En una
ocasión viajaba de mi pueblo natal a Guadalajara, sin embargo, como mi pueblo
era muy pequeño no tenía salidas directas por lo que tenía que hacer escala en
otra ciudad y de ahí tomar un autobús directo. Desde que subí al autobús en mi
pueblo, me llamó mucho la atención el chofer, era un hombre muy varonil, de
aproximadamente 50 años, de piel morena y bigote, traía la camisa del uniforme
con las mangas dobladas lo que me dejaba ver sus manos cubiertas de vellos
negros, eran unas manos grandes, de hombre, dedos largos y fuertes. También
pude observar, ya que su camisa no estaba completamente abotonada, como su
pecho estaba igual de peludo, eran unos vellos largos y gruesos, lisos,
abundantes, me excitaba. Yo a mis apenas 20 años ya había tenido relaciones
sexuales con un amigo, no éramos novios, pero él me había iniciado en mi
despertar sexual, sin embargo, no éramos expertos, se podría decir que mi amigo
era algo torpe y tenía la verga muy chiquita.
Yo soy un chavo delgado, de piel
clara y cabello castaño, no soy afeminado, sin embargo, siempre me han dicho
que me veo muy fino y delicado, incluso parece que tengo la cara de niño.
Cuando subí
al camión, al ver al chofer me puse algo nervioso, ya que me gustó demasiado, cómo
no era un autobús de primera clase, el mismo chofer era quien se encargaba de
recibir los boletos, le entregué el mío, pero me dijo que me pasara, que
enseguida pasaba él a los asientos a recogerlos.
Cuando se subió toda la gente,
paso asiento por asiento a recoger el boleto, fue cuando lo vi de pie, era un
hombre alto, como de 1.90, yo media mucho menos apenas 1.70, también pude
observar que a pesar de no ser gordo era de cuerpo grande, tenía una barriga
que imagine llena de pelos y unos pectorales firmes, el pantalón del uniforme era
de una tela muy lisa que se pegaba a su cuerpo, lo que dejaba ver un bulto
bastante pronunciado en su entrepierna, cuando estuvo a un costado mío, su
bulto quedó casi a la altura de mi cara, me pidió el boleto pero yo estaba
impactado por ese gran bulto, imaginándome que debía tener una verga enorme, me
volvió a pedir el boleto ya que yo estaba hipnotizado por su paquete y fue
cuando voltee a verlo a los ojos, él estaba sonriendo y movía un poco la cabeza
como burlándose de que me había descubierto, sentí un poco de pena. Al
entregarle el boleto vi que llevaba un anillo de matrimonio, no sé por qué,
pero eso me éxito aún más. Cuando se regresó hacia la parte delantera del
autobús pude ver su espalda ancha y su enorme trasero, tenía muy buenas nalgas.
Que rico estás me dije, lástima que no te puedo tener, de ti si me dejaba hacer
lo que quisieras. Cuando
llegamos al destino me bajé rápidamente me daba pena verlo después de que me
descubrió viéndole el bulto, pero cuando ya iba a bajar, me dijo:
-Qué le
vaya bien joven, se cuida
-Gracias
Me dirigí
rápidamente a las taquillas para comprar el boleto a Guadalajara ya que era
algo tarde, cuál fue mi sorpresa, que al llegar me dijeron que el autobús
estaba lleno y que no habría más salidas hasta las 5 de la mañana del día
siguiente, apenas eran las 8 de la noche. ¿Qué iba a hacer ahí tantas horas? Porque
tampoco tenía dinero para pagar un hotel, al llegar a Guadalajara un amigo me
iba a dar hospedaje. No tenía otra opción así que compré el boleto y me senté
en una silla de la sala de espera, sería una noche larga. Tenía un rato sentado
ahí cuando vi que pasó el chofer, lo seguí con la mirada cuando de pronto
volteo y me descubrió viéndolo nuevamente, sonrió y levantó su mano, como
saludándome, y se salió de la terminal de autobuses, me imaginé que quizá vivía
en esa ciudad y que iría hacia su casa, ya que era tarde y esos autobuses
tampoco regresaban al pueblo a esa hora.
