miércoles, 31 de julio de 2019

EL CHOFER DEL AUTOBUS


En una ocasión viajaba de mi pueblo natal a Guadalajara, sin embargo, como mi pueblo era muy pequeño no tenía salidas directas por lo que tenía que hacer escala en otra ciudad y de ahí tomar un autobús directo. Desde que subí al autobús en mi pueblo, me llamó mucho la atención el chofer, era un hombre muy varonil, de aproximadamente 50 años, de piel morena y bigote, traía la camisa del uniforme con las mangas dobladas lo que me dejaba ver sus manos cubiertas de vellos negros, eran unas manos grandes, de hombre, dedos largos y fuertes. También pude observar, ya que su camisa no estaba completamente abotonada, como su pecho estaba igual de peludo, eran unos vellos largos y gruesos, lisos, abundantes, me excitaba. Yo a mis apenas 20 años ya había tenido relaciones sexuales con un amigo, no éramos novios, pero él me había iniciado en mi despertar sexual, sin embargo, no éramos expertos, se podría decir que mi amigo era algo torpe y tenía la verga muy chiquita.

Yo soy un chavo delgado, de piel clara y cabello castaño, no soy afeminado, sin embargo, siempre me han dicho que me veo muy fino y delicado, incluso parece que tengo la cara de niño.
Cuando subí al camión, al ver al chofer me puse algo nervioso, ya que me gustó demasiado, cómo no era un autobús de primera clase, el mismo chofer era quien se encargaba de recibir los boletos, le entregué el mío, pero me dijo que me pasara, que enseguida pasaba él a los asientos a recogerlos. 

Cuando se subió toda la gente, paso asiento por asiento a recoger el boleto, fue cuando lo vi de pie, era un hombre alto, como de 1.90, yo media mucho menos apenas 1.70, también pude observar que a pesar de no ser gordo era de cuerpo grande, tenía una barriga que imagine llena de pelos y unos pectorales firmes, el pantalón del uniforme era de una tela muy lisa que se pegaba a su cuerpo, lo que dejaba ver un bulto bastante pronunciado en su entrepierna, cuando estuvo a un costado mío, su bulto quedó casi a la altura de mi cara, me pidió el boleto pero yo estaba impactado por ese gran bulto, imaginándome que debía tener una verga enorme, me volvió a pedir el boleto ya que yo estaba hipnotizado por su paquete y fue cuando voltee a verlo a los ojos, él estaba sonriendo y movía un poco la cabeza como burlándose de que me había descubierto, sentí un poco de pena. Al entregarle el boleto vi que llevaba un anillo de matrimonio, no sé por qué, pero eso me éxito aún más. Cuando se regresó hacia la parte delantera del autobús pude ver su espalda ancha y su enorme trasero, tenía muy buenas nalgas. Que rico estás me dije, lástima que no te puedo tener, de ti si me dejaba hacer lo que quisieras. Cuando llegamos al destino me bajé rápidamente me daba pena verlo después de que me descubrió viéndole el bulto, pero cuando ya iba a bajar, me dijo:

-Qué le vaya bien joven, se cuida
-Gracias

Me dirigí rápidamente a las taquillas para comprar el boleto a Guadalajara ya que era algo tarde, cuál fue mi sorpresa, que al llegar me dijeron que el autobús estaba lleno y que no habría más salidas hasta las 5 de la mañana del día siguiente, apenas eran las 8 de la noche. ¿Qué iba a hacer ahí tantas horas? Porque tampoco tenía dinero para pagar un hotel, al llegar a Guadalajara un amigo me iba a dar hospedaje. No tenía otra opción así que compré el boleto y me senté en una silla de la sala de espera, sería una noche larga. Tenía un rato sentado ahí cuando vi que pasó el chofer, lo seguí con la mirada cuando de pronto volteo y me descubrió viéndolo nuevamente, sonrió y levantó su mano, como saludándome, y se salió de la terminal de autobuses, me imaginé que quizá vivía en esa ciudad y que iría hacia su casa, ya que era tarde y esos autobuses tampoco regresaban al pueblo a esa hora.
Mi sorpresa fue que después de una hora lo vi regresar, traté de hacer como que no lo veía, sin embargo, él se dirigió hacia mí, se veía muy guapo y varonil, todo un macho. Cuando estuvo cerca me dijo:

