer, de pronto comenzó a llenarme de su leche también, tenía los huevos más grandes y al parecer más cargados, porque fueron varios chorros los que me lanzó. Yo tenía el culo lleno de mecos de los dos, mezclados adentro de mi ano, después de que terminó se bajó y me dijo, vístete rápido, así lo hice, me vestí y me dijeron

-Ya caile pues, te puedes ir putita, estás bien rica mami, y cuando quieras verga por aquí andamos en esta carretera, tu sabrás si le pisas a la velocidad otro día.

Me bajé de la patrulla sintiéndome humillado y abusado, pero aun así satisfecho, me subí a mi coche y me dolia al sentarme, me sentía mal, me dolía el estómago y tenía ganas de hacer del baño, sentía como si algo caliente saliera de mi culo, así que en el próximo baño de la autopista, me baje para hacer, cuando me metí al sanitario y me baje el calzón pude ver que este estaba lleno de mecos, al sentarme a tratar de hacer del baño, lo único que salieron fueron mecos, salieron todos, era muchísimo, me escurrían por el culo, eran los mecos de los dos, yo no me había venido, pero eso me éxito mucho, sentir el culo lleno de leche. Tomé un poco de los que estaban en mi calzón y los llevé a mi boca, mientras me masturbaba y recordaba con mi culo aun adolorido la cogida que me acaban de dar, me vine riquísimo, los chorros salían disparados de mi verga y me costaba guardar silencio y no pujar, fue el mejor orgasmo de mi vida.