Mi sorpresa
fue que después de una hora lo vi regresar, traté de hacer como que no lo veía,
sin embargo, él se dirigió hacia mí, se veía muy guapo y varonil, todo un
macho. Cuando estuvo cerca me dijo:
- ¿Qué
joven, no han pasado por usted?
-No, lo que
pasa es que voy para Guadalajara, pero el camión ya estaba lleno, y el próximo
sale hasta las 5
- ¿Uy qué
mal! Apenas van a ser las 10, ¿Y no tienes alguien con quien quedarte aquí en
esta ciudad?
-No, no
conozco a nadie, y sinceramente no quiero pagar un hotel, así que me va a tocar
esperarme aquí a que se hagan las 5
-Pero hace mucho
frío joven y todavía falta mucho para las 5. ¿No te quieres quedar en mi camión?
Yo tengo viaje hasta mañana y no hay problema de que te quedes ahí, mínimo vas
a estar más cómodo, puedes reclinar un asiento y hasta te duermes un rato, y ya
que vaya a salir tu camión ya te vas
-Ay muchas
gracias, pero me da pena, no se preocupe
-No cual
pena, ándale vamos para que no te quedes aquí
Así que me convenció y me fui detrás de él al camión, abrió la puerta y me pidió que me pasara, él se pasó detrás de mí, una vez adentro me dijo:
-Pues el
autobús está vacío, tú quédate donde te sientas más cómodo, es más si quieres
te puedes acostar en dos asientos para que te duermas, ya cuando te vayas a
bajar nada más le quitas el seguro y abres la puerta.
- ¿Tú no
duermes aquí?
-No hijo,
yo duermo en el camarote acá abajo, está mucho más cómodo, te invitaría a
dormir ahí, pero la neta, no respondo de lo que te pueda pasar
Mientras me decía eso, hizo una sonrisa muy seductora, mi corazón palpitaba muy rápido, yo no era tonto y sabía que esa era una insinuación, era mi oportunidad, así que un poco tímido, pero aprovechando la oportunidad le dije:
- ¿Ah sí? ¿Cómo
qué?
-Tú sabrás
si quieres arriesgarte
-No me da
miedo
- ¿Valiente
entonces el muchacho? Pues si no te da miedo, vente, nomás ya te dije, no
respondo eh, ven, vamos acá abajo.
Nos bajamos
del autobús y abrió la puerta del camarote, era un espacio parecido a una
cajuela, pero con un colchón, se veía que apenas cabía bien una persona, pero
también se veía bastante cómodo, además lo que yo quería era estar muy pegado a
él, me pidió que me pasara mientras él volteaba a los lados para ver que nadie
nos observaba, la central estaba completamente sola, me pasé y enseguida se metió
él. Al cerrar la puerta una pequeña luz se encendió, estábamos muy cerca el uno
al otro, yo estaba nervioso, asustado y excitado, encendió el aire acondicionado
y me dijo:
-De todas maneras,
se siente algo de calor, mejor quítate la ropa
Y se empezó
a desvestir él, yo hacía lo mismo, no podía creer lo que estaba pasando, se quitó
la camisa, los zapatos y los calcetines, después se quitó el cinto y se
desabrochó el pantalón, mientras se lo quitaba podía comprobar mis sospechas,
estaba hecho todo un oso, lleno de pelos por todas partes, traía una trusa, su
verga se le marcaba, gruesa y erecta, el calzón estaba mojado de la punta, por
la gran cantidad de pre semen que le salía, de su pubis salía una gran cantidad
de pelos, era todo un hombre, yo también estaba en bóxer, de los tipos brief
bastantes sexys.
- ¿Entonces
no te da miedo?
-La verdad…..no
-Vamos pues
a ver si es cierto
Se me subió
encima, inmediatamente comenzamos lo que ambos ya deseábamos para ese momento,
su bulto pegaba en el mío y comenzó a besarme apasionadamente, yo enredaba mis
piernas entre las suyas, para sentir sus pelos, y acariciaba su pecho con mis
manos, el metía su lengua en mi boca y me decía:
-Vamos a
ver qué tan valiente eres
Y se retiró
para quitarme el calzón, paso su mano por la rajita de mi culo y me dijo:
-Que rico
cabrón, ¿ya te la han metido?