- ¿Qué joven, no han pasado por usted?
-No, lo que pasa es que voy para Guadalajara, pero el camión ya estaba lleno, y el próximo sale hasta las 5
- ¿Uy qué mal! Apenas van a ser las 10, ¿Y no tienes alguien con quien quedarte aquí en esta ciudad?
-No, no conozco a nadie, y sinceramente no quiero pagar un hotel, así que me va a tocar esperarme aquí a que se hagan las 5
-Pero hace mucho frío joven y todavía falta mucho para las 5. ¿No te quieres quedar en mi camión? Yo tengo viaje hasta mañana y no hay problema de que te quedes ahí, mínimo vas a estar más cómodo, puedes reclinar un asiento y hasta te duermes un rato, y ya que vaya a salir tu camión ya te vas
-Ay muchas gracias, pero me da pena, no se preocupe
-No cual pena, ándale vamos para que no te quedes aquí

Así que me convenció y me fui detrás de él al camión, abrió la puerta y me pidió que me pasara, él se pasó detrás de mí, una vez adentro me dijo:

-Pues el autobús está vacío, tú quédate donde te sientas más cómodo, es más si quieres te puedes acostar en dos asientos para que te duermas, ya cuando te vayas a bajar nada más le quitas el seguro y abres la puerta.
- ¿Tú no duermes aquí?
-No hijo, yo duermo en el camarote acá abajo, está mucho más cómodo, te invitaría a dormir ahí, pero la neta, no respondo de lo que te pueda pasar

Mientras me decía eso, hizo una sonrisa muy seductora, mi corazón palpitaba muy rápido, yo no era tonto y sabía que esa era una insinuación, era mi oportunidad, así que un poco tímido, pero aprovechando la oportunidad le dije:

- ¿Ah sí? ¿Cómo qué?
-Tú sabrás si quieres arriesgarte
-No me da miedo
- ¿Valiente entonces el muchacho? Pues si no te da miedo, vente, nomás ya te dije, no respondo eh, ven, vamos acá abajo.

Nos bajamos del autobús y abrió la puerta del camarote, era un espacio parecido a una cajuela, pero con un colchón, se veía que apenas cabía bien una persona, pero también se veía bastante cómodo, además lo que yo quería era estar muy pegado a él, me pidió que me pasara mientras él volteaba a los lados para ver que nadie nos observaba, la central estaba completamente sola, me pasé y enseguida se metió él. Al cerrar la puerta una pequeña luz se encendió, estábamos muy cerca el uno al otro, yo estaba nervioso, asustado y excitado, encendió el aire acondicionado y me dijo:

-De todas maneras, se siente algo de calor, mejor quítate la ropa

Y se empezó a desvestir él, yo hacía lo mismo, no podía creer lo que estaba pasando, se quitó la camisa, los zapatos y los calcetines, después se quitó el cinto y se desabrochó el pantalón, mientras se lo quitaba podía comprobar mis sospechas, estaba hecho todo un oso, lleno de pelos por todas partes, traía una trusa, su verga se le marcaba, gruesa y erecta, el calzón estaba mojado de la punta, por la gran cantidad de pre semen que le salía, de su pubis salía una gran cantidad de pelos, era todo un hombre, yo también estaba en bóxer, de los tipos brief bastantes sexys.