sábado, 13 de julio de 2019

MI VECINO CARLOS


Todo sucedió cuando tenía 13 años y estudiaba la secundaría, lo recuerdo porque ese día traía mi uniforme de educación física, acababa de terminar mi tarea cuando se me antojó algo de la tiendita, fui a la esquina a comprar y cuando salí ahí estaba él, mi vecino Carlos. Vivía a la vuelta de mi casa, era un hombre como de 35 años, muy atractivo, como de 1.80, de piel morena, tenía un cuerpo muy atlético ya que le gustaba mucho jugar básquet ball, de hecho, ese día traía el uniforme de su equipo, una camiseta y un short. Siempre me llamaron la atención los uniformes de básquet porque el short es de una tela muy lisa que hace que se les note el paquete a los hombres. Y ahí estaba él, recargado en su coche tomándose una cerveza.
Yo lo conocía por ser mi vecino, pero realmente nunca nos hablábamos, a mí, me llamaba mucho la atención porque algunos vecinos comentaban que quizá era gay ya que a su edad nunca se había casado, ni le conocían novias, además de que vivía solo. Yo a mi edad nunca había tenido relaciones sexuales, pero de algo estaba seguro, no me gustaban las mujeres. Siempre que me masturba me excitaba pensar en hombres y por alguna razón los hombres mayores eran mi fantasía. Me masturbaba pensando en mis maestros, en mis tíos, y muchas veces incluso con mis vecinos, sobre todo él. Yo era un niño muy tímido y muy inseguro, los niños de la cuadra me molestaban mucho diciéndome cosas como que yo era maricón, era hijo único, así que mis papás me sobreprotegían mucho, era bajito como de 1.70, delgado y de cabello rubio.
Ese día cuando salí de la tienda Carlos me sonrío y yo a él, pero de pronto me hizo una seña con la mano pidiéndome que me acercara.
-Ven Luisito. ¿Cómo estás?
-Bien Carlos, gracias ¿y tú?
-También bien gracias
-Oye, ¿qué vas a hacer al rato? ¿no te gustaría ir a mi casa a ver una peli?
- ¿Una película de qué?
- ¿Nunca has visto una porno? Ahí tengo una que acabo de comprar, si quieres la vemos juntos
Me sorprendió mucho lo que me estaba proponiendo, no me lo esperaba, pero la invitación era muy tentadora, yo ya había visto con mis amigos alguna vez una película, pero el hecho de ir con él me agradaba demasiado. Aún con dudas y algo sorprendido le respondí:
-Pues sí, si me gustaría, pero… ¿a qué hora?
-Si no tienes nada que hacer vamos de una vez, nomás no le digas a nadie para verla tu y yo solos. ¿Si sabes dónde vivo verdad?
-Si claro, aquí a la vuelta.
-Bueno, me voy a ir yendo y ahorita te vas sin que nadie te vea, ahí voy a estar en la puerta esperándote.
Se subió a su carro y se fue, yo fui a mi casa y le dije a mi mamá que iría a casa de un amigo vecino, a terminar una tarea, todo eso lo hice para que no se preocupara si no me veía. Así que con mucha emoción y algo de nervios me dirigí a su casa. Cuando llegué él me estaba esperando en la puerta y volteando hacia los lados para que nadie viera, me pasé rápido. Una vez adentro nos dirigimos a su recamara y me ofreció que me pusiera cómodo, que si quería me quitara los tenis y me acostara en la cama. Lo hice mientras el prendía la televisión y la videocasetera para poner la película. Inmediatamente empezó, como todas esas películas, con una escena de una mujer chupando un gran pene. Se quitó también sus tenis y se recostó en la cama, a un lado mío, no hablábamos, solo veíamos la película, el comenzó a agarrarse la verga y por el short se le podía ver como se le estaba marcando, yo disimuladamente volteaba a verlo, y por supuesto, él eso era lo que quería.
- ¿Ya habías visto una película de estas?
-Sí una vez con mis amigos
-No manches, a mí me ponen bien caliente, ya hasta me dieron ganas de jalármela
Y de pronto se sacó la verga para empezar a jalársela suavemente. Se veía deliciosa, era una verga gruesa, un poco encorvada hacía arriba, como de unos 20 cm, tenía la circuncisión por lo tanto su cabeza estaba completamente expuesta. Yo no dejaba de verla, sorprendido, era la primera vez que le veía la verga a un adulto, además era enorme, pero claramente esa era su intención porque de pronto me dijo:
- ¿Te gusta? ¿No me ayudas a jalármela?
Y tomando una de mis manos la acerco a su verga, yo no hice nada por impedirlo y comencé a jalársela suavemente, me daba pena verlo a la cara, pero podía apreciar como cerraba los ojos y se retorcía de placer. El que yo no le dijera nada lo animó a dar el siguiente paso, me tomó de la cabeza y la acercó a su verga, pidiéndome que se la chupara, yo lo obedecí, comencé a chupar y a chupar. Era la primera vez que lo hacía, pero sabía perfectamente como hacerlo, así que se la chupé por un buen rato. Su plan estaba saliendo a la perfección, parecía que sabía que me gustaba y que me moría de ganas por probar. Luego me retiro y me pidió que me quitara mi ropa.
- ¿Para qué?
- No preguntes, te va a gustar