-No nunca,
pero siempre he querido experimentar
Esa mentira
lo prendió muchísimo, el pensar que él era el primero lo volvió loco, él estaba
de rodillas, con la cabeza un poco encorvada hacia abajo ya que la altura del
camarote no era mucha y él era un hombre alto, como pudo se quitó el calzón, su
verga era gruesa, morena, con la cabeza enorme y pelada, me asuste un poco,
pero siempre había soñado estar así con un hombre y él era todo un macho. Me pidió
que le mamara la verga y me acomodé de frente a él, agaché mi cabeza hacia su
verga y pegue mi pelvis al colchón, abriendo un poco las piernas mientras
paraba mi culo, cuando se la comencé a chupar el dio un fuerte gemido, su verga
estaba hirviendo de caliente, y de la punta le salía muchísimo líquido, a pesar
de que se veía enorme esa verga no estaba completamente firme ni dura, porque
cuando la metí en mi boca pude sentirla suave, sin embargo a los pocos segundos
su verga comenzó a endurecerse, yo pensaba que ya la tenía completamente parada
pero no era así, esas chupadas hicieron que despertara en su máximo esplendor,
era un monstruo, además tenía unos huevos enormes, nunca pensé que alguien
pudiera tener una verga así de monumental, el con sus manos gruesas tallaba mi
espalda y al ser de brazos largos estos llegaban hasta mis nalgas, pasando sus
dedos entre mis rajita, cuando toco mi culo con su dedo sentí que vi el cielo,
intentó hacer presión, pero no entró, además yo instintivamente cerré, él me
dijo:
-No
aprietes porque te va doler, mejor flojito papá, relaja ese culito.
Se escupió
la mano y llena de saliva la llevo nuevamente a mi culo, era mucha saliva, inmediatamente
sentí como mi culo se humedecía completamente, y de pronto metió un dedo, mi
culo tronó y yo pujé un poco, su dedo era del tamaño de la verga de mi amigo,
así que no fue tan difícil soportarlo, sin embargo después de un rato de chupar
esa verga que con trabajo metía en mi boca y él dedearme, me pidió que me
volteara. Me puse de espaldas a él boca abajo, él pasó una almohada y me la
puso en la pelvis para que mi culo quedara levantado y me abrió de pernas, con sus manos abrió mis
nalgas y dejó caer nuevamente un chorro de saliva, después pude sentir como con
sus piernas abría un poco más las mías, sentí como su verga caliente resbalaba
entre mis nalgas, intenté apretar cuando toco la entrada de mi culo pero él me
dijo, afloja, afloja, con su mano dirigía la verga, de pronto hizo presión yo
solo cerré mis ojos, la excitación se convirtió en miedo y en nervios, por la
saliva y lo dilatado de mi ano su enorme cabeza se abrió paso, sin embargo sentí
que mi interior se llenaba de carne, era como una esponja de carne caliente que
llenaba todo mi hueco, él presionaba con fuerza y yo valiente relajaba mi culo
lo más que podía, dejó car todo su cuerpo sobre mí, sentí sus pelos sudados en
mi espalda, puso sus brazos alrededor de mi apretando mis manos con sus manos,
y me dijo al oído:
-Te voy a
romper el culo cabrón ¿estas listo?
-Si,
rompemelooooo
Dije como
pude ya que mis dientes estaban apretados, él comenzó a presionar más y su
verga iba resbalando poco a poco, sentía como entraba, como se abría paso en mi
culo, era más de lo que yo podía soportar, sin embargo, no me podía quitar,
cuando de pronto sentí que empujo un poco más y su pubis pegó en mis nalgas.
-Ya la
tienes toda a dentro
Yo estaba
paralizado, inmóvil, sentía un inmenso dolor, apretaba mis ojos, el saco solo
un poco y dio un fuerte golpe hasta el fondo, yo exclame un ahhhhhhhh
- ¿Qué? ¿Te
duele putito?
-Ahhhh si,
despacio por favor
-No que muy
valiente, no que no te daba miedo
Sus
embestidas eran lentas pero profundas llegando hasta mis entrañas, cada que
arremetía contra mí mientras su peso me asfixiaba sentía como mi culo se estaba
partiendo en dos, esas embestidas comenzaron a ser más intensas poco a poco,
hasta que el ritmo fue más intenso, sacaba media verga y volvía a entrar hasta
el fondo, entre más intensas y rápidas sus embestidas más me dolía.