- ¿Entonces no te da miedo?
-La verdad…..no
-Vamos pues a ver si es cierto

Se me subió encima, inmediatamente comenzamos lo que ambos ya deseábamos para ese momento, su bulto pegaba en el mío y comenzó a besarme apasionadamente, yo enredaba mis piernas entre las suyas, para sentir sus pelos, y acariciaba su pecho con mis manos, el metía su lengua en mi boca y me decía:

-Vamos a ver qué tan valiente eres
Y se retiró para quitarme el calzón, paso su mano por la rajita de mi culo y me dijo:
-Que rico cabrón, ¿ya te la han metido?
-No nunca, pero siempre he querido experimentar

Esa mentira lo prendió muchísimo, el pensar que él era el primero lo volvió loco, él estaba de rodillas, con la cabeza un poco encorvada hacia abajo ya que la altura del camarote no era mucha y él era un hombre alto, como pudo se quitó el calzón, su verga era gruesa, morena, con la cabeza enorme y pelada, me asuste un poco, pero siempre había soñado estar así con un hombre y él era todo un macho. Me pidió que le mamara la verga y me acomodé de frente a él, agaché mi cabeza hacia su verga y pegue mi pelvis al colchón, abriendo un poco las piernas mientras paraba mi culo, cuando se la comencé a chupar el dio un fuerte gemido, su verga estaba hirviendo de caliente, y de la punta le salía muchísimo líquido, a pesar de que se veía enorme esa verga no estaba completamente firme ni dura, porque cuando la metí en mi boca pude sentirla suave, sin embargo a los pocos segundos su verga comenzó a endurecerse, yo pensaba que ya la tenía completamente parada pero no era así, esas chupadas hicieron que despertara en su máximo esplendor, era un monstruo, además tenía unos huevos enormes, nunca pensé que alguien pudiera tener una verga así de monumental, el con sus manos gruesas tallaba mi espalda y al ser de brazos largos estos llegaban hasta mis nalgas, pasando sus dedos entre mis rajita, cuando toco mi culo con su dedo sentí que vi el cielo, intentó hacer presión, pero no entró, además yo instintivamente cerré, él me dijo:

-No aprietes porque te va doler, mejor flojito papá, relaja ese culito.

Se escupió la mano y llena de saliva la llevo nuevamente a mi culo, era mucha saliva, inmediatamente sentí como mi culo se humedecía completamente, y de pronto metió un dedo, mi culo tronó y yo pujé un poco, su dedo era del tamaño de la verga de mi amigo, así que no fue tan difícil soportarlo, sin embargo después de un rato de chupar esa verga que con trabajo metía en mi boca y él dedearme, me pidió que me volteara. Me puse de espaldas a él boca abajo, él pasó una almohada y me la puso en la pelvis para que mi culo quedara levantado y  me abrió de pernas, con sus manos abrió mis nalgas y dejó caer nuevamente un chorro de saliva, después pude sentir como con sus piernas abría un poco más las mías, sentí como su verga caliente resbalaba entre mis nalgas, intenté apretar cuando toco la entrada de mi culo pero él me dijo, afloja, afloja, con su mano dirigía la verga, de pronto hizo presión yo solo cerré mis ojos, la excitación se convirtió en miedo y en nervios, por la saliva y lo dilatado de mi ano su enorme cabeza se abrió paso, sin embargo sentí que mi interior se llenaba de carne, era como una esponja de carne caliente que llenaba todo mi hueco, él presionaba con fuerza y yo valiente relajaba mi culo lo más que podía, dejó car todo su cuerpo sobre mí, sentí sus pelos sudados en mi espalda, puso sus brazos alrededor de mi apretando mis manos con sus manos, y me dijo al oído:

-Te voy a romper el culo cabrón ¿estas listo?
-Si, rompemelooooo

Dije como pude ya que mis dientes estaban apretados, él comenzó a presionar más y su verga iba resbalando poco a poco, sentía como entraba, como se abría paso en mi culo, era más de lo que yo podía soportar, sin embargo, no me podía quitar, cuando de pronto sentí que empujo un poco más y su pubis pegó en mis nalgas.

-Ya la tienes toda a dentro

Yo estaba paralizado, inmóvil, sentía un inmenso dolor, apretaba mis ojos, el saco solo un poco y dio un fuerte golpe hasta el fondo, yo exclame un ahhhhhhhh

- ¿Qué? ¿Te duele putito?
-Ahhhh si, despacio por favor
-No que muy valiente, no que no te daba miedo

Sus embestidas eran lentas pero profundas llegando hasta mis entrañas, cada que arremetía contra mí mientras su peso me asfixiaba sentía como mi culo se estaba partiendo en dos, esas embestidas comenzaron a ser más intensas poco a poco, hasta que el ritmo fue más intenso, sacaba media verga y volvía a entrar hasta el fondo, entre más intensas y rápidas sus embestidas más me dolía.