Mi corazón se aceleró, sentí nervios, pero obedecí. Mientras lo hacía, él también se desvistió, mi verga y su verga estaban completamente erectas, se podían sentir los nervios de los dos, pero más las ganas. Me preguntó que si sabía lo que era un 69 y la verdad es que no lo sabía, así que se acostó sobre la cama y me pidió que me sentara en su pecho, dándole la espalda, y después que me agachara para chupársela nuevamente. Al hacerlo mi culo quedó casi a la altura de su cara, y comenzó a chupármelo. En la tele la película mostraba una escena similar a lo que hacíamos, así que eso me excitó aún más, me sentí la mujer de la película y comencé a imitar la manera en que se la chupaba. Después de un buen rato, me pidió que me bajara y me tumbó sobre la cama para ponerse sobre mí, pego su verga con la mía y comenzó a moverse suavemente, mientras se acercaba a mi boca para besarme. Me estaba volviendo loco de placer y eso apenas comenzaba.
- ¿Te gusta lusito?
-Siii, si me gusta
-Desde hace mucho que tenía ganas de estar así contigo, pero no me animaba a invitarte
- ¿Por qué?
-Porque estás muy joven todavía y me puedo meter en problemas, necesito que me hagas un favor y que no le digas a nadie.
-No te preocupes yo no le voy a decir a nadie
-Oye Luisito y ¿no te animarías a que te la meta?
-No sé, si me gustaría, pero me da miedo
-Ándale, déjame metértela, te la meto despacito, aunque sea la pura puntita si
-Bueno, está bien, pero por favor despacito que la tienes bien grande
Me levanto un poco las piernas, y apuntando su verga hacia mi culo que estaban aún llenos de saliva empujó un poco.
-Ahhh me duele
-Así espérate, no te muevas
Y me dejó la punta de su verga adentró, no se movía, ni yo, solo podía sentir como su corazón latía muy rápido, igual que el mío. Esperó un momento y empujo un poco más y se volvió a quedar quieto, me daba oportunidad a que mi culo se acostumbrara a su verga, podía sentir el calor de su miembro y como se contenía por no meterla más. Yo solo cerraba los ojos, experimentando esa sensación tan nueva para mí, pero que muchas veces en mi imaginación había fantaseado precisamente con él. Después la saco casi por completo para volverla a meter hasta la mitad.
-Ya tienes medio fierro adentro Luisito, que rico estás, te voy a meter lo que falta despacito
Y empujando suavemente me metió el resto de su verga, yo solo exclamaba de placer, me dolía un poco, pero lo estaba haciendo tan suave y con tanto cariño, acariciaba mi cara y cuerpo, mientras sacaba y metía su verga en mi culo.
-Estás bien hermoso, no sabes cómo deseaba esto
-Tú también eres muy guapo, yo también tenía ganas de que me cogieras.
- De haber sabido cabrón desde cuando te habría hecho mío, pero eso no importa, ya te tengo aquí en mis brazos y nadie te va a separar de mí, yo te voy a cuidar y a dar todo lo que quieras, este va a ser nuestro secreto. Te voy a coger un poquito más rápido ¿está bien?
-Si…. está bien
Le dije entre gemidos, y comenzó a meter y sacar su verga cada vez más rápido, realmente no era sexo lo que estábamos haciendo, me estaba haciendo el amor, sus besos eran tan tiernos y sus caricias que me llevaban a la luna. Después me pidió que me pusiera de perrito y poniéndose detrás mío se acomodó para metérmela toda de golpe, esta vez me dolió un poco más quizá por la posición, pero rápidamente me acaricio la espalda para que me relajara y así comenzar a bombearme más y más rápido.
-Ayyyy Luisito que rico, que rico mi amor, que rico culito tienes
-Ahhhhh, mmmmmmm, siiiiiii, asiiiiiiii
 Estuvo un buen rato hasta que me cansé de esa posición y me dejé caer sobre la cama boca abajo. El aprovechó para abrirme las piernas y acostado sobre mí, volvió a meter su verga. Besaba mis oídos y me decía que me amaba. Mi culo estaba muy cansado ya que tenía mucho rato cogiéndome, él lo notó en mi cara así que me dijo… ya me voy a venir.
Dio una embestida tan profunda que exclamé un grito de dolor, ahhhhhhhh grité fuerte, y después una embestida más y otra, con cada embestida podía sentir como de su verga salían chorros de semen caliente llenándome. Una vez que termino se quedó así tumbado sobre mí solo diciéndome gracias, gracias mi bebé, gracias por darme tu culito. Se salió y me volteó boca arriba, me abrió de piernas y se dejó ir a mi verga, la chupaba y la succionaba para después bajar a mi culito, yo estaba que explotaba, solo le acariciaba el cabello mientras mi verga comenzó a estallar, el saboreaba mis mecos, pero no se los comió, se acercó a mi boca y me dio un beso haciendo que me comiera mi propio semen, nos seguimos besando y me dijo que me amaba, que era lo mejor que le había pasado en la vida, yo también sentía que lo amaba, después de eso no podría dejar de amarlo, nos quedamos un rato acostados viendo la tele, ahora otro tipo de película, yo recostado sobre su pecho como una pareja de novios. Después me tuve que retirar, pero nos pusimos de acuerdo en que un día pediría permiso para quedarme en casa de un amigo y me quedaría con él para hacer el amor toda la noche.