-Despacito
por favor, por favor
-Ni madres
cabrón a mi así me gusta y mejor aguántate que apenas empecé papá, ¿a poco no está
bien rica mi vergota? ¿la querías no? ¿Querías que mi vergota te rompiera el
culo?
Yo en un
intento de zafarme levanté las nalgas, lo cual fue un error porque sentí aún
más profunda su verga, el aprovechó para tomarme de la cadera con su mano para
que me quedara así
-Así cabrón,
así cómetela
Me metía y
sacaba su verga mientras hacía ruidos de placer, mordía mi oído y metía su
lengua en el, me estaba dando una cogida increíble, no entendía por qué, pero a
pesar de que me dolía demasiado yo estaba sintiendo placer. Después de un buen
rato la sacó y pude sentir algo de alivio. Me volteo de frente a él y supe que
eso seguiría. Abrió un poco mis piernas y comenzó a deslizar su verga que sin
trabajo entro hasta el fondo, ahora lo tenía frente a mí, era mi hombre, era mi
macho, lo abrace por la espalda que mis manos no alcanzaban a cubrir de lo
grande que era, las deslice hacia sus voluptuosas nalgas llenas de pelos y las
empujaba hacia a mí, él me decía:
-Ya papá,
ya te rompí, ya me aguantas bien la verga, mira nomas que rico te la comes
toda, sí que eres valiente, me vas a dar tu culito muchas veces papá
-Si cuando tú
quieras
-¿Te gusta
mi vergota?
-Me encanta
-Ve nomas
que rico estás cabrón bien rico, bien chiquito y bien putito como me gustan. ¿Quieres
que te preñe cabrón? ¿Quieres que te embarace?
-Si préñame,
dame tu leche, dame toda tu leche, quiero un hijo tuyo
- ¿Quieres
mis mecos?
-Sí échamelos
dentro
-Ahí te van
Y comenzó a
bombear más y más, de pronto apretó los ojos, y se detuvo con su fierro clavado
hasta adentro, sentí como su verga palpitaba mientras chorros calientes de
semen me llenaban, sentía como su verga y sus huevos se contraían, hasta que se
vacío completamente en mí.
Dejo su
verga adentro mientras nos besábamos, mi culo la apretaba, seguía erecta, hasta
que se fue bajando poco a poco y se salió.
Yo me
sentía inundado, lleno de mecos, pero los quería dejar ahí adentro, quería
estar lleno de él. Y así lo hice, los deje adentro de mí, calientitos, se puso
a un costado de mí y me abrazó por la espalda, como una linda pareja que acaba
de hacer el amor, y solo me dijo:
-Qué rico
cabrón
Nos
quedamos dormidos, a las pocas horas desperté, aun no era tiempo de irme para
tomar el otro autobús, lo vi ahí tan macho, tan hombre, con su verga dormida y
su cuerpo lleno de bellos, lo vi tan cerca y tan mío, que no quise
desaprovechar la oportunidad y me volví a llevar su verga a mi boca, aun
dormido su verga comenzó a despertar hasta que quedó nuevamente erecta,
despertó y solo tomaba mi cabeza dejando que yo se la mamara, se la mamé un
buen rato, quería que se viniera en mi boca, ya tenía sus mecos en mi culo,
pero ahora los quería probar, me los quería comer, por eso se la mamaba bien
rico, con mi lengua y mi garganta, hasta que de pronto se vino, sentí como mi
boca se llenaba de leche, caliente y salada, deliciosa, me la trague toda, no
deje una sola gota, él me dijo:
-Ahora si
me dejaste bien deslechado cabrón ya no voy a tener lechita para mi esposa, no
importa, mi vieja nunca quiere coger
-Pues a mi
cógeme cuando tú quieras, cuando tengas viaje para el pueblo no dudes en
buscarme
-Claro que
te voy a buscar mi niño, pásame tu teléfono, nomás tú no me escribas, yo te voy
a escribir cuando yo pueda
Me cambié
y me bajé del autobús, feliz, contento, literalmente lleno de él.