-Despacito por favor, por favor
-Ni madres cabrón a mi así me gusta y mejor aguántate que apenas empecé papá, ¿a poco no está bien rica mi vergota? ¿la querías no? ¿Querías que mi vergota te rompiera el culo?
Yo en un intento de zafarme levanté las nalgas, lo cual fue un error porque sentí aún más profunda su verga, el aprovechó para tomarme de la cadera con su mano para que me quedara así
-Así cabrón, así cómetela

Me metía y sacaba su verga mientras hacía ruidos de placer, mordía mi oído y metía su lengua en el, me estaba dando una cogida increíble, no entendía por qué, pero a pesar de que me dolía demasiado yo estaba sintiendo placer. Después de un buen rato la sacó y pude sentir algo de alivio. Me volteo de frente a él y supe que eso seguiría. Abrió un poco mis piernas y comenzó a deslizar su verga que sin trabajo entro hasta el fondo, ahora lo tenía frente a mí, era mi hombre, era mi macho, lo abrace por la espalda que mis manos no alcanzaban a cubrir de lo grande que era, las deslice hacia sus voluptuosas nalgas llenas de pelos y las empujaba hacia a mí, él me decía:

-Ya papá, ya te rompí, ya me aguantas bien la verga, mira nomas que rico te la comes toda, sí que eres valiente, me vas a dar tu culito muchas veces papá
-Si cuando tú quieras
-¿Te gusta mi vergota?
-Me encanta
-Ve nomas que rico estás cabrón bien rico, bien chiquito y bien putito como me gustan. ¿Quieres que te preñe cabrón? ¿Quieres que te embarace?
-Si préñame, dame tu leche, dame toda tu leche, quiero un hijo tuyo
- ¿Quieres mis mecos?
-Sí échamelos dentro
-Ahí te van

Y comenzó a bombear más y más, de pronto apretó los ojos, y se detuvo con su fierro clavado hasta adentro, sentí como su verga palpitaba mientras chorros calientes de semen me llenaban, sentía como su verga y sus huevos se contraían, hasta que se vacío completamente en mí.
Dejo su verga adentro mientras nos besábamos, mi culo la apretaba, seguía erecta, hasta que se fue bajando poco a poco y se salió.
Yo me sentía inundado, lleno de mecos, pero los quería dejar ahí adentro, quería estar lleno de él. Y así lo hice, los deje adentro de mí, calientitos, se puso a un costado de mí y me abrazó por la espalda, como una linda pareja que acaba de hacer el amor, y solo me dijo:

-Qué rico cabrón

Nos quedamos dormidos, a las pocas horas desperté, aun no era tiempo de irme para tomar el otro autobús, lo vi ahí tan macho, tan hombre, con su verga dormida y su cuerpo lleno de bellos, lo vi tan cerca y tan mío, que no quise desaprovechar la oportunidad y me volví a llevar su verga a mi boca, aun dormido su verga comenzó a despertar hasta que quedó nuevamente erecta, despertó y solo tomaba mi cabeza dejando que yo se la mamara, se la mamé un buen rato, quería que se viniera en mi boca, ya tenía sus mecos en mi culo, pero ahora los quería probar, me los quería comer, por eso se la mamaba bien rico, con mi lengua y mi garganta, hasta que de pronto se vino, sentí como mi boca se llenaba de leche, caliente y salada, deliciosa, me la trague toda, no deje una sola gota, él me dijo:

-Ahora si me dejaste bien deslechado cabrón ya no voy a tener lechita para mi esposa, no importa, mi vieja nunca quiere coger
-Pues a mi cógeme cuando tú quieras, cuando tengas viaje para el pueblo no dudes en buscarme
-Claro que te voy a buscar mi niño, pásame tu teléfono, nomás tú no me escribas, yo te voy a escribir cuando yo pueda

Me cambié y me bajé del autobús, feliz, contento, literalmente lleno de él.

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